Nosotros sí pintamos
"Tenía que aprender una lección sobre el macizo del Jura [...] y repetía la palabra, incansablemente, como un niño que no deja de masticar, masticar y no tragar [...] Jura, Jura, jura, jura, juraju, raju, raja, ra ju jurajurajura [...] Así se duerme uno en una lección de geografía" (Pennac. D. (2012). Mal de escuela: 22)
Comenzaba un nuevo curso, las primeras reuniones, los primeros encuentros, las nuevas ideas, nuevos proyectos y renovadas ilusiones. Sin embargo, en el fondo, se percibía cierta tristeza, atonía... que apenas se desperezaba con un leve bostezo; quizá fuese porque los alumnos y las alumnas no llenaban aún pasillos, aulas, patios... continuaban disfrutando de su merecido descanso estival; pronto llegarían con esa vasija en forma de mochila. Y, mientras compartíamos estas sensaciones, nos dimos cuenta de que nuestro colegio necesitaba un cambio, debería ser un espacio apetecible, estimulante... Un lugar de encuentro, de colaboración; un lugar deseado, con 'un poco' de misterio y mucha satisfacción.
Raquel Corchero, profesora del Colegio Público de Educación Infantil y Primaria 'Francisco de Quevedo' de Leganés, arranca este relato poniendo el énfasis en la importancia de estos primeros días de planificación del nuevo curso. En este tiempo se habla, se debate y se acuerdan las líneas generales de actuación, la programación general, el reparto de tutorías, espacios, horarios...
Este curso -Raquel se refiere al 2012/13- por suerte, contamos con un proyecto que se ve, se palpa... que ha buscado y conseguido la complicidad de toda la comunidad educativa, y que pretende transformar los espacios del Centro, llenarlos de vida, color, cooperación y goce. Este curso 'toca' convertirse en artistas, imaginar y crear un espacio acogedor. Con este proyecto nuestro Colegio se ha transformado en una Escuela de Artes y Oficios, aunque mantenga el nombre de siempre: "Francisco de Quevedo".
Durante varios fines de semana, abandonamos nuestras profesiones para dedicarnos a poner en práctica un nuevo oficio: pintores de brocha gorda; dispuestos a cambiar el cole y el aspecto de los pasillos que habitan, todos los días, nuestros peques. El violeta, el naranja, el verde, hacen contoneos con el gris claro y como resultado tenemos unos pasillos llenos de luz y movimiento; nuevos espacios se van descubriendo ante nuestros ojos.
Queríamos mejorar, con más luz y color, todos los caminos que nos llevan a las aulas, la biblioteca... "Os lo voy a mostrar, vayamos al aula de plástica". La puerta se abre, se observa movimiento y, de pronto, se nos viene encima, como una aparición, el mural del fondo, pletórico de láminas de Van Gogh, Modigliani, Klee, Goya, Picasso... los alumnos, nuestros pequeños pintores, continúan con su tarea, investigando, construyendo, creando...
Pero, sigamos -indica Raquel- y al seguir avanzando por el pasillo, a pocos metros, nos topamos con el laboratorio; al adentrarnos... ¡¡Sorpresa!!La información, los datos, las evidencias... están vivas, se palpan en las paredes: Las moléculas - un puñado de gominolas-, organizadas con sentido, muestran nuestro ADN; los planetas cuelgan del techo forjando el universo y un pequeño grupo de científicos reunidos en un rincón conversan sobre la ciencia y el método científico.
Este curso los espacios del colegio están recobrando vida. Las experiencias trabajadas, las temáticas abordadas, los problemas, las preguntas, las letras de los libros cobran sentido, se hacen reales. Se abordan la resolución de tareas y las actividades desde distintas vías curriculares y cada una significa en la producción de cada estudiante una evidencia de aprendizaje.
Los contenidos de las áreas de plástica, lengua, conocimiento del medio, música se han visto robustecidos. Durante el curso, se han temporalizado, en la programación de aula, actividades encaminadas a investigar sobre pintores, arquitectos, informáticos, músicos, científicos, inventores... Hemos experimentado nuevas técnicas plásticas...; hemos buscado información, puesto en acción el método científico, realizando experimentos de ciencias naturales y contándoselo, a continuación, a todos. El alumnado ha tenido la oportunidad de hacerse competente en el uso de las Tecnologías, indagando el interminable mundo de la informática, buscando estilos de música diferentes; se ha sentido cerca de la música utilizando distintos instrumentos con los que ir dando forma y sonido a la Avenida de la Música.
El proyecto se apoderó, también, en esta ocasión, de las Jornadas Culturales que se organizan cada curso en el colegio. Captó toda la inventiva de la comunidad escolar, se organizaron talleres con el título "Saca el artista que llevas dentro y arma tu obra", que pretendían aplicar nuestras ideas a los oficios y dedicaciones profesionales que a cada uno le había tocado en suerte: arquitectos, escultores, pintores, científicos y, repartidos por los diferentes espacios, nos pusimos manos a la obra.
El alumnado utilizo todas sus inteligencias para lograr conocimiento, intentando crear algo singular ¡¡Una obra de arte para su cole!!
Es en este contexto donde tiene sentido plantearse retos, buscar soluciones colectivas, dialogar siendo eficaces y controlando emociones y sentimientos, planificar y evaluar las producciones realizadas.
Los talleres avanzaban y todos se movían coordinadamente. Se había asumido un compromiso educativo y se trabajaba para alcanzarlo. El alumnado se creyó el proyecto, conectaba con la vida real, lo pudo integrar en los contenidos más académicos, se organizó y utilizó los recursos que le permitieron crear ¡¡Una obra de arte para su cole!! Toda una serie de manifestaciones de ideas y emociones como:
"El cole en abstracto", las "Cortinas escultóricas", "nuestra escultura tiene color", "La avenida de la lectura y su singular biblioteca", "Las escaleras lectoras", "El planetario" con su "creatividad molecular", "El dueño del huerto", "El bosque reciclado", un "Mensaje en movimiento", la "Avenida de la música"... y todo bajo la mirada incansable de nuestros pequeños "informáticos". El colegio ha conseguido generar ilusión y conseguir destellos de deseo en sus habitantes.
Acaba la jornada y se sale del colegio percibiendo un cambio de arquitectura, de cultura, de rutinas...; una transformación de espacios que se ajustan al trabajo, al currículum y a sus actividades; un cambio significativo, una respuesta más, que se suma a otras muchas y que nos susurran al oído... No te dejes engañar, no te entristezcas, porque te aseguro que otra escuela es posible.
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