La juez ordena la prisión incondicional del responsable de captar clientes para Gescartera
Anibal Sardón, el cuarto imputado por el caso de la agencia de valores que ingresa en la cárcel, está acusado de sendos delitos de apropiación indebida y estafa
La juez de la Audiencia Nacional Teresa Palacios ha decretado hoy prisión incondicional y sin fianza para Anibal Sardón, propietario de la sociedad que captaba clientes para la agencia de valores Gescartera. Así lo había solicitado el fiscal anticorrupción Vicente González Mota ante el riesgo de fuga del imputado. Sardón, que ha ingresado esta noche en la cárcel de Alcalá-Meco, está acusado de sendos delitos de apropiación indebida y estafa.
Sardón es el propietario de la Asesoría de Gestión y Patrimonio (AGP), que captó unos 200 clientes para Gescartera, la agencia de valores de la que se evaporaron 18.000 millones de pesetas. Los clientes de AGP invirtieron en la agencia cerca de 3.000 millones de pesetas (18 millones de euros); entre los estafados figuran la Mutualidad de la Policía y Construcciones Rico.
Sardón es el cuarto implicado en este caso que ingresa en prisión, después de que antes lo hicieran el propietario de la empresa, Antonio Camacho; su presidenta, Pilar Giménez-Reyna; y su asesor fiscal y a la vez propietario de la firma Hari 2000, Julio Rodriguez Gil.
"Juegos de guerra virtuales"
La decisión de la titular del Juzgado Central de Instrucción número 3 de la Audiencia Nacional se ha producido después de que Sardón declarara ayer como imputado durante ocho horas. Ante la juez, Sardón negó casi todo y no supo explicar casi nada, según varios letrados de la oposición.
Cuando la juez Palacios y el fiscal le interrogaron por un estadillo extraído de un ordenador de AGP, en el que supuestamente constaban las inversiones de los clientes de la firma en Gescartera, el interés real que percibía por la inversión y el interés ficticio que le enseñaba al cliente, Sardón afirmó que eran "simulaciones" de "inversiones virtuales" que el creaba para convencer a Camacho de que su firma era rentable, algo que él dudaba.
No es un mero comercial
Sardón negó que las cifras que constaban como intereses reales en estos "juegos de guerra" —entre el 25% y el 34%— fueran los intereses que AGP cobraba a Gescartera por las inversiones, como sospechan los investigadores, y que las cantidades que figuran como intereses ficticios —entre el 3% y el 4,5%— fueran los intereses que las inversiones producían a los clientes de AGP, quedándose el propio Sardón con la diferencia.
El fiscal ha pedido la prisión sin fianza por el riesgo de fuga y para garantizar que el dinero pueda aparecer, ya que Sardón no se limitó a ser un mero comercial y captó dinero para Gescartera que se ha perdido. Conocía lo que estaba pasando y hubiera cobrado de Gescartera de una sociedad llamada Tecnibran, en una cuenta que tenía conjuntamente con Camacho. Sardón estaba en libertad provisional, aunque tenía que presentarse diariamente en el juzgado y se le había retirado el pasaporte.
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