El Gobierno concede a la futura princesa la más alta condecoración

El Consejo de Ministros concedió ayer a Letizia Ortiz, a partir de hoy princesa de Asturias, la Gran Cruz de la Real y Distinguida Orden Española de Carlos III, la más alta condecoración nacional, creada por el monarca que le da nombre en 1771. Además, el Gobierno realizó una declaración institucional en la que desea al Príncipe y a Letizia Ortiz "felicidad en sus vidas", les expresa "su lealtad, su respeto y su afecto", al tiempo que anima a los españoles a compartir su alegría, a acoger con hospitalidad a los visitantes y a participar activamente en los diversos actos de celebración.

El Ejecutivo otorga mediante un real decreto la Gran Cruz de la Real y Distinguida Orden Española de Carlos III a Letizia Ortiz, en la víspera de su boda con el Príncipe. El Rey es el jefe y soberano de dicha orden y la gobierna auxiliado por un consejo, mientras que su cancillería tiene su sede en la presidencia del Gobierno, informa Efe. La reina Sofía recibió esta condecoración, como excepción especialísima, con ocasión de su matrimonio con don Juan Carlos, en 1962, ya que, hasta entonces, sólo tuvo esta distinción la reina Isabel II. Desde 1985, se hizo extensiva la concesión de la Orden de Carlos III a damas españolas y extranjeras.

Además, el Gobierno "quiere subrayar el carácter y el significado institucional de este solemne acontecimiento para la Jefatura del Estado", ya que como establece la Constitución, la Corona encarna la continuidad, unidad y permanencia del Estado, asume su más alta representación y arbitra y modera el funcionamiento regular de las instituciones.

El coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, quien ha decidido no acudir a la boda, ha enviado su enhorabuena a los novios junto con un libro de José Caveda y Nava, publicado en 1839, una colección de poesías en bable que "fielmente retratan los usos y costumbres, la simplicidad y rustiquez" de los aldeanos, según reza el propio texto impreso.

Los pajes y damas de honor que acompañarán hoy a la futura princesa de Asturias y a su padre, Jesús Ortiz, a la entrada en la catedral, llevarán trajes de inspiración goyesca diseñados por Lorenzo Caprile. Además de los cinco nietos de los Reyes y la nieta del infante don Carlos, formarán el cortejo la única sobrina de Letizia Ortiz y una joven prima suya. Los pajes han estado ensayando desde el lunes cómo portarán las guirnaldas de flores delante de la novia.

Los pajes más pequeños, Pablo Nicolás y Miguel, hijos de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarín, duques de Palma, irán vestidos con camisa y pantalón y llevarán una banda de seda amarilla anudada a la cintura, que está inspirada en la que lucen los niños de los duques de Osuna y el infante niño don Francisco de Paula en los retratos que pintó Francisco de Goya.

Las niñas, Victoria, hija de la infanta Elena y Jaime de Marichalar, y Carla Vigo Ortiz, llevarán también anudada a la cintura la banda de seda amarilla, un detalle de la España del siglo XVIII y lucirán un vestido con cuerpo de cuello redondo y mangas francesas con aplicaciones de encajes y cintas, y una falda o basquiña.

Los mayores, Felipe Juan Froilán y Juan Valentín, hijos de los duques de Lugo y de los de Palma, respectivamente, llevarán casaca, chupa equivalente al chaleco y calzón, además de un corbatín con guirindola y zapatos de hebilla, trajes que reproducen los que se llevaban en la segunda mitad del siglo XVIII. Los trajes de las dos damas de honor se inspiran también en los de las personas que atendían a los miembros del familia real en aquella época. Ana Codorniú Álvarez de Toledo (hija de Pedro López Quesada y Cristina de Borbón-Dos Sicilias, nieta del infante don Carlos y Ana de Francia) y Claudia González Ortiz (prima de la novia) llevarán un jubón adornado con cintas y plisados, falda o basquiña y un pañolón o delantal bordados, además de manoletinas y redecillas, los complementos adecuados a la época de Goya.