Un agravio a la democracia
Uno de los grandes problemas, sino “el gran problema” del Partido Popular es su incapacidad para separar las personas y el Partido. Viene esto a cuento por la noticia (entre otras) de que los ediles del PP de Baralla (Lugo) han arropado a su alcalde ante la petición de dimisión de la oposición por sus declaraciones “los que fueron condenados a muerte durante el franquismo sería porque se lo merecieron” (entrecomillado de la noticia de EL PAÍS del 6 de agosto).
Nadie duda de que el PP ganara las elecciones y que debe seguir gobernando en este Ayuntamiento. Lo que sí se duda es que este alcalde sea la persona adecuada para gobernarlo. Es inadmisible que en España todavía haya políticos en ejercicio con ideología fascista y que su Partido los defienda. Este tipo de hacer política es un agravio a todos los ciudadanos demócratas españoles, incluidos los votantes del PP.— Jaime Renart.
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