La sobreproducción de agave en México genera una alerta climática
El paisaje agavero declarado Patrimonio de la Humanidad se ha convertido en un depredador ecológico
A 17 años de convertirse en Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, el paisaje agavero del tequila no está libre de problemas. En años recientes, el aumento de la demanda de esta planta ha extendido las áreas dedicadas a su consumo, contribuyendo a la pérdida de ecosistemas claves y al descenso de otros productos básicos como el maíz.
En las últimas tres décadas, la industria tequilera creció en 526% según datos del Consejo Regulador del Tequila (CRT). Esta popularidad provocó que el cultivo se extendiera fuera del estado de Jalisco, hacia Michoacán y Guanajuato.
A pesar de las restricciones sobre las zonas de siembra de agave, es común la quema y deforestación de espacios naturales para darle prioridad a este cultivo. Espacios protegidos, como el bosque La Primavera, se han visto impactados por el aumento de este tipo de siembra.
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