Se acabó ir al médico para coger la baja en Portugal
A partir de abril, ningún empleado tendrá que acudir al centro de salud para solicitar partes por ausencias inferiores a tres días
En abril, que en Portugal es algo más que un mes desde que la dictadura se hundió en 1974, cambiarán algunas cosas para los trabajadores. Bajo un paraguas legal bautizado como Agenda de Trabajo Digno, lo que invita a preguntarse qué ha pasado por el camino y en qué momento el empleo se convirtió en indigno, se alterarán muchos aspectos para tratar de evitar la precariedad, aumentar la conciliación y fomentar la igualdad. Es un texto que entronca con el espíritu de la geringonça, aquella alianza parlamentaria de la izquierda que nació en 2015 cuando una moción de censura del Partido Socialista (PS), apoyada por el Bloco de Esquerda (BE) y el Partido Comunista Portugués (PCP), arrebató el Gobierno al conservador Pedro Passos Coelho, que presidió el Ejecutivo más breve de la democracia portuguesa: 11 días.
La geringonça comenzó a agonizar en su segundo tiempo, a partir de 2019, y murió definitivamente en enero de 2022, cuando los socialistas lograron una mayoría absoluta que les ha permitido prescindir de sus antiguos aliados. Por eso, la tramitación parlamentaria de la Agenda de Trabajo Digno, modificada con propuestas del BE y el PCP aceptadas por el PS, revive un clima de diálogo que parecía enterrado.
La discusión parlamentaria ha permitido la incorporación de algunas medidas que no figuraban en el texto de partida, como la autogestión de las bajas médicas de menos de tres días por los trabajadores. A partir de abril, ningún empleado tendrá que acudir a un centro de salud para solicitar a un médico un justificante sobre su dolencia. Le bastará con telefonear al SNS24, el portal donde se gestionan todas las prestaciones sanitarias digitales (de pedir citas a teleconsultas) y solicitar una baja, que recibirá de forma automática. Aunque la ley exige que el empleado la pida bajo una declaración de honor, esta será presupuesta y no será necesario presentar ningún documento.
Este mecanismo de autogestión solo podrá realizarse para casos de enfermedad inferiores a tres días y estará limitado a un par de veces al año. Si el trabajador supera los tres días de ausencia más de dos veces, necesitará acudir al centro de salud para pedir el documento del médico. La entrada en vigor de esta medida facilitará la vida de los trabajadores, que se ahorrarán desplazamientos y horas de espera en ambulatorios. Y también aligerará la carga de los facultativos.
750.000 consultas menos
Tan feliz como la ministra de Trabajo, Solidaridad y Seguridad Social, Ana Mendes Godinho, a la que corresponde la iniciativa de la Agenda de Trabajo Digno, se encuentra el ministro de Salud, Manuel Pizarro, con el ahorro de 750.000 consultas cada año solo para emitir bajas de menos de tres días en los centros sanitarios. Se alivia la sobrecarga burocrática del personal sanitario y no representa ningún coste para el sistema público. Las ausencias de menos de tres días seguirán sin ser remuneradas ni por la empresa ni por la Seguridad Social.
Hay otras medidas en la Agenda que también representan un gran salto en los derechos laborales, como la consideración de los repartidores de plataformas digitales como trabajadores por cuenta ajena, la mejora de las indemnizaciones por despido, los límites a la temporalidad de los contratos, el aumento del permiso exclusivo de paternidad de 20 a 28 días y la ampliación de las ausencias por fallecimiento del cónyuge de 5 a 20 días. En su ámbito se contempla también el proyecto piloto para probar la semana laboral de cuatro días, que comenzará en unos meses en Portugal y que coordinará el economista Pedro Gomes, autor del libro Viernes es el nuevo sábado.
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