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Adolfo Ramírez-Escudero (CBRE): “Hay pocas cosas mejores que un pintxo”

El presidente de la consultora inmobiliaria en España y Latinoamérica, miembro de un club de lectura y ferviente seguidor del Athletic de Bilbao, se siente afortunado y reconocido profesionalmente

Adolfo Ramírez-Escudero CBRE
Adolfo Ramírez-Escudero, presidente de CBRE España y Latinoamérica.PABLO ROIG SEGOVIA
Sandra López Letón

Un lector empedernido y un viajero ávido de nuevas aventuras. Pocas palabras para un primer esbozo de Adolfo Ramírez-Escudero, directivo de 51 años que lleva a la ciudad en la que nació, Bilbao, en el corazón. Su trabajo, como presidente de la consultora CBRE España y desde enero también de Latinoamérica, le ha aportado infinidad de experiencias positivas. Entre ellas, la de conocer a su mujer. Como tarea pendiente tiene la desconexión digital, pero eso será a partir de septiembre porque en pocas semanas comienza sus vacaciones en Namibia.

Pregunta. Es licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad de Deusto. ¿Qué recuerdo tiene de los jesuitas?

Respuesta. Tengo el recuerdo de la disciplina, pero también de mucha practicidad. Un enfoque muy claro hacia la educación, con compromiso y disciplina, pero también bastante asentado en la realidad. Y luego los compañeros fueron fantásticos, lo mejor de la Comercial es la gente que estudiaba conmigo.

P. ¿El trabajo forja el carácter?

R. El trabajo para mí han sido muchas cosas: una vía para conocer gente fantástica, crecer profesionalmente, aprender un oficio y ser reconocido por ello. Y en esta etapa ha sido una vía para dirigir un equipo humano y un proyecto internacional, lo cual te abre una perspectiva muy interesante, te permite tener experiencias con otras culturas y pueblos. Eso está muy bien. Ah y también me ha permitido conocer a mi mujer, que es alemana.

P. Ahora entiendo por qué define su núcleo familiar como bicultural alemán-español. ¿Cómo se conocieron?

R. Vino como responsable de las cuentas de los inversores alemanes, que estaban bastante activos en el sector inmobiliario. De esto hace ya 18 o 20 años, así que lleva tiempo viviendo en España. Tenemos dos hijos, Neela y Daniel, y los dos estudian en un colegio alemán.

P. ¿Se le ha pegado algo del carácter alemán?

R. Hay muchos tópicos sobre eso. Creo que es una cultura con muchas compatibilidades y sinergias con la española. Somos muy distintos, pero somos compatibles y hacemos buen equipo. Al menos mi experiencia ha sido así.

P. Hace un momento ha hablado de reconocimiento. ¿Se siente reconocido profesionalmente?

R. Me siento muy afortunado por haber tenido la oportunidad de disfrutar de este trabajo y estas responsabilidades. Y me siento también reconocido porque cuando te dan responsabilidad, te dan reconocimiento.

P. ¿Viaja mucho por trabajo?

R. Desde enero soy responsable del área de Latinoamérica y también mantengo la responsabilidad de España y Portugal, con lo cual viajo asiduamente dentro de la geografía ibérica y cada mes y medio hago un periplo por Brasil, México, Argentina y Chile. En cualquier caso, creo que todos viajamos menos, se ha perdido un poco esa idea de que el ejecutivo tenía que estar todo el día en un avión. Desde luego en nuestra empresa es así y por lo que veo con mis colegas es bastante generalizado. La tecnología permite tener más interacción sin necesidad de viajar. Una cosa buena de la covid, mira.

P. Cada año hace un viaje con su familia a un país nuevo. ¿Tiene contratado el viaje de cara a las vacaciones de verano?

R. Lo tengo cerrado porque mujer es alemana, con lo cual lo cerramos siete meses antes de la fecha (risas). Es cierto que había que planificarlo porque vamos a Namibia y al delta de Okavango. Namibia es uno de los países de África que es seguro y te permite coger un todoterreno y descubrir. Y en el delta de Okavango un haremos poco de sarafi fotográfico.

P. ¿El anterior dónde fue?

R. El último fue a la Provenza francesa, porque estamos aprendiendo, y algunos reaprendiendo, francés y a los niños les venía bien para practicar un poco. Pero mi sitio especial es Menorca.

P. ¿Por qué Menorca?

R. Voy desde que tenía dos años, o sea, que eso es culpa de mis padres. Es una isla maravillosa, tiene todo lo bueno de una isla del Mediterráneo y algunas cosas específicas, como estar menos desarrollada y ser muy genuina. Vamos todos los años, es un ancla, aunque sea una semana.

P. Me ha hablado en varias ocasiones de su familia. ¿Qué es para usted?

R. Es la base y la estabilidad, lo que da sentido a muchísimas cosas de nuestra vida. Mi mujer es una compañera de viaje y además me ha dado dos hijos maravillosos, que yo creo que es una de las cosas que más trascendencia da al humano, su descendencia.

P. ¿Practica la desconexión digital consigo mismo y con sus empleados?

R. Tengo que mejorar un poquito eso. No lo hago todo lo bien que debería. Intento ser muy respetuoso con la gente que no trabaja directamente conmigo, pero con los que trabajamos más directamente quizá nos mantenemos algo más conectados de lo que se debería. También ellos lo hacen. Trato de respetar el fin de semana. En cualquier caso, la gente siempre tiene la posibilidad de no mirar el teléfono o contestar más tarde.

P. ¿Es esta una asignatura pendiente?

R. Bueno, creo que esto es una opción un poco personal, cada uno decide. Quizá dejo un poco para el final mi tiempo y el tiempo de mi familia y tengo que defender ese equilibrio. Lo llevo medio bien, pero creo que lo puedo mejorar un poquito.

P. ¿Hace deporte a diario?

R. Me levanto muy pronto y de 6 a 7 hago deporte, básicamente gimnasio; después, desayuno con la familia y casi siempre estoy en la oficina a las 8. El deporte me gusta mucho y el fin de semana me gusta salir con amigos a andar en bici y disfrutar de la sierra madrileña.

P. ¿Sube mucho a Bilbao?

R. Menos de lo que me gustaría. Intento ir al menos una vez cada tres meses porque, además, tengo a mis padres allí.

P. ¿Lo echa de menos?, ¿se ha planteado volver?

R. No me he planteado volver para vivir, pero siempre hay cosas que echas de menos. Lo bueno es que lo tienes muy cerca. Lo llevo en el corazón, pero no creo que vuelva; el mundo ahora ha crecido para todos y es más probable que mis hijos acaben en Nueva York o Londres que en Bilbao.

P. ¿Hay algo mejor que un pintxo?

R. Hombre, más rico, pocas cosas. A mí me gustan muchos los pintxos y me gusta lo que se hace alrededor de tomar un pincho, como hablar con los amigos. Seguro que hay cosas igualmente buenas, pero esa es una opción que me gusta mucho.

P. Y entre el txakoli, un Ribera y un Rioja, ¿con cuál se queda?

R. Me quedo con un Ribera.

P. Es miembro de un club de literatura. ¿Qué le aporta la lectura y en qué libro esté inmerso?

R. La lectura me aporta perspectivas, conocimiento, belleza y relax. Muchísimas cosas en una. Y también es una excusa para encontrarme con mis amigos del club y poder hablar con ellos. Hemos leído más de 150 libros ya. Normalmente leo más de un libro a la vez. Ahora estoy releyendo Momentos estelares de la historia de la humanidad, de Stefan Zweig, que es una joya. En el otro extremo estoy leyendo uno sobre cómo competir en la era de la inteligencia artificial.

P. ¿Le preocupa la inteligencia artificial?

R. Diría que me apasiona. Hay una parte de atracción y también un poco de temor en cuanto a cómo pueda evolucionar. Pero me tiendo a quedar siempre con la parte positiva de la pasión más que la negativa.

P. ¿Recomendaría a alguno de sus hijos que siga sus pasos profesionales?

R. Una de las mejores cosas que tenemos es la libertad, así que les recomendaría que hagan aquello con lo que disfruten muchísimo y hagan el bien para los demás.

P. ¿Han mostrado interés?

R. Son pequeños. Es difícil entender el sector inmobiliario desde fuera para los jóvenes. A mi hijo le cuentas que estamos haciendo el proyect management del Santiago Bernabéu y eso le interesa un montón (risas).

P. ¿Entonces usted, ferviente seguidor del Athletic de Bilbao, y su hijo no siguen al mismo equipo?

R. Se ha pasado al Madrid, ¿te lo puedes creer?

P. ¿Cómo fue?

R. Con nocturnidad y alevosía (risas). Llegó un momento en el que me dijo que ser del Athletic de Bilbao no renta nada. Pero es su segundo equipo y el Bayern de Múnich es el tercero.

P. ¿Dejaría algún plan importante por no perderse un partido de su equipo?

R. Cancelaría algún plan por una final, especialmente si es del Athletic de Bilbao, que tampoco tenemos tantas.

P. ¿Algún secreto inconfesable que quiera sacar a la luz?

R. Soy muy transparente, casi todo lo he confesado ya. Tengo pocos secretos, la verdad. Creo que la vida es mucho más sencilla diciendo lo que piensas y siendo transparente y claro.

P. ¿Cuál es su aspiración?

R. La aspiración es sencilla, es mirar atrás y estar orgulloso. En el último tercio de vida me gustaría devolver a la sociedad todo lo que me ha dado, me siento afortunado. Y hacerlo tanto desde el punto de vista de la enseñanza, que me gusta, como desde el punto de vista de actividades de carácter social.

P. ¿Le da miedo la enfermedad y el paso del tiempo?

R. La salud y la educación son dos grandes pilares del siglo XXI. Sin la salud es difícil poder disfrutar de lo que nos rodea y sin la educación a veces es muy difícil tener esa riqueza que te permite disfrutar de los detalles. Por ahora no me angustia cumplir años porque me encuentro muy bien, de momento cada año ha sido mejor.

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Sobre la firma

Sandra López Letón
Redactora especializada en el sector inmobiliario, del que informa desde hace más de dos décadas. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional en EL PAÍS. Actualmente, escribe en el suplemento de información económica 'Negocios'. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid.

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