¡Y Zapatero sin dimitir!
Con lo lenguaraz que es usted en otras ocasiones, señor Montoro, sobre el sainete de las fincas de la Infanta parece que se ha quedado sin palabras. Primero esquivó a los periodistas en el Senado, después nos pidió que esperásemos porque no estaba en condiciones de dar explicaciones de algo que rebajó a la categoría de “error administrativo” para terminar con nocturnidad echando balones fuera mediante una nota de prensa. La culpa es de los notarios. Ya.
¡Qué diferencia cuando en sede parlamentaria no dudó en acusar a los actores de no pagar impuestos! Tampoco le tembló la voz cuando insinuó que diputados y grupos políticos de la oposición no cumplían “fielmente” sus obligaciones con el fisco. O cuando censuró a la prensa —no toda, por supuesto, solo la “no afín” que diría su compañero de partido Carlos Fabra— porque “dan lecciones de ética cuando tienen deudas con Hacienda”. Ahí sí que parecía manejar toda la información, curiosamente sin que nadie se la hubiese pedido.
Pero ahora que se trata de Cristina de Borbón y se solicita información por parte de un juez el ministro balbucea y más bien no sabe o no contesta. Un fallo en el DNI, ya saben. Pero eso sí, disculpas a la citada, faltaría más, que para eso es una Infanta de España. A la ciudadanía que contempla atónita el esperpento, sufre los recortes y cumple fielmente con Hacienda, todo esto supone un insulto. Con lo que costó creer en aquello de que “Hacienda somos todos” y ustedes se lo cargan de un plumazo sin asumir ninguna responsabilidad. ¿Pero en manos de quién estamos? Y Zapatero que siga sin dimitir…— Carlos Arriazu Antón.
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