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El acento
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Descansen en paz los papeles

El Tribunal Constitucional pone fin a un largo y costoso litigio que debió resolverse de otro modo

Marcos Balfagón

Fin de la pémica. El asunto cultural que mayor encono y más páginas ha llenado en los diarios en los últimos años ha agotado su recorrido judicial y es de esperar que quede definitivamente zanjado. El Tribunal Constitucional ha establecido, en una sentencia de la que es ponente el magistrado Pablo Pérez Tremps, que la Ley de 2005 que restituía los llamados papeles de Salamanca a la Generalitat de Cataluña y otros propietarios no vulnera ningún principio constitucional, en contra de lo que pretendía la Junta de Castilla y León.

Estos papeles, un conjunto de documentos históricos incautados por las tropas franquistas durante la Guerra Civil, habían sido depositados en el Archivo de la Guerra Civil de Salamanca. Su devolución fue exigida como una cuestión de justicia histórica por la Generalitat de Cataluña, y su permanencia en el archivo, como una cuestión de principios por el Ayuntamiento de Salamanca. La guerra dialéctica tuvo momentos de áspera bronca, con manifestaciones a uno y otro lado. Por fin, el Ministerio de Cultura encontró una solución: devolver los originales a Cataluña y compensar a Salamanca con la creación de un gran Centro Documental de la Memoria Histórica, en el que quedó una copia digitalizada de los polémicos papeles.

Cuanto más tiempo transcurre más absurda parece la polémica. En una cultura en rápida conversión al formato digital, poco importa que un original esté en un lugar o en otro. La cuestión es que pueda ser consultado por los historiadores, y la tecnología permitiría ahora hacerlo incluso desde casa.

Pero no era de eso de lo que se discutía y como nuestro sistema judicial soporta con estoicismo y no poco dispendio el espíritu querulante de muchos actores políticos que tienden a convertir cualquier controversia en una maraña judicial, el caso de los papeles de Salamanca ha durado años y ha costado demasiado. El Ayuntamiento de Salamanca y la Junta de Castilla y León han recurrido la restitución en todas las instancias posibles y todas han fallado en su contra. En 2008 fue la Audiencia Nacional, hace un año el Supremo y ahora, el Tribunal Constitucional.

El litigio ha terminado. Descansen en paz los documentos.

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