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El secreto de la empresa que limpia el aire de El Celler de Can Roca

La covid dio un empujón a Urban Air Purifier, que desarrolla aparatos para purificar el ambiente

Uno de los dispositivos de la empresa.
Uno de los dispositivos de la empresa.

Limpiar el aire. Eliminar partículas contaminantes, virus o bacterias es el objetivo que se marcó hace ya una década el empresario barcelonés Joaquín Cusí después de que su padre falleciera de cáncer. Biólogo de formación y propietario de una empresa de publicidad, empezó a desarrollar un equipo que ejerciera de panel publicitario a la vez que filtraba sustancias nocivas para la salud en el exterior. Tardó cinco años en desarrollarlo y finalmente, tras la irrupción de la covid, impulsó Urban Air Purifier. Desde 2020 decenas de hospitales, gimnasios o restaurantes como El Celler de Can Roca han instalado sus unidades. También Renfe prueba ya los equipos en una de sus estaciones subterráneas de Madrid. Con más de 400.000 euros facturados en 2023, espera rozar el millón en 2024.

Las máquinas están inspiradas en las marquesinas de las paradas de autobús y los mupis, soportes publicitarios urbanos. Funcionan de una manera muy simple. Aspiran el aire por la parte inferior, lo filtran a través de diferentes etapas en su interior y finalmente lo expulsan por la zona superior. El filtrado se adapta a la función principal que vaya a tener: ya sea eliminar nanopartículas de una industria metalúrgica, retener contaminantes suspendidos en el aire de un espacio público o atrapar virus y bacterias en instalaciones sanitarias. Cada unidad, además, lleva una pantalla digital incorporada, que puede servir para ofrecer información o publicidad. En España hay ya equipos instalados en distintos puntos de Madrid, Barcelona, Santander, Valencia o Córdoba, además de algunos proyectos más en marcha en ciudades como Málaga. También hay unidades en países como Chile, Alemania o Serbia.

Los hospitales fueron los primeros en dar un impulso a la start-up. El pistoletazo de salida lo dio el Hospital Clínico de Barcelona, que testó la maquinaria y decidió instalarla. Más tarde llegó al Gregorio Marañón y La Paz en Madrid, a los que siguieron otros como el Hospital General de Valencia. “Lo teníamos todo testado por laboratorios de la Universidad Autónoma de Barcelona, pero cada centro hospitalario ha realizado pruebas antes de sus adquisiciones. Son los propios clientes los que nos han confirmado que funciona”, explica Joaquín Cusí, director ejecutivo de la compañía, una de las elegidas por Lanzadera el pasado septiembre para pasar por su programa de aceleración. “Nos ha venido muy bien porque nos están ayudando mucho a realizar el camino necesario para crecer”, añade su hijo, Mateo Cusí, ejecutivo de cuentas.

La firma fue adjudicataria del reto Transporte Ecológico de Renfe durante el otoño pasado. Es un proyecto piloto para limpiar el aire de una estación subterránea en Madrid. De sus resultados y su eficacia dependerá que la compañía ferroviaria adquiera más equipos por un valor de hasta un millón de euros. Mientras, Urban Air Purifier se ha marcado como objetivo ser referencia en la purificación del aire dentro y fuera de España.

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