La Cecot cifra el coste de la huelga en Cataluña en 186 millones

Calcular el impacto de un día de huelga general sobre la actividad económica sería relativamente sencillo si la protesta lograra detener por completo un país entero por espacio de 24 horas. Sin embargo, el éxito desigual, e incluso de forma intermitente, según los sectores, subsectores y las empresas, del parón hace tan difícil evaluar el seguimiento como, mucho más, los efectos para el conjunto de la economía. Máxime cuando en algunos casos las empresas pactaron por anticipado con sus respectivas plantillas recuperar el tiempo y el dinero perdidos.

Según la patronal Cecot, si todo el mundo hubiera dejado de trabajar en Cataluña el pasado miércoles, el coste habría equivalido a un 0,44% del producto interior bruto (PIB). Sin embargo, la organización que preside Antoni Abad calcula que la incidencia de la protesta solo la sufrió un 26,4% de sus asociadas hasta el mediodía y que al final del día la media del seguimiento fue del 17%. Según David Garrofer, secretario general de la Cecot, con esta incidencia el impacto sobre la generación de riqueza en Cataluña se redujo a un 0,09% del total. Como el PIB catalán asciende, según los datos de 2009 del Idescat, a 206.966 millones de euros, el coste de la huelga estimado por esta patronal empresarial se eleva a 186,26 millones de euros.

Ni la principal patronal catalana, Fomento del Trabajo, ni la patronal de pequeñas y medianas empresas PIMEC han calculado el impacto de la huelga. Ambas hablaron de "escasa" incidencia. El paro se dejó sentir, sobre todo, en el sector industrial, y dentro de este, una de las industrias más afectadas fue la del metal. Ángel Hermosilla, director general de la patronal metalúrgica UPM, lo atribuyó al "peso importante de los sindicatos en el sector". Respecto del volumen de negocio que se obtiene en el sector en un día laborable normal, Hermosilla señaló que el pasado miércoles las empresas catalanas del metal vieron reducirse la cifra "a la mitad, hasta 13 millones".

Sin embargo, UPM, cuyas más de 13.000 compañías asociadas emplean a cerca de 250.000 trabajadores, precisó que eso no significa que pueda darse por perdido todo ese dinero. "En muchos casos las empresas habían pactado que pararían para evitar conflictos, por una cuestión de intimidación, y algunas han acordado recuperar la actividad perdida unas horas cada día o trabajando los sábados o mediante permisos".

"Creo que esta huelga no ha tenido la repercusión que los sindicatos hubieran querido" y hubiera sido "aún menor" sin intimidación afirmó ayer, por su parte, Josep González, presidente de la patronal PIMEC. Según esta organización, el seguimiento medio de la huelga entre las pymes fue del 16,3%.

Por su parte, Fomento del Trabajo, que preside Joan Rosell, lamentó en un comunicado lo que consideró "falta de implicación" de los responsables del Departamento de Interior de Joan Saura ante los incidentes violentos que se produjeron durante la jornada de huelga general, a cargo de grupos antisistema. Interior "no estuvo a la altura de lo que requerían las circunstancias", opinó.