La obsesión por la paja
Hace unos años la italiana Valentina Maini inició una cruzada personal para reescribir el cuento de los tres cerditos. La arquitecta afincada en Barcelona estaba convencida de que el relato era equivocado. El cerdito feliz no es el que al concluir el cuento vive en la casa de ladrillo (de construcción contaminante) ni siquiera el que se fabrica una vivienda de madera (tan cara). El cerdito feliz vive en una casa de paja. Ella lleva años haciéndolas.
En un altamente recomendable vídeo de 7 minutos (que puedes ver después de este párrafo) explica cómo, dónde y por qué eligió dedicarse a construir con paja. Y en el blog que inició el pasado diciembre cuenta, de manera detallada y muy concreta aunque intermitente, algunos de sus proyectos. Más allá de la revisión de las moralejas de los cuentos infantiles, Maini expone otra visión de la arquitectura que lleva a demostrar algo inquietante: la alta frecuencia con la que, manejando la paja y otros materiales como el barro -para frenar el fuego-, la autoconstrucción supera en calidad de acabados a la construcción profesional.
Empleando módulos flexibles -que los ingenieros, arquitectos y constructores deben aprender a manejar- y utilizando materiales biodegradables es posible levantar una casa no como un ejercicio aislado sino como una forma de construir no nueva, pero sí oportuna. En su conferencia de siete minutos Maini explica cómo conociendo las tradiciones, que siempre trabajan las materias primas autóctonas, es posible llegar a producir prefabricados industrialmente para levantar casas de paja. En varios países ya se hace: de Sudamérica a los países nórdicos, las diferencias climáticas se solventan.
Valentina Maini lo ha hecho, cerca de Barcelona o en Valencia. Y lo sigue haciendo en viviendas con todos los permisos, seguros, normas de urbanización internas y hasta hipotecas. Ella habla de “promover antiguos caminos para días modernos”. De “descubrir y distribuir estrategias efectivas para el siglo XXI”. De “proteger y gestionar con responsabilidad el medio ambiente y recursos como el agua o los alimentos”. De crear una herencia que merezca la pena desde la responsabilidad.
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