Bono homenajea en Turquía a las víctimas del Yak-42 un año después de la tragedia

Más de un centenar de familiares de los 62 militares españoles muertos en el accidente del Yak-42, acompañados del ministro de Defensa, José Bono, y su homólogo turco, Vecdi Gonul, han asistido esta mañana en Turquía a la inauguración de dos monumentos en memoria de los fallecidos, en el día en que se cumple un año de la tragedia. Uno se levanta en la ciudad de Macka, la más cercana al lugar del accidente, y otro en la ladera de la montaña contra la que se estrelló el avión, un triste escenario que han pisado por vez primera, entre numerosas escenas de nervios y dolor, los 152 familiares que se han desplazado hasta allí.

El monumento inaugurado en la llamada desde hoy Plaza de la Amistad Hispano-Turca de Macka es una estatua de un soldado turco con un soldado español en sus brazos. Bajo la figura, de bronce, están inscritos en el mármol los nombres de los 62 militares españoles muertos en el accidente.

Con los 152 familiares instalados bajo una carpa, los ministros español y turco descubrieron la estatua, tapada con las banderas de ambos países. Tras ofrecer unas coronas de flores y sonar los dos himnos nacionales, se produjeron las alocuciones de los mandatarios. En su intervención, Bono corrigió unas palabras del "Homenaje a los caídos", que dicen: "No quisieron morir de otra manera". "Hubieran querido morir de otra manera", manifestó Bono. "Lo que no quisieron fue vivir de otro modo que no fuera el servicio armado. Nadie muere mientras no se le olvida", señaló.

Antes de subir al monte Pilav, donde se estrelló el avión y donde ha quedado instalado un monolito en recuerdo a los fallecidos, Bono hizo un alto en el camino para hablar con la cadena SER. En declaraciones a Iñaki Gabilondo, el ministro de Defensa aseguró que el acto en Macka ha sido "muy emotivo" y que en él se ha visto "la hondura de sentimiento del pueblo turco". Bono, "emocionado" y "satisfecho", recordó que, un año después de la tragedia, desde el Gobierno sólo se puede ofrecer "el bálsamo de la verdad". El ministro dijo que espera que los familiares tengan los resultados del cotejo de ADN realizado a 37 de las 62 familias "en una semana o diez días".

Apertura de una comisión de investigación

Poco antes del inicio del primero de los homenajes, a primera hora de esta mañana, Francisco Cardona, padre de un sargento fallecido, se mostró dispuesto a exigir al juez la exhumación del cadáver, ya que está seguro de que los restos que le entregaron y que enterró en Moncada (Valencia) no son los de su hijo. Afirmó que cuando lo demuestren las pruebas de ADN, acudirá al juez, "y no pararé hasta que me traigan a mi hijo a Moncada".

Cardona se mostró algo molesto con las últimas manifestaciones del ministro José Bono. "Si quiere exculparlos (en referencia al anterior equipo ministerial), él sabrá lo que hace", dijo. Bono exculpó ayer al anterior equipo de su departamento, dirigido por Federico Trillo-Figueroa, de responsabilidad en el accidente del Yak-42 que, hace hoy un año, se estrelló en Trabzon (Turquía) causando la muerte de 62 militares españoles, aunque admitió que pudo cometerse negligencia en la identificación de los cadáveres. En su primera comparecencia ante la Comisión de Defensa, Bono afirmó que no es su propósito "azuzar" ni permitir que "se azuce" contra anteriores responsables del Ministerio que, en su opinión, actuaron sin mala voluntad, aunque pudieron incurrir en falta de diligencia.

El presidente de la asociación de familiares de víctimas del Yak-42, Carlos Ripollés, ha manifestado hoy que en cuanto se conozcan los resultados de cotejar las muestras de ADN de los fallecidos con las de sus allegados, se verá que hubo fallos en la identificación de los cadáveres y que la comisión parlamentaria de investigacion "caerá por su propio peso".

Perdón en nombre de los Ejércitos

El ministro de Defensa pidió anoche "perdón" a los familiares de los 62 militares españoles muertos en el accidente del Yakovlev-42, en nombre de "los Ejércitos", por las "faltas" cometidas en todo lo referente al siniestro.

Bono mantuvo anoche con 152 familiares de las víctimas una cena privada en la localidad de Macka, en la que les pidió "piedad y perdón para quienes más faltas hayan cometido o quienes más nos hayamos equivocado". Pero el ministro añadió que no pide a los familiares "ni olvido ni indulgencia judicial". "Tenéis derecho a estar enfadados; quizás hayamos dado motivos para ello".

En un "breve y emotivo" discurso, según asistentes al encuentro, Bono reclamó asimismo "paz para ellos". "Quiero que les recordemos como siempre fueron y como quisieron ser, militares, y los llevemos en los tuétanos", dijo.

En dos aviones del Ejército del Aire se han trasladado a Turquía, para participar en el homenaje, 152 familiares de víctimas; el ministro José Bono; el secretario general de Política de Defensa, Francisco Torrente; el arzobispo castrense, Francisco Pérez; y Juan Alberto Belloch, alcalde de Zaragoza, ciudad en la que tenían su base una veintena de los fallecidos. También habían sido invitados los alcaldes de Burgos y Valencia, de donde eran muchos de los militares muertos, pero excusaron su ausencia por motivos institucionales.