Un funeral en La Almudena cierra los actos en recuerdo de las víctimas del 11-M

La agenda oficial de actos del primer aniversario de los atentados del 11 de marzo en Madrid, cuyo acto central ha sido la inauguración del Bosque de los Ausentes, ha concluido a las 21.30 horas tras una misa oficiada por el cardenal arzobispo de Madrid, monseñor Antonio Maria Rouco Varela, en la catedral de la Almudena. A la misa, que ha cerrado un día de repicar de campanas y minutos de silencio, han asistido la Familia Real al completo -los Reyes, los príncipes de Asturias y los duques de Lugo y Palma-, presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y numerosas personalidades, que han acompañado a las familias de las víctimas.

También han acudido a La Almudena el presidente del Congreso, Manuel Marín; el presidente del Supremo, Francisco José Hernando; la presidenta del Constitucional, María Emilia Casas; el Defensor del Pueblo, Enrique Múgica; la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre; y el alcalde de la capital, Alberto Ruiz-Gallardón, que plagaban las primeras filas. En el altar, Rouco ha oficiado la ceremonia, acompañado por el Nuncio del Papa en España, monseñor Manuel Monteiro de Castro, y el presidente de la Conferencia Episcopal, Ricardo Blázquez, junto a otros 20 obispos. La catedral, abarrotada, se estremecía con las primeras palabras del arzobispo: "Mis queridos familiares de las víctimas del 11 de marzo". A partir de este punto, un silencio sepulcral, sólo alterado por algún que otro sollozo, han acompañado este oficio, en que el dolor y el recuerdo a las víctimas ha sido el protagonista.

Todas las campanas

La ceremonia, que ha durado 80 minutos, ha supuesto el punto y final a una jornada de actos de homenaje que arrancaba a la misma hora en que se produjeron las explosiones en las tres estaciones de Cercanías (Santa Eugenia, El Pozo y Atocha), y frente a la calle Téllez. A las 7.37 horas, cuando, durante cinco minutos, las campanas de las más de 650 iglesias de la región han doblado en señal de duelo en recuerdo de las 191 víctimas del 11-M. Mientras, en la Puerta del Sol Aguirre ha colocado una corona de laurel en la fachada de la sede del Gobierno regional. La presidenta de Madrid ha depositado una corona de laurel, que portaban dos alumnos de la Academia de Policía de Madrid, ante la placa del 11-M.

Mientras, en Atocha, Gallardón y la portavoz del grupo municipal socialista, Trinidad Jiménez, ambos de luto riguroso y muy emocionados, han encabezado desde el andén 2 de la estación de Atocha, a las 7.39, cinco minutos de silencio. Con ellos estaban el presidente del Senado, Javier Rojo; el presidente de Renfe, José Salgueiro; el jefe de la Policía Municipal, José Luis Morcillo; y el responsable de Protección Civil, Ervigio Corral. El resto de concejales del consistorio madrileño se han repartido en los otros escenarios de los atentados. En El Pozo, familiares, vecinos y personal de Renfe y Emergencias Madrid han estado acompañados por el vicealcalde de Madrid, Manuel Cobo, y la portavoz de IU, Inés Sabanés. El minuto de silencio ha coincidido con la llegada del tren.

En los escenarios del horror

En el anden número 2 de la estación de Santa Eugenia, el concejal de Hacienda y Tercer Teniente de alcalde, Juan Bravo, y otros concejales, han escuchado en silencio el tañir de las campanas de las iglesias más próximas. Una pequeña nota en la puerta de la estación, escrita a mano, recibía a los que hoy cogían el tren en Santa Eugenia: "Aunque ha pasado un año, jamás os olvidaremos". En la calle Téllez, la concejala de Empleo y Servicios a la Ciudadanía de Madrid, Ana Botella, y, como vecina, la ministra de Sanidad, Elena Salgado, han guardado a las 7.39 cinco minutos de silencio. El acto ha tenido lugar al borde de la vía donde hace un año un tren de la línea C-7 procedente de Alcalá de Henares y con destino a Chamartín sufrió cuatro explosiones ocasionadas por otras tantas bombas colocadas por los terroristas.

A mediodía, Los Reyes han presidido la inauguración del Bosque de los Ausentes, acto central de una jornada de luto y recuerdo. 192 árboles, cipreses y olivos, recuerdan ya oficialmente en el parque del Retiro a las 192 personas que perdieron la vida en los atentados del 11 de marzo en Madrid (el Ayuntamiento y la comunidad cuentan entre las víctimas al feto de una mujer embarazada que falleció, mientras que el Gobierno habla también de 192 porque incluye al geo que murió en Leganés). Acompañados de los príncipes, del presidente del Gobierno, del líder del PP, Mariano Rajoy, de otros jefes de Estado y Gobierno y numerosos dignatarios, todos han observado cinco minutos de silencio mientras sonaba El Cant dels ocells, de Pau Casals.

Silencio y violonchelo

Don Juan Carlos y doña Sofía, los príncipes de Asturias y el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que han llegado a pie y vestidos de luto, han presidido este homenaje al que se ha sumado una veintena de jefes de Estado y de Gobierno, entre ellos el rey Mohamed VI de Marruecos. También han participado representantes de las altas instituciones del Estado, de los partidos políticos, del Ayuntamiento y de la Comunidad de Madrid y de los 16 países que perdieron a alguno de sus ciudadanos en los trenes. Ha sido un acto solemne, sin discursos, en el que el protagonista ha sido el silencio, la música y el recuerdo. Sólo los Reyes han depositado una corona de flores con la inscripción En memoria de todas las víctimas del terrorismo sobre flores blancas y moradas.

A esa misma hora, millones de españoles se han sumado a los cinco minutos de silencio. En concentraciones silenciosas frente a los centros de trabajo, en las calles, en las plazas, en las puertas de los Ayuntamientos, de las instituciones, parando sus coches en mitad de la calle, en todas las ciudades de España, los españoles han rendido su homenaje a los fallecidos. Muchas empresas han interrumpido su actividad, los trenes de Renfe han parado, y el silencio ha presidido, durante cinco minutos, la vida en España. A las 13.00, la Asociación de Víctimas del Terrorismo ha realizado, también en el Retiro, una ofrenda floral y la lectura de un manifiesto de recuerdo de las 1.024 víctimas españolas del terrorismo. Los musulmanes de Madrid y de otras ciudades como Fuengirola (Málaga) han dedicado sus rezos a los afectados.