El fuel amenaza ya las Rías Baixas

La primera avanzadilla de la mancha principal dejada por el naufragio del petrolero Prestige, que el vicepresidente del Gobierno Mariano Rajoy situaba a 19 millas de la costa esta mañana, ha llegado al borde de la Ría de Arousa, en las Rías Baixas, hasta ahora vírgenes de contaminación. Cuatro barcos anticontaminación y tres mejilloneros han conseguido contener la mancha en la boca de la citada ría pero la alerta es general porque el fuerte viento del oeste arrastra el combustible hacia la costa. En la zona se recoge el 80% del mejillón europeo.

Antes, esta mañana, pequeñas manchas de fuel habían alcanzado las playas de Riazor, Orzán y Amorosas, en A Coruña y los equipos de limpieza del ayuntamiento trabajan para hacerlas desaparecer, según ha informado en rueda de prensa el alcalde, Francisco Vázquez.

Mientras, el ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas, ha reconocido que playas que ya estaban limpias han amanecido cubiertas de fuel esta mañana. Hay 164 playas manchadas por los restos del Prestige, 13 de las cuales están muy afectadas.

Rajoy ha señalado que gracias a la mejoría del tiempo, cinco barcos trabajan extrayendo fuel, del que ya se han recogido 7.000 toneladas. Además, se ha referido al batiscafo francés Nautile, que ya se ha desplazado a la zona del hundimiento y que se ha sumergido para comprobar el estado del fuel que se fue a pique con el barco.

Don Juan Carlos visita la zona

Mientras, el Rey ha visitado esta mañana las localidades coruñesas de Muxía y Laxe para conocer el alcance del desastre ecológico y económico provocado por el vertido del petrolero. Durante su periplo, el monarca ha apelado a la colaboración de la sociedad y las instituciones para afrontar la catástrofe: "todos tenemos que ayudar", ha dicho.

Don Juan Carlos ha caminado por la playa de Muxía y se ha reunido con pescadores, voluntarios que realizan las labores de limpieza del fuel y alcaldes de la zona afectada, los que han expresado al monarca sus problemas y preocupaciones. Después, acompañado por Mariano Rajoy y el presidente de la Xunta, Manuel Fraga, se ha trasladado a Laxe, donde ha sido recibido por el alcalde de la localidad, Antón Carrecedo, por el delegado del Gobierno, Arsenio Fernández de Mesa, y por el conselleiro de Pesca, Enrique López Veiga.

Pleno extraordinario

Por otra parte, el portavoz parlamentario del PSOE, Jesús Caldera, ha anunciado hoy PSOE, IU y PNV pretenden que la Junta de Portavoces del Congreso se reúna mañana para convocar un pleno extraordinario el próximo miércoles en el que comparezca el presidente del Gobierno, José María Aznar, ante la exigencia "masiva" del pueblo gallego manifestada ayer. El PSOE considera que la comparecencia de Rajoy el jueves no es suficiente porque "está hecha a la medida del Gobierno".

Además, ha criticado que el Gobierno no ha dado todavía información al Parlamento sobre las decisiones que adoptó ante el accidente del petrolero, expresando sus sospechas de que la razón de esta falta de información es que "el Gobierno quiere ocultar la comisión de serias irresponsabilidades". En especial, ha cargado contra los ministros de los ramos más relacionados con el accidente, porque "en los peores momentos estaban de holganza, ociosos", en vez de permanecer al frente de sus respectivos departamentos, ante lo cual ha reclamado aclaraciones.

En respuesta a Caldera, el ministro de Administraciones Públicas y secretario general del PP, Javier Arenas, ha afirmado hoy que "no cabe exigir responsabilidades políticas" ya que, a su juicio, las familias gallegas "saben" que el Gobierno ha trabajado "buscando la eficacia y no la foto", que ha trabajado con "discreción, diligencia y rapidez", en menor tiempo del que lo hicieron los gobiernos socialistas de Felipe González en otros accidentes similares, como el del Mar Egeo.