Jac et les Takeïfa, imparables
Es difícil haber vivido durante un año en Senegal y no haberse encontrado, de una manera o de otra, con el grupo Jac et les Takeïfa. Ya sea en un hotel, en el Instituto Francés, en un local de conciertos, en la clausura de una feria, en un aniversario… Son el grupo de moda en Dakar y uno de los conjuntos musicales más conocidos en el exterior. La clave de su éxito reside en una dinámica fusión de estilos, idiomas e influencias, la versatilidad y múltiples registros de su líder y vocalista, Jac Keita, la afinada compenetración sobre el escenario de todos sus miembros y una potente campaña de difusión. Un grupo joven formado por cinco hermanos que irrumpió con fuerza con su primer álbum en 2008 y que se consolida en la escena senegalesa.
Izquierda a derecha: Cheikh, Jac, Mamma, Ibrahima y Fallou Keita.
Jac Keita es el motor del grupo. Con sólo 11 años usó los cables de una bicicleta para fabricarse su primera guitarra en el taller de su tío. A los 26 ya era un rapero reconocido. “Durante todos esos años fundé muchos grupos de rap y actué en solitario, grabé casettes y compuse. Y mis hermanos estuvieron siempre detrás de mí, apoyándome. Entonces, poco a poco, se fueron interesando por la música”, asegura. Así fue como empezó a nacer el grupo. Primero Cheikh, a la guitarra eléctrica; luego Ibrahima, con su batería; después Mamma, bajista; y, finalmente, Fallou, contrapunto vocal de su hermano Jac.
Su padre era funcionario y la familia estuvo muchos años viviendo en distintas ciudades del país. Por eso, cada uno nació en una ciudad distinta y cuando les preguntan por su lugar de origen, dicen que proceden “de Senegal”. Sin embargo, Dakar ha sido su cuna artística y el lugar que ha visto la explosión de Jac et les Takeïfa (Jac y la familia Keita). “Nunca lo hubiéramos imaginado”, asegura Jac, “hemos hecho un esfuerzo enorme por llegar a donde hemos llegado. Creo que en buena parte se lo debemos a la comunidad extranjera que vive en Dakar, españoles, franceses, etcétera. Nosotros tocábamos mucho, hasta dos o tres veces por semana, en hoteles, en el Centro Cultural Francés, etc y ahí fue donde empezamos a ganarnos nuestra credibilidad”.
Canción Talibé de su primer disco Diáspora, dedicada a los niños de la calle.
En 2008 sacaron su primer disco, Diaspora, y ahí estaban ya todos los elementos de su música, esa especial mezcla de reggae, rap, rock y pop, pero también de mbalax y otros sonidos africanos. Porque esa es la clave de este grupo, una vez más, la fusión. “Nuestra música es mestiza y hunde sus raíces no sólo en la tradición musical europea y estadounidense, sino sobre todo en la tradición africana y senegalesa. Los serer, los bambara, los joola, los peul, cada pueblo tiene su música, su ritmo, y nos gusta beber de todas ellas”, añade el líder del grupo. Con los idiomas les pasa lo mismo. Utilizan en sus temas tanto el wolof (lengua nacional senegalesa) como el francés, el español o el inglés. “La clave es que nos entiendan”.
Entonces, ¿cuál es el mensaje? “Bueno, somos un grupo comprometido. Somos africanos y jóvenes y estamos empeñados en que cambien ciertas cosas. Hemos tenido la gran suerte de viajar, de conocer otras realidades y culturas y hemos visto hasta qué punto han sido capaces de organizarse en otros países. Por el contrario, en África vemos mucho bla, bla, mucho político profesional que solo piensa en su bolsillo. No digo que esto no exista en Europa también, pero a nosotros, como africanos, lo que nos interesa es cambiar las malas prácticas que existen en nuestro continente”, apunta.
En Diaspora, su primer álbum, estaban presentes temas como la solidaridad, los niños de la calle o la emigración. Y el éxito les llevó a extender su mensaje por distintos lugares del mundo. En España, en concreto, son ya muy conocidos gracias a su participación en festivales como el Womad, África Vive de Casa África y otros. Y así, andando, andando, hace pocos meses vio la luz su segundo disco, con un título, Get free, que lleva el genuino sello de Jac et les Takeïfa. Este nuevo trabajo fue grabado entre Francia, España, Senegal y Gambia y es un canto a la lucha contra la discriminación racial y la destrucción medioambiental, abordando cuestiones como el hambre, la guerra o las dictaduras.
Durante su gira con el último disco Get Free.
“No nos consideramos revolucionarios, no es eso. Sólo pretendemos aportar nuestro granito de arena, contribuir con nuestras canciones a la concienciación necesaria para el desarrollo de nuestro continente”, abunda Jac. Sus giras por otros países africanos, como Malí, Guinea o Costa de Marfil, les ha permitido hacer llegar el mensaje y continuar ganando seguidores en la región. Entre otros, han compartido escenario con estrellas como Femi Kuti (el hijo de Fela Kuti), Youssou N’Dour, Salif Keita, Alpha Blondy, Cheikh Lô o Tiken Ja Fakoly.
Una espléndida oportunidad para volver a verles actuar será en la próxima edición del Festival del Sahel, que se celebra entre el 23 y 25 de noviembre próximos en el desierto de Lompoul (Senegal) y donde también actúan artistas como la saharaui Mariem Hassan o Ismael Lo.
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