La buena política
No podemos renunciar a la política, es algo inherente al hombre. Sin política no hay sociedad, no hay Gobierno, no hay libertad.
La crisis política no deja de ser un concepto atípico en una democracia. En una democracia consolidada la población debe estar en diálogo constante con la élite política, si esto se cumple no deberíamos llegar a una crisis.
Es necesario que las diferentes sensibilidades de la población lleguen a los centros de poder y para eso hay que comprometerse con la Política, en mayúsculas. Se debe hacer una política madura y democrática, que no suponga una radicalización de la sociedad. Con más de 30 años de andadura democrática debemos de ser plenamente conscientes de nuestros derechos políticos y plenamente consecuentes con el uso que hacemos de ellos. La participación no se concibe como intolerante o radical, sino tolerante y constructiva. El compromiso político es un elemento fundamental en el Estado democrático, pero para mí tiene un cometido más importante aún: el de hacer nación.
El verdadero patriotismo consiste en hacer política y hacerla bien.— Santiago Armas. Madrid.
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