De abusos bancarios

Me siento indignado ante la importante pérdida de los ahorros de un familiar mío de avanzada edad. Quiso ponerlos a plazo fijo y resultó de alto riesgo, por lo que se siente engañado. Ante el Constitucional se ha presentado un recurso por “las preferentes”. Pero, ¿qué pasa con otros abusos bancarios, como la “deuda subordinada”? ¿Ningún partido aboga por esta pobre gente que se siente robada?

Hace unos años, las cajas se atrevieron a emitir esos productos “tóxicos” de “preferentes” y “deuda subordinada” y decir a los clientes que eran seguros. ¿Cómo responderá el Gobierno ante la colocación de esos productos engañosos a ciudadanos que confiaron en las cajas de ahorros? ¿Quién le ha consentido al FROB el canje forzoso de los depósitos de los ahorradores por acciones ruinosas y, además, hacer “quitas” a los que no firmaron el canje? Literalmente, la firma era “voluntaria”; pero al llevar aparejada la amenaza de “quita” —quitar, ¿no es robar?— ¿no ha sido un segundo modo de coacción y una burla más? ¿No es otro abuso el compromiso exigido de no reclamar a la justicia para poder acogerse al “Proyecto de Fidelización” ofrecido por Liberbanc? Lo que se asienta en el engaño y la injusticia es como la herida mal cicatrizada: si no se limpia, produce infección.— Juan García.