_
_
_
_
Reportaje:El desempleo

Estoy en paro, por dónde empiezo

Varios expertos aconsejan cómo mejorar un currículum, cómo abordar la entrevista y cómo usar las redes sociales en la búsqueda de empleo

Victoria Torres Benayas

La sabia máxima de que "la búsqueda de trabajo es un trabajo en sí mismo" se revela más cierta y real que nunca en tiempos en los que el desempleo afecta al 31,9% de los jóvenes españoles entre los 16 y 29 años. Recién licenciados o tras una primera experiencia profesional fracasada, surgen muchas dudas sobre cómo buscar empleo, cómo elaborar un buen currículum y cómo abordar la entrevista de trabajo.

Juan Carlos Cubeiro, experto en talento, liderazgo y coaching, explica que dado que es un trabajo "se requiere de mucha organización", empezando por "un horario establecido y riguroso". La idea es reproducir el día a día de un trabajador, con sus madrugones, sus descansos y sus "horas de ocio". También hay que "vestirse para la ocasión", nada de irse abandonando, "destinar a la búsqueda un espacio en la casa o en un cibercafé a modo de despacho" y hacerlo "en compañía de otras personas". A su juicio, buscar empleo en tándem o en equipo aporta numerosas ventajas: "Los miembros se animan unos a otros, se comprometen porque hay otras personas que se están esforzando, analizan juntos qué empresas pueden resultar interesantes, aprovechan las sinergias, aprenden compañerismo y a colaborar, eliminan el monólogo interior negativo...". ¿Y no resulta extraño colaborar con tu competencia? Para este experto no, porque considera que "es más fácil trabajar cinco para colocar a cinco que si cada uno lo intenta solo por libre".

Más información
Guía de Adecco para las entrevistas de trabajo
Me han despedido... ¿y ahora qué?

Personaliza tu carta de presentación

Frente al envío frenético y compulsivo de solicitudes idénticas a todo lo que se mueve, los profesionales consultados recomiendan analizar muy bien el mercado, determinar en qué empresas te gustaría trabajar y personalizar el currículum al máximo. "Estúdiate las compañías que te interesan a fondo y explícales qué puedes tú aportar", indica Rafael Saiz, coach especializado en alto rendimiento y gestión de emociones. "Nunca hay que enviar un currículum encabezado por estimado señor, es un error tremendo y muy frecuente y que encima se comete nada más empezar. Debemos buscar siempre el nombre de la persona a quien debe ir dirigido", pide por su parte Carlos Alemany, director en España de la empresa de cazatalentos Korn/Ferry, que recuerda que con Internet no hay excusas para no hacerlo. Pero la personalización debe ir mucho más allá porque la venta que hagas de ti mismo no puede ser la misma ni con el mismo lenguaje si te diriges a "una empresa alemana que a una americana, a una tabaquera que a una de chocolate". Por tanto, se debe tener uno base que se irá modificando según la empresa a que nos dirijamos.

El currículum debe "mostrar tus fortalezas" y ser "concreto y conciso", describe Saiz, que subraya la obligatoriedad de "llamar la atención y de forma potente" sobre todo si se tiene en cuenta que "antes se recibían 30 currículos para un puesto y ahora 300", como apuntan de forma gráfica las ETT. La consultora de Adecco Professional Carla Vega recomienda olvidar el modelo "clásico y cuadriculado" de todos conocido y apostar por otro más personal, que contengan "un sello" que nos distinga del resto, jugando con los tipos de letra, los tamaños, los iconos... sin acabar convirtiendo nuestra carta de presentación en una feria de color. También apuesta por incluir "una pequeña presentación de unas líneas" antes del listado de conocimientos y la experiencia en la que cuentes quién eres, y concluir con una declaración de intenciones con lo que buscas. La extensión debe ajustarse a una o dos páginas con posibilidad de anexos -"cuando una persona rellena dos o tres páginas tiene poco que decir", asegura Saiz- y, frente a la típica cronología de puestos de trabajo, debemos detallar la labor que desempeñamos, los logros que conseguimos y magnitudes del tipo presupuesto, facturación, personas a nuestro cargo...

¿Debo contar que me gusta leer, viajar y la natación? No, responden al unísono los consultados, porque ocuparía un espacio precioso que necesitas para hablar de tu formación, tus competencias técnicas y tu experiencia. Además, no suelen venir al caso y si les interesa ya te lo preguntarán en la entrevista. Alemany recuerda que el seleccionador va muy aprisa y rastreando palabras clave -inglés product manager y consumo, por ejemplo- así que el que busca trabajo debe identificar bien cuáles son las palabras clave del puesto al que aspira y usarlas. "Si es muy corto, no las contendrá y si es muy largo, resultará pesado". "El que acierta con las palabras clave va directamente a la carpeta de preclasificados", certifica Rodrigo Barahona, director de la División de Selección de la consultora Tea-Cegos.

¿Originalidad? Sí, pero la justa y sin colarse. "Para ser original tienes que ser tremendamente bueno o resultas pueril. Lo que sí hay que intentar es ser algo diferente", anota Alemany. Y nunca hay que mentir porque es una pérdida de tiempo para el que buscar y para el que oferta. "Es mejor ser honesto que quedar en evidencia", dice Barahona, un consejo que extiende a la posterior entrevista personal. "Muchos vienen con una chuleta de cómo mostrarse, con manuales que les instan a que sean espontáneos, naturales, reflexivos, proactivos... pero en los que jamás les dicen que sean ellos mismos y se nota mucho que están impostando", explica César Castel, director de Operaciones de Adecco Professional. Para Castel, lo fundamental es ir a la cita "tranquilo", "neutro en la presencia física" y transmitir "la energía y la ilusión" por trabajar porque a trayectorias profesionales iguales, resultará seleccionado el que más ganas tenga y mejor lo comunique. Castel desaconseja preguntar cuánto se va a ganar en el primera entrevista, un error muy común. "Ya saldrá, pero no es la pregunta que hay que hacer en una primera fase", sentencia.

Una búsqueda digital

Pero los expertos apuntan a que hay que ir olvidándose de los currículos de papel e incluso de la búsqueda de ofertas en internet en los conocidos portales como Infojob, Monster e Infoempleo y lanzarse a mostrar directamente tu trabajo en blogs y redes sociales. "Hay que elaborar un plan de marketing personal y en eso las redes sociales son una herramienta inestimable. Hay que usarlas, pero bien", anota Alemany, a lo que Barahona añade que "las redes sociales cada vez están más vinculadas a la búsqueda de trabajo". El consultor y profesor de Innovación de ISEM Fashion Business School y del instituto de Empresa Álvaro González Alorda ha publicado un libro, Los próximos 30 años, en el que explica entre otras claves cómo usar Facebook, Twitter, Linkedin, Google Profile y otras redes para colocarse. "Hoy en día hay que tener una marca personal, cualificarse en un sector como un profesional de talento, para lo que contamos con unas herramientas inimaginables hace tan sólo unos años".

En este sentido, recomienda no sólo tener un blog "en el que mostrar quién eres profesionalmente y cómo se te puede contratar" sino "lograr una buena, interesante y relevante presencia on-line a través del uso profesional de las redes sociales". Ante todo, ser cautos y no volverse locos. "No hace falta estar en todas las redes sino dejarte asesorar por un experto cuál es la que te conviene, no hay que tener un millón de fans sino una tribu de mil personas relevantes, hay que ser muy consciente de lo que se dice y de lo que se hace porque en las redes sociales no hay balas de fogueo" son algunos de sus consejos. Frente a los dinosaurios que abominan de las redes sociales, este experto recuerda que "no es obligatorio" pero sí "insensato" no moverse en entornos digitales. Ya sea en periódicos, en la red, a través de amigos y contactos, "hay que trabajar para buscar empleo", resume Castel.

Desde que una joven universitaria en paro lo redacta hasta que llega a una agencia de selección. A diferencia de los miles de currículos que se envían a diario sin que sepamos si están bien o les falta algo, éste va a tener la suerte de ser analizado por una experta, que nos explicará cómo mejorarlo, lo que nunca hay que hacer y otros consejos para llamar la atención a los empleadores.Vídeo: L. ALMODÓVAR / P. CASADO / A. DE LA RÚA / V. TORRES

Dónde sigue habiendo empleo

Desde el lado de las empresas de selección, el panorama actual es desalentador y las peores noticias es que no se esperan buenas noticias. "Las perspectivas son malas, hasta dentro de cinco años no va a producir un crecimiento que permita la creación de empleo", vaticina Barahona, que admite que en la actualidad hay "procesos de selección pequeños y puntuales". "El mercado de la selección de personal ha caído en picado un 80% entre el año 2007, el de mayor facturación para el mercado de la selección de personal, y 2009". Hace cuatro años, les "sobraban clientes y les faltaban candidatos" y ahora "les faltan clientes" y les sobran candidatos no cualificados a los que en muchos casos les falta el inglés".

Barahona recuerda que "los mayores problemas de empleo de los jóvenes están en los extremos, entre los no cualificados y los universitarios, los de FP y módulos se colocan rápidamente", aunque con matices. "Los ingenieros con idiomas son los únicos que no tienen problemas de desempleo", los "arquitectos lo están pasando mal pero se van colocando con mayor dificultad y con menor sueldo" y a los sanitarios -enfermeras, matronas, anestesistas y especialistas médicos- "se les pone una alfombra roja", frente a una "bolsa remanente de parados entre biólogos, filólogos, sociólogos, psicólogos, abogados y periodistas, hay miles por cada plaza". También hay demanda de profesionales "con formación técnica-científica para trabajos comerciales" y "posgrados muy especializados y MBA". A juicio de Castel, la mayor demanda está en Administración y Dirección de empresas -"hay muchas ofertas en áreas comerciales y financieras-, los ingenieros "siguen teniendo mucho tirón", así como los médicos. También hay mucha demanda de carreras técnicas como telecomunicaciones y aeronáutica.

En cifras

- La tasa de paro entre los menores de 25 años es del 42,1%, según la EPA del segundo trimestre de 2010. Entre los 16 y 29 años, el desempleo afecta al 31,9%.

- En Europa, el desempleo juvenil (que mide hasta los 25 años) es del 20,2% según Eurostat. El porcentaje más bajo lo registra Holanda (8,1) y el más alto, España (41,5), seguida de Letonia (39,5) y Estonia (37,2).

- En los Servicios Públicos de Empleo hay registrados 421.590 parados menores de 25 años. No baja de 400.000 desde diciembre de 2008.

- La tasa de paro entre los jóvenes hasta 29 años con nivel alto de estudios es del 19,4%, 11 puntos más que en el segundo trimestre de 2007. El desempleo entre los que tienen un nivel medio de estudios ha crecido del 13,5 al 33,8 y entre los que lo tienen bajo, del 21,5 al 52,1.

- Desde el 1 de enero de 2008, se han destruido 1.267.000 empleos para jóvenes hasta 30 años, el 27%.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Victoria Torres Benayas
Redactora de la sección de Madrid, también cubre la información meteorológica. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Navarra, cursó el máster Relaciones Internacionales y los países del Sur en la UCM. En EL PAÍS desde el año 2000, donde ha pasado por portada web, última hora y redes, además de ser profesora de su escuela entre 2007 y 2014.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_