El despliegue policial para blindar Madrid supera sin incidentes la etapa más delicada del enlace

Atrás han quedado las estaciones más complicadas del evento que ha desplegado a más de 20.000 agentes de policía, soldados, tanquetas, perros adiestrados y francotiradores por calles, azoteas y alcantarillas de medio Madrid. Con todos los invitados reunidos en el Palacio Real para el almuerzo, la parte más delicada de la Operación Lazo para blindar la boda del Príncipe ha concluido sin incidentes.

Fuentes policiales habían indicado esta mañana que la normalidad era la pauta en una jornada de sábado cuando menos anormal. El centro de coordinación montado por el Cuerpo Nacional de Policía no ha sufrido sobresalto alguno, una calma que parece haberse incluso extendido al resto de la ciudad, a tenor del descenso en las llamadas a los servicios de emergencia. Si por lo general se reciben unos siete avisos por minutos en el 112, durante el momento cumbre del enlace, los 20 minutos previos a la llegada de la novia al altar, apenas llegaron 34, en su mayoría por lipotimias entre el personal que se agolpaba para ver a los novios.

20.000 agentes en las calles

Desde primeras horas de esta mañana, policías a caballo, agentes con perros, helicópteros y alrededor de 200 francotiradores apostados en los tejados velan por la seguridad de la capital. Son sólo algunas de las medidas puestas en marcha en Madrid, que ha acogido el enlace bajo un dispositivo sin precedentes que incluye el despliegue de más de 20.000 efectivos policiales, la implicación directa de las Fuerzas Armadas y la utilización de alta tecnología. Casi 15.000 agentes del Cuerpo Nacional de Policía vigilan las calles de la capital. Además, el Ayuntamiento de Madrid ha desplegado 1.140 policías municipales al operativo, también integrado por más de 3.000 agentes en prácticas de la academia que el Cuerpo Nacional de Policía tiene en Ávila.

Los controles de seguridad no se han limitado a las aproximadamente 5.000 personas que han podido presenciar el enlace desde el Palacio Real. También aquellos que se agolpaban en la plaza de España y en los aledaños a la catedral de la Almudena han visto registrados sus bolsos y mochilas, mientras un helicóptero sobrevolaba la zona.

Azoteas, alcantarillas y perros

Cerca de 200 francotiradores de las unidades de élite del Cuerpo Nacional de Policía han seguido el paso de la comitiva real entre el Palacio de Oriente y la Basílica de Atocha desde las azoteas. Muchos metros más abajo, especialistas en subsuelo de la Policía y la Guardia Civil recorría, como lleva haciendo desde hace varios días, las tripas de la capital, para asegurar las alcantarillas. Y en la superficie, los millares de agentes contaban con la ayuda de uno 60 perros policía con las narices adiestradas para detectar explosivos.

A kilómetros de distancia, en el punto neurálgico más alejado del meollo de la boda, el aeropuerto de Barajas vivía una jornada sin incidentes, con 894 operaciones programas y que discurren con normalidad pese al despliegue de seguridad. Entre las seis de la tarde de ayer y las ocho de la noche de mañana, no podrán volar por el espacio aéreo de Madrid aparatos que operen bajo reglas visuales, es decir avionetas, globos, helicópteros y similares. Esta medida de seguridad ordenada por el ministerio de Defensa no afecta a los vuelos comerciales instrumentales o de emergencias y seguridad.