Batería del grupo Maná y emprendedor: así es el tequila Mala Vida de Álex González
El músico creó la marca de espirituoso en 2016 y vende al año 60.000 botellas
Clavado en un bar, herido y ahogado, el protagonista de una de las canciones del grupo Maná bebía tequila para olvidar y sacudirse el dolor. Álex González, batería de esta formación —y de De La Tierra—, empezó en 2016 a comercializar su propio tequila, Mala Vida, para compartir y hacer honor a la cultura de Jalisco, Estado mexicano en el que este trago y la banda hunden sus raíces.
Con la experiencia a sus espaldas de haber tenido dos restaurantes, en los que veía el peso de las bebidas en las cuentas, González no era nuevo en los negocios relacionados con la gastronomía. “Después de haber disfrutado el mundo de los restaurantes, me entró esta inquietud de hacer mi propio tequila”, cuenta por teléfono el fundador, de gira por España con Maná en el momento de la entrevista. “Y ahí es donde entra a la película Álvaro González”, añade sobre el segundo de los tres socios de Mala Vida, con quien comparte apellido, pero no parentesco. González invitó al otro González, que contaba con su propio bagaje profesional en el sector de las bebidas, a unirse al proyecto, y durante dos años desarrollaron la marca.
Ser de Guadalajara, la capital de Jalisco, dice el socio, les facilitó los primeros pasos. “Por medio de amigos al final siempre llegábamos a una destilería, entonces la verdad es que no fue complicado”, recuerda. “Obviamente sí tuvimos muchos retos como, por ejemplo, hacer el perfil que queríamos nosotros”. Conseguir que su tequila blanco, base del resto de etiquetas, tuviera las características que buscaban fue lo que más trabajo les costó. “Yo quería hacer un blanco que fuera muy muy suave a la hora de pasarlo”, comenta el músico y empresario, nacido en Miami hace 55 años.
Comenzaron a trabajar con una destilería, pero la relación no acabó de cuajar y, tras dos producciones, se aliaron con la actual, Tequilas El Mexicano, con quienes producen, a partir de agaves weber azul de entre seis y ocho años, las variedades actuales: blanco, reposado y añejo. Hace dos años, además, comercializaron el extraañejo, elaborado en colaboración con otra marca. “Seguramente el próximo año vamos a volver a sacar esa edición especial y a ver si podemos mandar un poquito para acá”, comenta Álvaro González.
La botella que viste su tequila también varió con el tiempo. “Yo quería salir con una botella como las que se veían en las películas de José Alfredo Jiménez [actor y cantautor mexicano] y toda esta gente, bien charros, bien mexicanos”, cuenta González sobre los primeros envases, más genéricos. Ahora tienen un diseño más personal que incluye símbolos de la cultura del país norteamericano y las baquetas e iniciales del batería. “Quería hacer algo que fuera muy mexicano, pero a la vez también muy rock and roll”, añade.
El primer país en el que se empezó a vender este tequila fue España, donde la bebida aún estaba asociada a un consumo menos consciente del producto, más ligado al chupito. “No había muchas marcas y tampoco hay, digamos, educación o mucho mundo del tequila”, cuenta el músico. Actualmente Mala Vida se comercializa en Estados Unidos, que es su principal mercado, Canadá, México y España —donde se puede comprar en algunas tiendas físicas de Madrid y Barcelona y online— y está aterrizando en nuevos territorios como El Salvador y el Reino Unido.
Con sus productos, que sitúan en la categoría “de alta gama” y que se mueven en un rango de precios entre 50 y 80 euros, facturan alrededor de 800.000 euros. Los beneficios que generan, dicen, se reinvierten en el crecimiento y desarrollo de la compañía, en la que están involucradas, de manera directa o indirecta, unas 25 personas. “Como cualquier persona que tiene un negocio, uno quiere que le vaya bien, independientemente de lo que uno sea, pero el interés principal era compartir algo de la cultura nuestra, de Jalisco, y hacer las cosas muy bien”, asegura Álex González. Este 2024 esperan vender entre 48.000 y 60.000 botellas, frente a las 35.000 del ejercicio pasado.
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