Asturias celebra la boda real a 500 kilómetros de distancia
Pantallas de televisión y brindis de sidra en las calles de Oviedo, engalanadas para el enlace
Las calles de las ciudades españolas se han quedado vacías hoy y los ciudadanos han preferido seguir desde sus casas la boda real. Dos han sido los puntos de la celebración callejera: Madrid y Asturias. El Principado ha celebrado el enlace de doña Letizia Ortiz y don Felipe de Borbón. Razones no les faltan, ya que la futura reina de España será asturiana.
La celebración ha sido especial en Oviedo, una ciudad que ha vestido sus mejores galas pese a los 500 kilómetros que le separan de Madrid. Tanto en la capital del Principado, donde nació la novia y ahora Princesa de Asturias, como en Ribadesella, donde residen sus abuelos paternos, se ha vivido durante la mañana de hoy una fiesta.
Los ovetenses se han despertado con una alborada de gaiteros que han recorrido la calles de la ciudad como preludio del enlace real. A medida que se acercaba la hora del enlace, las calles se han ido quedando desiertas y los comercios de la ciudad vacíos. En el Auditorio Príncipe Felipe, el Ayuntamiento de Oviedo decidió a última hora instalar una pantalla gigante donde se ha retransmitido la boda. En torno a un centenar de personas se ha dado cita en el auditorio para presenciar el acto religioso.
Gaitas y sol en Oviedo
En la plaza del Ayuntamiento, un centenar de gaiteros se ha congregado a la espera de que la ceremonia culminase para empezar el pasacalles. Mientras en Madrid llovía, en Oviedo el sol se dejaba entrever entre las nubes. A escasos metros, en el mercado del Fontán, los comerciantes han instalado una pantalla para seguir la boda y han organizado un ágape con sidra para todos los que se han acercado hasta la zona. Los clientes estaban más pendientes de la televisión que de las compras. Al término de la boda, clientes y comerciantes han brindado con sidra por la pareja real.
Donde se ha vivido el enlace, quizás con mayor intensidad ha sido en Ribadesella. El Ayuntamiento ha instalado una carpa en la plaza de la localidad, donde se han colocado pantallas gigantes para que los vecinos pudieran seguir con todo detalle el acontecimiento. El momento de mayor emotividad se ha producido cuando la abuela paterna de de doña Letizia, Menchu Álvarez del Valle, ha leído durante la ceremonia la Carta de San Pablo a los Corintios. Tras la ceremonia, en Ribadesella se ha brindado con 500 litros de sidra.
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