_
_
_
_
_

Sexo, drogas y logos de rock

La revista ‘Rolling Stone’ elige los mejores emblemas de la historia del rock y convoca a cinco artistas españoles para rediseñarlos La lengua de los Rolling encabeza la lista

Se abre el telón y aparece una lengua libidinosa que pende de unos labios rojos y carnosos. Se cierra el telón y un público multitudinario estalla a bailar al ritmo de una de las bandas más famosas y movidas de todos los tiempos. Así de fácil. Los logos que representan a los grupos de rock tienen el poder de evocar en nuestras mentes su esencia y locura musical. La revista Rolling Stone ha reunido a más de 30 diseñadores, publicistas, músicos y políticos para elegir el mejor emblema. Los finalistas son los de las bandas The Cramps, Sex Pistols, AC/DC y los Ramones. Y la ganadora indiscutible es la lengua de los Stones. La revista publica una reinterpretación de estos cinco símbolos del rock realizada por cinco artistas patrios: Alberto Corazón, Antonio de Felipe, La Bien Querida, Carlos Díez y Ricardo Cavolo.

El logo de los Rolling, junto al dibujado por Alberto Corazón.
El logo de los Rolling, junto al dibujado por Alberto Corazón.

Sexual, Irreverente, sucia, descarada, lúbrica y contagiosa. Con estos adjetivos definen el símbolo de los Stones músicos como Enrique Bunbury, productores como Alejo Estivel, y publicistas como Cacho Puebla en el reportaje de la revista. El artista Alberto Corazón reinterpreta, degrada y españoliza la legendaria lengua, añadiéndole un singular piercing: la espada del As de la baraja española. “¿Qué pinta esa boquita con labios de botox y una lengua de actriz porno B? Una iconografía tan blanda pedía a gritos una reinterpretación a lo largo de los años”, comenta Corazón a la revista.

El sello de los Ramones, 'castellanizado' por Antonio de Felipe.
El sello de los Ramones, 'castellanizado' por Antonio de Felipe.

El artista valenciano, Antonio de Felipe, va un paso más allá y más que españolizar, castellaniza el emblema de los Ramones. Concebido inicialmente como una burla al sello del Departamento de los Estados Unidos, el logo se transforma en marca gastronómica española. “Jugué con el doble sentido de las palabras y convertí a la banda en los Jamones. Además, hice que el águila sujetara dos patas de jabugo, porque me encanta el jamón”, cometa de Felipe, riéndose a carcajadas.

A los Sex Pistols les sale barba, según Carlos Díez.
A los Sex Pistols les sale barba, según Carlos Díez.

El barbudo diseñador Carlos Diez lleva el logo de los Sex Pistols a su propio terreno, añadiéndole como fondo su rasgo más característico: una negra barba larga y tupida. “Lo reinterpreto egocéntricamente”, comenta en conversación telefónica. “Siempre me han encantado estas letras, tienen fuerza y son rebeldes. Lo podría haber dibujado cualquier tarado amigo de los Pistols, por eso me encanta”.

Ricardo Cavolo dibuja a los The Cramps en el rostro de Frankenstein.
Ricardo Cavolo dibuja a los The Cramps en el rostro de Frankenstein.

El emblema de los californianos The Cramps es el que más ha mutado. El artista Ricardo Cavolo, inspirado por los temas truculentos y psicodélicos de la banda, opta por trazar un flequillo con las letras de la banda sobre la frente de Frankenstein. Además, el dibujante retrata a los componentes del grupo en el rostro del monstruo. La estética de cómic de terror intenta seguir el espíritu del logo original.

Cuervos y mejillones en el logo de AC/DC, por La Bien Querida.
Cuervos y mejillones en el logo de AC/DC, por La Bien Querida.

El relampagueante emblema de los AC/DC se convierte en un nido de mejillones rondado por una manada de cuervos. La responsable es la cantante y pintora La Bien Querida. La artista asegura que no empezó a escuchar seguidamente a los australianos hasta que nació su hija, a la que le encantan los ritmos endiablados de la banda.

Cinco homenajes irreverentes para cinco sinónimos de la música más gamberra.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_