Los médicos aplazan la operación de tobillo de Ortega Cano

El torero José Ortega Cano (que sufrió un grave accidente de tráfico hace poco más de dos semanas, en el que falleció el conductor del coche contra el que chocó, Carlos Parra) no será operado por ahora del tobillo que tiene necrosado. Aunque el torero había pasado llevaba desde el pasado viernes sin fiebre, esta ha vuelto a hacer aparición hoy y ha obligado a los médicos a aplazar la operación que tenían prevista, y que algunos de sus familiares esperaban para los próximos días. Así lo habían explicado a la agencia EFE, a la que aseguraban que Ortega había experimentado cierta mejoría. El diestro continúa en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Virgen Macarena de Sevilla.

El estado de salud de Ortega Cano, de 57 años, sufrió una importante crisis el pasado jueves, cuando empeoró tanto que se llegó a temer por su vida. Durante este fin de semana los médicos han tratado de ir bajando el nivel de sedación del torero, que se mantiene en estado de coma y con respiración asistida. El tobillo tendrá que ser operado a causa la colisión, por la que tiene importantes golpes que también le afectan a las piernas y a la zona abdominal.

Según explica la agencia EFE, en los últimos días los médicos repiten a la familia del torero que está estable después de que la desaparición de la fiebre los pasados días. "No obstante, hay que dejar pasar algún día más, o algunos, para ver la evolución. Lo importante es que, aún siendo muy poco a poco, podemos seguir confiando en esa buena evolución", aseguró el familiar de Ortega Cano. Además, insistió en que harían al torero "la traqueotomía si sigue necesitando de un tubo para respirar, y sería sólo para aliviarle ese estado, como previsión de que pueda dañarle alguna cuerda vocal. Sólo eso". "Pero hay que esperar a lo que digan los médicos, que por cierto tampoco nos han informado de ningún protocolo de posibles intervenciones para los próximos días", concluyó.

José Ortega Cano sufrió un grave accidente de tráfico el pasado 28 de mayo, cuando conducía por la A-8002 cerca de Castilblanco de los Arroyos, en la provincia de Sevilla, para dirigirse a la finca La Yerbabuena, donde vive junto a sus hijos, José Fernando y Gloria Camila. El conductor con el que chocó, Carlos Parra, de 48 años y natural de esa localidad sevillana, falleció en el acto. Por su parte, el diestro sufrió importantes lesiones que le mantienen desde entonces en la UCI del hospital sevillano. La investigación sobre el suceso continúa abierta.