Respuesta a Alfonso Guerra

Ayer, Alfonso Guerra y otras relevantes personalidades del mundo intelectual firmaron un artículo que criticaba la exclusión de la revista Temas—editada por Iniciativas Editoriales Sistema, SA, y vinculada a la Fundación Sistema—, de las subvenciones para la edición de revistas culturales. No voy a entrar en la literatura que acompaña esta crítica, pero creo que deben hacerse algunas salvedades.

La convocatoria de estas subvenciones se basa en un cambio de modelo introducido en 2012, tras un informe del Tribunal de Cuentas que cuestionaba este sistema de ayudas al señalar la existencia de deficiencias en el mismo.

Basta ver la propuesta de concesiones de este año, para comprobar que la revista Temas —y otras también mencionadas— no ha sido objeto de discriminación ideológica. La propia Fundación Sistema recibe una ayuda para su otra revista —Sistema— por un importe superior a la media concedida.

Tampoco parece pertinente acusar a la comisión de valoración de las ayudas de parcialidad. Sus propuestas de ayuda fueron consensuadas por este órgano, que integran vocales con alto nivel de experiencia y conocimiento en la materia, funcionarios públicos de carrera, así como representantes propuestos por la Asociación de Revistas Culturales de España (ARCE) y asociaciones de revistas culturales en lenguas cooficiales. Huelga decir que el modelo, además de inspirarse en el informe del Tribunal de Cuentas, fue acordado con ARCE, comunicado a la Comisión Europea para su autorización y ajustado a la Ley General de Subvenciones. De ahí que los criterios establecidos para la concesión de las ayudas estén plenamente objetivados.

De 154 publicaciones presentadas, han resultado beneficiarias 89 por superar la puntuación mínima. Este panorama no es grato y la Secretaría de Estado es plenamente consciente del perjuicio ocasionado al tejido de nuestras revistas culturales. Sobre todo, porque se ha reducido un 39,88% el presupuesto este año. Es importante concluir que se ha introducido por fin un modelo concurrencial, que trata de corregir las observaciones del Tribunal de Cuentas, que asume los planteamientos de la Comisión Europea y ajustándose a la legalidad.— José María Lassalle. Secretario de Estado de Cultura.