Bromas

Los periodistas tenemos la obligación de entender las cosas que contamos para cumplir bien con nuestro trabajo. No siempre lo hacemos, es cierto. Pero también sucede a veces que eso es imposible.

No hay que buscar muchos ejemplos. María Dolores de Cospedal consiguió que nadie pudiera explicar con sensatez el finiquito de Bárcenas. Y Carlos Floriano se esfuerza en poner a prueba la pericia de los informadores todas las semanas. Porque creo que se trata de eso, de poner a prueba a quienes tienen que transmitir a la sociedad las noticias. Una especie de máster.

La más dura de las pruebas objetivas ha venido hace unos días. Esta vez ha sido la Agencia Tributaria. Dos funcionarios de Hacienda han elaborado un informe para el juez Ruz, que instruye la causa de la presunta financiación irregular del Partido Popular, según el cual el dinero obtenido ilegalmente puede gozar de beneficios tributarios.

¿Hay periodista capaz de explicar esto? Yo me he leído la historia en todos los artículos escritos por colegas, y no lo entiendo. Venciendo mi pereza, he acudido a expertos en la cosa tributaria, a inspectores de Hacienda.

Y sigo sin entender nada. Hacienda emite un informe por el que se facilita un procedimiento para hacer un fraude a Hacienda. Lo leo, lo releo, y no me sale la explicación.

Solo caben dos: o el director de la Agencia, el recién nombrado Santiago Menéndez, ha nombrado a dedo a dos personas de su confianza para que echen un cablecito al PP; o bien, se trata de una broma que desvelarán los autores del informe cuando conozcamos sus nombres. Yo creo que es lo último. Lo otro no se puede creer.

¿Nos enviará Menéndez un manual para no pagar el IVA a los fontaneros? Esa sí que sería buena. ¡Eres un genio, Menéndez!