A perder todos

Hay importantes sectores que no parecen dispuestos a verse afectados por la crisis que castiga a todo el mundo. Los precios de la vivienda siguen hinchados y según los expertos aún deberían bajar más. Hay compradores con dinero a la espera; no olvidemos que tres cuartas partes de la población aún conserva su trabajo y cierta capacidad adquisitiva. Pero los propietarios de pisos se resisten a perder el gran negocio que soñaron y no bajan sus precios, lo mismo que los bancos, que se niegan a sacar al mercado todos esos inmuebles que tanto dicen perjudicarles. Si lo hicieran, empujarían los precios a la baja y quizá se animaría el mercado inmobiliario, pero no lo hacen porque podrían llegar hasta a perder dinero.

Por otro lado, los vendedores de coches hablan de situación dramática y gritan pidiendo ayudas porque el sector se hunde: solo venden la mitad de coches que en los años mejores. (¿Cuántos de nosotros no firmaríamos que nuestros ingresos hubieran bajado “solo” un 50%?). Unos tendrían que asumir que los precios de los pisos deberán seguir bajando, y otros, que quizá tengan que cerrar fábricas y concesionarios. Cuanto antes nos hagamos a la idea de que en esta crisis a todos, sin excepción, nos toca salir perdiendo, antes empezaremos a levantar cabeza.— Jaime Tapia-Ruano.