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Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Recesión sin freno

Reducir el coste de financiación de la deuda es la primera condición para reactivar la economía

Las tensiones sobre la deuda y la pugna en las instituciones europeas entre los partidarios del ajuste ortodoxo radical (Alemania y países como Holanda y Finlandia) y los Gobiernos que defienden políticas más flexibles han relegado a un segundo plano la situación recesiva que sufre la economía española. El Banco de España advirtió ayer que durante el segundo trimestre de este año la contracción del PIB será más profunda que la registrada en el primer trimestre (0,3%), porque el consumo privado, el de las grandes empresas, las ventas del comercio minorista y las matriculaciones de vehículos siguen en descenso sin que aparezcan factores de reactivación.

Es fácil diagnosticar que la recesión no ha tocado fondo durante el segundo trimestre; incluso puede agravarse por los devastadores efectos secundarios de la crisis bancaria, como la obstrucción del crédito, entre entidades y desde la banca a las empresas, la salida de capitales o la aversión al riesgo. Los temores del Banco de España dibujan un empeoramiento que empujará el desempleo hasta niveles social y presupuestariamente insostenibles. Los remedios directos para generar actividad no son aplicables por la falta de recursos públicos. Así pues, se impone dar un rodeo cuyo trazado, por desgracia, no está definido con precisión.

El camino obligado implica necesariamente reducir de forma rápida la prima de riesgo, bajar el coste de financiación del Tesoro, recuperar la solvencia de la deuda y confiar en que durante 2013 se liberarán recursos públicos, procedentes de fondos europeos o de mejoras en los ingresos internos, que permitan iniciar una modesta reactivación. Las opciones disminuyen con rapidez, porque, como recuerda el Banco de España, las exportaciones reales siguieron cayendo en abril.

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Sin un coste razonable de financiación de la deuda, por debajo de los 200 puntos básicos de diferencial con Alemania, la economía carece de las condiciones básicas de recuperación. Otra razón para que la cumbre europea distinga entre lo urgente (enfriar la tensión de los mercados, aumentar la liquidez, recapitalizar la banca sin una carga añadida en la deuda), en cuyo ámbito desempeña un papel decisivo el BCE, y los planes estructurales a medio plazo, como la unión bancaria y fiscal. El país puede entrar en quiebra si se condicionan los remedios inmediatos al diseño de la estructura europea del futuro.

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