Trasplantes y recortes
Manifiesta su pesar D. Enrique Costas Lombardía en la carta al director del día 21 de junio, por el hecho de que, hasta el momento, la Organización Nacional de Trasplantes no se haya visto afectada por la marea de recortes que aflige a todos los niveles de la administración y, muy particularmente, a la sanidad pública española. En su opinión, se pierde de esta manera una valiosa oportunidad de regularizar el funcionamiento del sistema de trasplantes.
¿Qué es lo que hay que regularizar? D. Enrique lo explica con claridad en una carta anterior, publicada el 20 de octubre de 2006: “Los coordinadores, médicos y enfermeras de los equipos de trasplantes españoles reciben, más o menos disfrazada y aparte de sus sueldos, una retribución especial por trasplante hecho, retribución sustanciosa que los mantiene en alerta continua, diligentes en identificar y seguir a todos los enfermos potenciales donantes que entran en el hospital y en persuadir a los familiares para que autoricen la extracción de los órganos. Porque cuantas más donaciones, más trasplantes, y cuantos más trasplantes, más retribución especial”.
La línea argumental anterior que expone D. Enrique, soslaya, no obstante, la conclusión final: cuantos más trasplantes, mayor bienestar para todos los ciudadanos (y sobre todo, para los trasplantados); recordemos que es ésta, y no otra, la razón de existir de la sanidad pública.
Por ello, repito la pregunta que ya le formulé en mi carta de respuesta publicada el 10 de enero de 2011: “¿Dónde hay que firmar para que esta (saludable) estrategia de incentivos se extienda al resto del sistema público?”.— Diego Ferreño Blanco.
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