El rey Carlos Gustavo de Suecia niega haber visitado clubes de alterne
El monarca desmiente también haber tenido contacto con un mafioso para comprar unas supuestas fotos comprometidas
El rey Carlos Gustavo de Suecia negó ayer lunes las informaciones aparecidas en dos libros de reciente publicación, sobre sus supuestas visitas a clubes de alterne o sus contactos con el mundo criminal para ocultar supuestas pruebas fotográficas. "No, no pueden encontrarse (las fotos). Y a partir de ahí, es difícil comentar algo que no se ha visto o que tampoco nadie ha visto", dijo el monarca en una entrevista a la agencia sueca TT, la primera que concede sobre el caso, que ha ocupado la atención de los medios en Suecia en los últimos días.
Carlos Gustavo de Suecia volvió a negar, como hace una semana en un comunicado, haber instado a su íntimo amigo el empresario Anders Lettstroem a negociar con un mafioso la compra de unas supuestas fotos comprometedoras en poder del dueño de un club de Estocolmo. El monarca sueco dijo no haber hablado con Lettstroem desde hacía semanas y recalcó que él es dueño de sus actos, si bien consideró "triste" que haya contactado con "ciertos grupos criminales", algo que quedó probado en una grabación difundida hace unas semanas por la emisora pública Radio de Suecia.
Lettstroem admitió los contactos, aunque aclaró que lo habían engañado y que habían actuado por iniciativa propia, algo que recalcó el rey, quien añadió que "reconsiderará" su amistad con él. Anders Lettstroem era uno de los componentes del grupo de amigos, con quien según dos libros, Carlos XVI Gustavo visitó en varias ocasiones clubes de alterne y de striptease.
El monarca sueco negó rotundamente dos visitas concretas a un club de Atlanta durante los Juegos de 1996 y a otro en Bratislava, y dijo "no tener ni idea" de por qué varios testigos las confirmaron a los autores de los libros al reconocer su imagen en fotos. De igual modo negó haberse puesto a sí mismo en una situación que pudiera ser objeto de chantaje. Pese a su rechazo a la existencia de fotos comprometedoras y a visitas a clubes concretos, Carlos XVI Gustavo se mostró ambiguo al responder a si en las fiestas de algunos amigos en las que estuvo presente era habitual la presencia de chicas de compañía, como aseguran los libros y varios tabloides suecos.
"Si uno está en un restaurante, si vienen distintos grupos o no, y de dónde vienen o qué hacen, no tengo ni idea, ni tiene nada que ver conmigo", dijo Carlos Gustavo, quien añadió que tampoco es cosa suya a qué personas invita otro anfitrión a una fiesta, sin responder directamente si las informaciones eran ciertas o no. Carlos XVI Gustavo admitió que para él y su familia se trata de una situación "grave", pero se mostró confiado de que la superarán.
A pesar de las encuestas recientes que apuntan a que los suecos recibirían con buenos ojos su abdicación en beneficio de la princesa heredera Victoria, rechazó de pleno esa posibilidad. "Se trata de una cuestión de tradición y de costumbre, no ocurre de esa manera", dijo en referencia al cambio de trono. La reciente publicación de Den svenske gudfadern (El padrino sueco, sobre un mafioso sueco, ha reavivado la polémica surgida hace seis meses, coincidiendo con la salida de Den motvillige monarken (El monarca reticente), una biografía de Carlos XVI Gustavo en la que se relatan romances y salidas nocturnas a clubes.
El escándalo se vio amplificado sobre todo por el testimonio de la cantante Camilla Henemark, ex vocalista de una popular banda de pop sueco de la década de los años 80, quien confirmó una supuesta relación sentimental de un año con el monarca. Carlos XVI Gustavo se limitó entonces a decir que "pasaba" página, porque esos asuntos habían ocurrido "hace tiempo", sin desmentir ni confirmar nada.
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