Las 12 primeras horas de la huelga en UGT
"Quedan muchas horas de estar en la calle y el impacto se va a redondear con las manifestaciones que tienen que ser multitudinarias", asegura Méndez
La sede de UGT, un viejo convento de monjas arrecogidas, se convirtió en una central de datos que ya estaba preparada desde unas horas antes de que comenzara la jornada de huelga. Estaba todo preparado, con el servicio habitual de prensa reforzado y una sala de videoconferencias para conectar en tiempo real con todas las delegaciones del sindicato. El secretario general, Cándido Méndez, apareció por el convento a las 11,15 después del acto de cierre de campaña y de visitar la sede de las territoriales en la avenida de América, donde compartió bocadillo y cerveza con algunos compañeros que se preparaban para salir a los piquetes. Allí recibió la mala noticia de que una mujer, miembro de un piquete de CGT había sido atropellada por una furgoneta de prensa y estaba en mal estado.
A medianoche, las pantallas de los ordenadores comenzaron a recibir los primeros datos de algunos sectores que ya habían comenzado la jornada nocturna, como los servicios de limpieza y algunas fábricas con turnos ininterrumpidos. Hubo buenas vibraciones, mientras zapeaban las televisiones buscando novedades, entre ellas la falta de señal en Telemadrid. El secretario de organización del sindicato, José Javier Cubillo, trataba de organizar los datos y Méndez no dejaba de recibir llamadas de distintos lugares. Una de ellas, de José Ricardo Martínez , secretario general de Madrid, le anunciaba que la herida evolucionaba favorablemente.
Sobre la una de la mañana, Méndez dejó la sede central y recorrió en coche el centro de Madrid antes de irse a descansar. Fueron muy pocas horas, ya que a las siete de la mañana ya estaba de nuevo en el viejo convento de Hortaleza, donde un nutrido equipo, compuesto por periodistas, abogados había pasado la noche. Los servicios de prensa le informaron que había habido varios incidentes con heridos y también detenidos por la policía. Había cierta indignación por la fuerte presencia policial, sobre todo municipal, en Madrid, donde no llegaron a pactar servicios mínimos y los sindicatos se habían manifestado dispuestos a no cumplir los impuestos por el gobierno regional.
A las nueve de la mañana, Méndez conectó con todas las sedes por videoconferencia para repasar los acontecimientos. Les agradeció el esfuerzo. "La huelga ha sido una experiencia muy dura por las declaraciones muchas veces obsenas que nos han tratado de descalificar; pero el mayor desmentido es el resultado que hasta ahora está teniendo", dijo. "Quedan muchas horas de estar en la calle y el impacto se va a redondear con las manifestaciones que tienen que ser multitudinarias". Méndez afirmó también que el éxito de la huelga tiene que obligar "a una corrección en profundidad" de la reforma laboral y otras medidas previstas por el Gobierno.
Después visitó las diferentes estancias desde las que se hace el seguimiento de la jornada y, en su despacho, siguió las noticIas de las televisiones, entre ellas las declaraciones del presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, en el Congreso de los Diputados, sin hacer demasiados comentarios. Poco después recibió la visita de la plana mayor de IU encabezada por Cayo Lara y Willy Meyer, poco antes de que llegara el líder de CC OO, Ignacio Fernández Toxo, para comparacer ante los medios de comunicación.
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