Subvenciones dignas
A ver si lo he entendido bien: el Gobierno ha decidido reducir, en 400 euros mensuales, las pensiones o las nóminas de los padres que tengan acogido algún hijo en paro y que hayan visto agotada su prestación. Creo que no vivo en el mismo país que mis gobernantes. ¿Creen que no están ya sacrificando parte de sus ingresos acogiendo a esos hijos que aún con 400 euros no pueden pagar un piso y su manutención.
Los padres que nos hemos sacrificado para dar a nuestros hijos una educación mejor que la nuestra, que creímos poder respirar un poco cuando nos jubiláramos, ¿debemos responsabilizarnos de la incapacidad de nuestro país para fomentar el empleo?
Parece que lo que ocurre es que somos los culpables de traer parados al mundo, porque los padres que no tienen hijos en el paro pueden disfrutar de sus ingresos y de su tiempo. ¿Cuál será el próximo paso cuando en Europa digan que hay que continuar con los recortes? ¿Cortar la cabeza a los parados? ¿A sus padres? ¡Esto es de locos!— Margarita Díaz Maroto. Toledo.
La discusión está basada ya sobre si son 400 ó 450 los euros de ayuda que debe recibir un parado de larga duración, y a ese trapo entramos todos con gusto, además de si estos parados deben recibir subvención alguna.
Lo que un parado de larga duración tiene que recibir debe ser lo suficiente para llevar una vida digna, y más en unos momentos en los que no hay trabajo aunque se quiera trabajar. Y debe recibirlo no durante un espacio de tiempo acotado, sino hasta que encuentre empleo. Y desde luego ni 400 ni 450 euros dan para cubrir los gastos mínimos de una familia por muy ajustada que sea su economía.
Pero, mientras tanto, seguimos con lo mismo, discutiendo sobre el sexo de los ángeles cuando de lo que se trata es del derecho a comer, del derecho a vivienda, del derecho a vestir, y de los demás derechos de la persona que nadie nos debería negar.— Dionisio Rodríguez Castro. Villaviciosa de Odón, Madrid.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.