Heroínas y tópicos
Montaje del sudafricano Richard de Jager, vía Design Indaba
Autora invitada: Rosa Langa (*)
Mujer africana: la diosa de la sensualidad, la belleza natural y la sabiduría. El futuro en el cual invertir. La prensa de Occidente y de algunas ONG ha revelado imágenes eurocentristas, o sea, que muestran a la mujer africana en un modelo de inferioridad extrema respecto de las de Occidente, que se le sobreponen. Es cierto que Occidente ha avanzado mucho pero también es verdad, y sin ofender, que la prensa occidental muchas veces considera que es conveniente exponer imágenes de su archivo que muestran a mujeres africanas con hijos desnutridos, con los pechos muy secos y caídos, semidesnudas, sólo cubiertas con una tela gastada que apenas las tapa de la cintura para abajo.
Otra imagen que muchas veces circula en los medios de comunicación de Occidente es la imagen de mujeres africanas, en particular mozambiqueñas, con la mano extendida pidiendo comida y las moscas lamiendo nada en sus bocas u ojos; en suma: mujeres miserables. Confieso que esta no es la imagen actual de nuestras mujeres. Es cierto que, en algunas zonas rurales, la pobreza sigue siendo visible, pero no extrema. Las mujeres cultivan la tierra y cosechan maíz, yuca, papas, frijoles, lo que sea... Es verdad que les falta el azúcar, la leche para los niños, pan, jabón, cuadernos para sus hijos, etc.
Lamentablemente la prensa occidental no quiere informar sobre los hechos que revelan nuestra capacidad de realización en nuestras comunidades y en el país. Lamentamos también la actitud de compañeros de la prensa occidental y de algunas ONG que no son conscientes de nuestro recorrido histórico desde 1962, cuando grandes grupos de mujeres se reunieron para participar en la Lucha Armada por la Liberación de Mozambique y así tomaron las armas y lucharon codo a codo junto a los hombres, con el objetivo común de acabar con el colonialismo portugués.
Via United Nations FLICKR Photo Library. Mujees ndebele circa 1983, Limpopo, South Africa.
Tengamos en cuenta que Mozambique fue uno de los primeros países en África austral en involucrar a mujeres en la lucha armada por su independencia y que en el ejército de liberación llegaron a obtener títulos como los de comandante, teniente, etc. Sin embargo, es cierto que luchamos todavía en las zonas rurales contra el problema de la sumisión a los hombres (sus maridos): factores antropológicos, donde el tabú todavía está presente y la emancipación de la mujer sigue siendo frágil porque el hombre no permite la introducción de cambios en su unidad familiar.
Cómo se construye la imagen de la mujer africana/mozambiqueña
Occidente tuvo sus años de conquista política, económica, social y cultural: aquí también seguimos el ejemplo aunque lentamente. No olvidemos que África es un diamante por pulir; en cualquier caso, nuestras mujeres han salido ya del cascarón. Estamos en lo alto de numerosos buenos ejemplos en África y algunos países europeos. Tenemos ejemplos de mujeres-mito, mujeres heroínas que nos representan bien en el mundo por su emancipación y engrandecimiento.
Algunos ejemplos de referencia: en el deporte, María de Lurdes Mutola (nuestra campeona olímpica de referencia mundial); en la cultura, la ceramista internacional Reinata Sadimba (una mujer especial y famosa, reconocida en todos los continentes); grupos y asociaciones culturales liderados por mujeres, en todo el país, cuyas actividades son el resultado de sus materias primas locales y cuyas ventas se acumulan en su favor.
Tenemos mujeres cineastas que se ocupan de la producción de documentales sobre la vida de mujeres y niños, como Isabel de Noronha. Tenemos a la artista plástica Chica Sales, quien, desde hace más de 15 años, pinta imágenes de mujeres que reflejan un Mozambique en continuo desarrollo; Graça Machel y María da Luz Guebuza, mujeres poderosas que abrazaron la causa de la mujer necesitada, de las niñas que no tienen posibilidad de asistir a clase y de los niños desfavorecidos y enfermos, ayudándolos a tener un futuro feliz y prometedor. Importante es citar el buen ejemplo de Luisa Diogo, la primera mujer del África negra y de Mozambique que ha asumido el cargo ejecutivo de Primera Ministra durante años; en la aviación civil tenemos a Ángela Francisco, la única mujer piloto que comanda nuestros grandes aviones comerciales; la señora Josina Machel [se acaba de filmar una película sobre su figura, Voces de Mozambique], el icono de la heroicidad nacional, la mujer que en un período difícil (la lucha armada) impartió clases durante años, hasta su muerte, a los combatientes y cuidó a los niños y enfermos con cariño en zonas de combate. Marina Pachinuapa, Deolinda Guizimane, Paulina Mateus (parte del primer grupo de 25 mujeres que, en la base de Nachingweia, se unieron para la lucha armada). Tenemos ahora en el parlamento mozambiqueño una presidenta y las mujeres ocupan el 35% de los escaños. Tenemos mujeres científicas en la agricultura; incluso mujeres sin rostro conocido, pero que representan mucho en Mozambique (periodistas, médicas, docentes, etc.).
Cuál es el problema de la imagen de mujer africana en la información distribuida por Occidente
En primer lugar, nos atribuyo la culpa a nosotros mismos, los periodistas africanos, porque a menudo enfocamos a la mujer como sumisa y gran parte de los periodistas son hombres. Así, parte de nuestra prensa a veces distorsiona la imagen real, haciendo caso omiso a hechos básicos de la población femenina. Por ejemplo: hábitos y costumbres de las mujeres de cada región, educación de los niños, bodas tradicionales, avances en varias áreas, etc. Estos hechos, captados por la prensa de Occidente, aumentan la difamación de la mujer con imágenes poco fiables que circulan por el mundo.
Mensajes a la prensa de Occidente
Pedimos que Occidente abandone las imágenes sacadas de archivo y que busque la realidad actual de la mujer africana, ya que somos una referencia en el campo político, deportivo y cultural. Occidente debe entendernos y estudiarnos para saber que la mujer africana/mozambiqueña es la esperanza en pos de un mundo diferente, sin estereotipos (como se propuso en la importante Conferencia de Mujeres de Pekín). Para que la realidad de la mujer mozambiqueña sea claramente revelada por Occidente, es muy importante que nuestras embajadas en todo el mundo hagan un gran trabajo de movilización y educación cívica en las sociedades occidentales con el fin de aumentar la evolución positiva de la mujer africana, evitando que Occidente utilice informes de archivo muy anticuados donde se encuentran imágenes de mujeres desgastadas por la pobreza extrema, con hambre, enfermas, con pechos desnudos, cuya contemplación no es agradable, etc.
Que se sepa que la mujer africana es ejemplo de progreso de una civilización abierta, donde el diálogo familiar es un hecho en muchos hogares, aunque no al cien por cien. Cierto es, por otra parte, que también hay muchas mujeres que viven en condiciones dramáticas por no tener derecho a hablar. Casos extremos en los que los padres venden sus hijas a curanderos/hechiceros para liquidar sus deudas; padres que violan a sus hijas menores alegando que son los padres y tienen el derecho de ser los primeros en mantener relaciones sexuales con ellas, antes que cualquier otro, movidos, a veces, por los consejos de los curanderos para prosperar en la vida, etc.
Madre e hijo, residentes en una tienda en Nara, Mali, zona muy afectada por la sequía. El hambre es una realidad para millones de personas en ese área, especialmente vulnerables son madres e hijos. UN Photo/John Isaac. www.unmultimedia.org/photo/
Tenemos mujeres consideradas heroínas sin rostro porque cuidan a más de cinco hijos y nietos, teniendo ellas una educación de base muy pobre, pero formando a su descendencia para ingresar en la enseñanza superior (entre estos casos, hay muchos de éxito). Ustedes saben que, en África negra, las parejas tienen muchos niños y las dificultades abundan porque el sida está presente, pero nuestra solidaridad es notoria, bien distinta de la de Occidente: aunque a nuestros hogares les falte maíz, arroz, pan, azúcar, zapatos para los niños, etc., siempre hay espíritu de ayuda entre todos. Ese viejo dicho de África es verdadero: «Donde come uno, comen tres...». Vean a la mujer africana, particularmente la mozambiqueña, como un estandarte que refleja la belleza, la sabiduría, la seducción y el amor natural: estrategias utilizadas por nosotras para conquistar el mundo.
(*) Este texto se incluye en los Cuadernos Africanos, de Casa África. Rosa Langa nace en Chibuto, Gaza (Mozambique). Lleva ya catorce años trabajando en la radio. En su vasto y riquísimo curriculum constan varios viajes por el interior del país con su mochila a la espalda y una grabadora en la mano, con los que recorrió casi una centena de distritos del país. Ganadora el galardón de Four by four, fue también Premio TvZine como mejor reportera cultural en 2003. Publicó un libro de entrevistas, Moçambique, Mulheres e Vida, y Las inconfidencias de los hombres. [rosalanga.jornalista@gmail.com]
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.