Escraches y penuria

El señor Marañón Bertran de Lis alude a dos principios que la democracia no puede dejar de lado: que el fin no justifica los medios y no hacer a los demás lo que no deseamos que nos hagan a nosotros. Según esto, el fin de reducir el déficit no justificaría el medio, que ha puesto a gran parte de la ciudadanía en una insostenible situación de penuria; en cuanto al segundo, no creo que a nuestros legisladores les gustara pasar por lo que estamos pasando muchos de nosotros, como consecuencia de sus decretos, reformas, etcétera. En cuanto al miedo a los escraches que cita el autor, no es comparable al miedo que muchos de nosotros sentimos ante el desagradable presente y el incierto futuro.— Ana Isabel Arambilet Merino. Barcelona

Para poner en situación a la señora Colau le diré que nunca he votado ni al PP ni al PSOE y que soy firmante de la ILP promovida por el movimiento antidesahucios, de lo que no me arrepiento, pues la Ley Hipotecaria me parece muy injusta. El sábado pasado, estando comiendo en un bar-restaurante de la zona nueva de Moratalaz, he sido testigo de una agresión verbal a Cándido Méndez, que no pasó a física por la intervención del dueño del local.

Le quiero decir que cuando usted habla de los políticos veo en sus ojos el mismo odio que vi en otra época en los ojos de los ultraderechistas que nos acosaban y agredían en la universidad y en los lugares de ocio.

No entiendo su odio a los políticos, cuando usted hace política. Es usted una mala política, con el agravante de que nadie la ha elegido. Usted sí que no representa a nadie.

Si quiere hacer escraches, hágalo a los políticos que nos han llevado a esta situación de desastre ante la sede de su partido o en actos públicos y deje en paz a sus familias.

Ha conseguido usted que vuelvan a mí los más negros recuerdos de la dictadura franquista.— José Antonio Carmona Ramírez. Madrid.