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Juego de tronos en las cúpulas: así funciona la ‘trituradora’ de consejeros delegados

En 2024 se batió el récord de relevos en las cumbres de las mayores empresas cotizadas del mundo, con 202 salidas

Consejeros delegados
Carlos Tavares anunció su renuncia como consejero delegado de Stellantis el pasado 1 de diciembre.Stefano Guidi (Getty Images)
Carmen Sánchez-Silva

Malos tiempos para los consejeros delegados. Como si de la serie Juego de tronos se tratase, sus cabezas ruedan por los mercados bursátiles sin piedad. Los datos de la empresa de selección de directivos Russell Reynolds así lo atestiguan. El año 2024 se cobró la cifra más alta de relevos de directores ejecutivos en las grandes compañías cotizadas mundiales desde que hay datos. Una cifra récord, dice esta firma de cazatalentos, que ha contabilizado 202 salidas durante el pasado ejercicio en las empresas que cotizan en los 13 principales índices bursátiles del mundo —entre los que no se encuentra el Ibex 35, donde también hubo cambios el año pasado y los sigue habiendo en el arranque de 2025—. El dato supone un 9% más que en 2023 y se sitúa claramente por encima de la media de 186 despidos de los últimos seis ejercicios.

El índice estadounidense S&P 500 es el detonante más claro de esta elevada rotación: 58 primeros espadas dejaron de serlo en 2024, “el segundo dato más alto registrado”, tras un aumento del 21% respecto a 2023. Con casos como los de Pat Gelsinger, consejero delegado de Intel; Noel Quinn, del banco HSBC; Dave Calhoun, de Boeing; Laxman Narasimhan, de Starbucks; John Donahoe, de Nike, o Carlos Tavares, de Stellantis, como máximos exponentes.

Tras Wall Street, el segundo mercado con más bajas fue el australiano. En el índice ASX 200 hubo 27 ceses de máximos dirigentes. El tercer lugar en el escalafón fue para el británico Footsie 100, con 12 salidas. Entre las tres Bolsas acapararon cerca de la mitad de los despidos. No obstante, Russell Reynolds sostiene en su informe The transformation of the CEO que el 70% de los índices estudiados (EE UU, Australia, Reino Unido, Francia, Alemania, Suiza, India, China, Japón y Singapur) mostraron una tendencia superior a la media.

Las causas de la aceleración de los relevos son, por supuesto, múltiples. No sorprenden en un mundo plagado de curvas, incierto y donde las tensiones geopolíticas y los cambios tecnológicos tienen un claro impacto en los negocios. La también empresa de cazatalentos Korn Ferry señala en uno de los informes que envía a sus clientes que casi el 40% de los consejeros delegados fueron obligados a dimitir. Ya sea por una mala racha de ventas, por su incapacidad para recuperar la confianza de los clientes o por una estrategia de reducción de costes fallida al no lograr elevar la rentabilidad de la compañía. El caso es que el año pasado muchos consejos de administración perdieron la paciencia con sus primeros ejecutivos, reconoce esta firma.

Laxman Narasimhan fue relevado al frente de Starbucks el pasado año.
Laxman Narasimhan fue relevado al frente de Starbucks el pasado año. Pietro S. D'Aprano (Getty Images

La exposición de los consejeros delegados de las empresas cotizadas ha aumentado considerablemente. Y no son pocos los accionistas que piden sus cabezas. Los plazos para lograr resultados se acortan. De hecho, al menos 43 líderes salieron de las compañías en sus primeros 36 meses en el cargo, como el consejero delegado de Starbucks (Laxman Narasimhan), el de Burberry (Jonathan Akeroyd), Peloton (Barry McCarthy) o Atos (Yves Bernaert). Hay más escrutinio sobre su actuación y en este refuerzo de la atención los inversores activistas están desempeñando un papel decisivo, forzando la salida de los dirigentes. El estudio de Russell Reynolds cita un dato de Barclays, según el cual un récord de 27 directores ejecutivos dimitieron o fueron obligados a dimitir por inversores activistas, casi el triple que en 2020. La presencia de estos fondos beligerantes se está dejando sentir especialmente en Estados Unidos, donde analizan qué empresas están creando poco valor para sus accionistas, entran en su capital y, cuando pasan seis trimestres donde la compañía lo hace peor que sus rivales, suelen intervenir, según el informe.

“Los inversores cada vez opinan más y provocan cambios; ejercen su papel fiduciario e intervienen en la gestión del consejero delegado”, sostiene Juan Prieto, fundador de Corporance, el primer asesor de voto creado en España. Su homólogo al frente del proxy solicitor Georgeson, Carlos Sáez Gallego, señala que cuando un inversor activista lanza una campaña contra una compañía, normalmente es por dos razones: por su pobre desempeño económico o por fallos en su gobierno corporativo.

“Son unos jugadores que antes no estaban tan presentes y ahora tienen capacidad de forzar salidas”, aprecia Antonio Núñez, socio sénior de Parangon Partners, quien destaca que en España son sobre todo los accionistas de referencia del sector público los que están exigiendo movimientos en las cúpulas de sectores estratégicos, como las telecomunicaciones o la defensa. Los casos del relevo de José María Álvarez-Pallete por Marc Murtra en Telefónica y la sustitución en cascada de este por Ángel Escribano en Indra del mes pasado son algunos ejemplos. Anteriormente, empresas como Cellnex o Grifols sintieron muy de cerca la presión de los activistas.

“El activismo ha dinamizado el mercado y ahora cualquier fondo, hasta los institucionales, quiere estar encima de la gestión, lo que obliga al consejero delegado a estar preparado”, analiza Luis Urbano, socio de Heidrick & Struggles.

Noel Quinn, ex consejero delegado del banco HSBC.
Noel Quinn, ex consejero delegado del banco HSBC.Bryan Bedder (Getty Images / Bloomberg Philanthropies)

En Estados Unidos, Laxman Narasimhan renunció a su cargo tras solo 17 meses de permanencia en él. La fuerte caída de las ventas de Starbucks y del precio de sus acciones llevaron al inversor activista Elliot Management a forzar el relevo. También Ping An Insurance obligó a dimitir a Noel Quinn al frente de HSBC al presentar un voto de protesta a su reelección. Pat Gelsinger fue conminado a dejar la dirección de Intel en diciembre después de que, durante su mandato, el precio de la acción cayera en picado, al perder el tren de la inteligencia artificial (IA).

Tecnología, a la cabeza

Es precisamente el sector tecnológico el que ha vivido más ceses entre sus dirigentes. Mientras en el conjunto de las industrias el aumento de las salidas fue del 9% entre 2023 y 2024, en el sector tecnológico ha resultado 10 veces mayor: del 90%. Hasta 40 directivos han abandonado sus empresas, lo que equivale al 50% más que el promedio de los últimos seis años. La profundidad de los cambios en la industria, impulsada por la IA, por las cuantiosas inversiones en infraestructuras y software, ha propiciado esta alta rotación. Intel, Atos, AWS, Check Point, TD Synnex o ABB son algunos ejemplos de relevos en la cúpula dentro del sector tecnológico.

Pat Gelsinger se jubila al frente de Intel.
Pat Gelsinger se jubila al frente de Intel. I-HWA CHENG (AFP / Getty Images)

Y así es como, según el informe de Russell Reynolds, “el creciente énfasis en el rol del consejero delegado y el estatus de celebridad que le acompaña” han aumentado la presión sobre él. “Estamos viendo a directores ejecutivos que sólo quieren hacer ese trabajo una sola vez”. Por eso no es de extrañar que el 85% de los consejeros delegados nombrados durante 2024 hayan sido debutantes, personas que ejercen por primera vez el cargo “porque hay un número cada vez mayor de líderes cualificados que no quieren el puesto”.

Ramón Gómez de Olea, presidente de Russell Reynolds España, destaca el papel más activo que están tomando los consejos de administración de las empresas cotizadas en el seguimiento de la función del consejero delegado y en la elaboración de su plan de sucesión. Señal de la mejora del gobierno corporativo de las organizaciones, explica. El año pasado, prosigue, el 22% de los primeros espadas que abandonaron las cotizadas lo hicieron como consecuencia de la sistematización de los planes de sucesión, planificación de la que resultó que un 14% menos lo hicieran por malos resultados. La mayor presión por parte de los órganos gestores de las compañías sobre su labor y la intervención más estrecha de los mismos puede estar generando tensión en los altos ejecutivos, a los que les gusta la autonomía, y provocando su renuncia, analiza Gómez de Olea.

Planes de sucesión

Consecuencia del auge de los planes de sucesión, se detecta que siete de cada diez consejeros delegados entrantes fueron promovidos dentro de la organización, cifra superior a la media del 69% de los seis años previos. En el sector tecnológico los candidatos internos sumaron el 84% del total de las nuevas caras. Una buena noticia, según los cazatalentos, porque preparar la cantera interna es la mejor manera de reducir el riesgo de destruir el valor para los accionistas con los movimientos en las cumbres. Jesús Marrodan, socio de Korn Ferry, considera que como los cambios en las cúpulas ejecutivas se suceden cada vez más rápido, una contratación externa representa un peligro mayor porque la adaptación a la compañía del nuevo consejero delegado no está asegurada por muy bien que se gestione el proceso. De ahí que se estén viendo más contrataciones externas fallidas que en años anteriores, dice.

El procedimiento de contratación suele durar entre tres y cinco meses, incide Marrodan, un periodo que pone nerviosos a accionistas e inversores cuando se ha producido un cese y suele presionar el precio de la acción a la baja.

La velocidad a la que se están sucediendo las transformaciones en el mundo se ha trasladado a las altas esferas corporativas. De ahí que la duración en el cargo de los líderes se haya acortado. El mandato medio es de 7,4 años, según Russell Reynold, que calcu­la 8,7años para los consejeros delegados cuyo nombramiento fue fruto de un relevo interno y 7,3 años para los llegados de fuera de la empresa. Y hace también una aproximación por género. El resultado es que las mujeres registran un promedio de permanencia muy inferior a sus pares varones: 4,6 años para ellas y 7,6 años para ellos. El cazatalentos sostiene que la efectividad de los directores ejecutivos alcanza su punto álgido alrededor del sexto año de gestión. Y comienza a disminuir a partir del octavo.

Brecha de género

A las mujeres se les sigue cerrando la puerta a la dirección ejecutiva, aunque la brecha se ha reducido: si a principios de 2024 estábamos a 81 años de alcanzar la paridad de género, según el ritmo de nombramientos que había, 12 meses después la cifra se ha recortado hasta 72,5 años (el mercado japonés es el más retrasado en este campo). “Es un hecho que la tendencia actual de alta rotación de consejeros delegados es positiva para la igualdad, ya que crea oportunidades para las mujeres”, indica el informe. El año pasado, las directoras ejecutivas protagonizaron 24 nombramientos en el mundo, apenas el 11% del total, si bien en las compañías cotizadas en el S&P 500 el porcentaje ascendió al 15% (con nueve directoras ejecutivas) o en las del Footsie 100 se llegó al 14% (dos), en el índice australiano ASX 200 apenas alcanzaron el 7%.

Unidades de Salud Pública y Anti-Adulteración de los Carabinieri d’ Italia (Nuclei Antisofisticazione e Sanità dell’Arma dei Carabinieri) en una captura de pantalla del video difundido por Europol del operación Shiel V.
Unidades de Salud Pública y Anti-Adulteración de los Carabinieri d’ Italia (Nuclei Antisofisticazione e Sanità dell’Arma dei Carabinieri) en una captura de pantalla del video difundido por Europol del operación Shiel V.Europol

En España, Bankinter es el ejemplo del ascenso femenino. Dolores Dancausa dio el año pasado el testigo a Gloria Ortiz como consejera delegada. En el Ibex en 2024 hubo dos relevos más, en concreto al frente de Grifols y Fluidra (tres considerando la designación de Pedro Sigüenza en Sacyr, si bien el presidente Manuel Manrique continúa como ejecutivo). Tres o cuatro movimientos frente a los cinco de 2023. Y en lo que va de 2025 ya se han producido dos relevos, lo que deja entrever que la tendencia de los cambios se acelera, según Marrodan, y que la duración en el cargo se acorta porque las transformaciones económicas son constantes y no todos pueden responder a ellos: “No es fácil estar más de cinco o seis años en el puesto”, dice. Su previsión apunta a que este año puede cerrarse con cinco o seis relevos en el Ibex y una docena si se contabiliza el mercado continuo.

“Nos tenemos que acostumbrar a los cambios. Vamos a seguir viendo rotación durante este ejercicio debido a dos efectos. El primero es que los consejeros delegados cada vez permanecen menos tiempo en el puesto y el segundo que ellos mismos quieren acabar su carrera profesional más pronto”, sintetiza Luis Urbano. Telefónica e Indra no son las únicas empresas que han designado nuevos primeros ejecutivos en el arranque del año, otras como Nokia, Tinder, Peugeot, Baxter, Sony, Johnson Controls también lo han hecho. El juego de tronos en las cúpulas continúa.

Agotamiento y juventud

El título de consejero delegado [que según Ramón Gómez de Olea, de Russell Reynolds, está muy sobrevalorado] agota. Bien porque llega una edad en la que se hace difícil soportar tantos cambios en el entorno, o bien porque las transformaciones son tan vertiginosas que cuesta adaptarse. Primeros ejecutivos de empresas como ABB, Galp, Cemex u Honor han decidido jubilarse o abandonar su cargo por motivos personales o familiares.
En casi todos los mercados los relevos vienen forzados por la incertidumbre y la falta de agilidad de las grandes compañías frente a sus rivales más pequeños para acometer las transformaciones necesarias, señala Luis Urbano, de Heidrick & Struggles. A fin de llevar a cabo estas nuevas estrategias, la mayoría  de las organizaciones están dando paso a personas más jóvenes en el timón de mando. Salvo en el caso de Nike, que ha rescatado a Elliott Hill, ya jubilado, para enderezar el rumbo de la empresa, indica.
Otros que se apartan del día a día, del rol de ejecutivo, optan por quedarse en el consejo de administración de la compañía, donde la presión por los resultados no es tan exigente. Es el caso de los consejeros delegados de Bankinter, Fluidra o Viscofan en España, que han dado el paso hacia el órgano rector. 
Los consejos de administración se están rejuveneciendo con personas de entre 50 y 55 años. En muchos casos mujeres, que descartan continuar como consejeras delegadas y optan por la labor no ejecutiva. “El atractivo de los consejos para las mujeres es preocupante”, declara Urbano, a la vista del raquítico porcentaje de féminas en la dirección.
Pero ya no solo se sale de la labor ejecutiva para entrar en la de asesoría. También se está volviendo tendencia que las grandes empresas designen a sus consejeros directores ejecutivos, como ha sido el caso de Ángel Escribano al frente de Indra.


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Sobre la firma

Carmen Sánchez-Silva
Es redactora del suplemento Negocios. Está especializada en Economía (empleo, gestión, educación, turismo, igualdad de género). Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS. Previamente trabajó en La Gaceta de los Negocios, Cinco Días, Ranking, Mercado e Ideas y Negocios. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense.
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