Terremoto en los chips: Nvidia entra en Intel con una inversión de 4.200 millones y cierran una alianza
El histórico fabricante se dispara en Bolsa. La operación llega tras la entrada del Gobierno de Trump en Intel


Sacudida en la industria tecnológica. Nvidia ha cerrado un acuerdo para invertir 5.000 millones de dólares (unos 4.250 millones de euros) en su histórico rival Intel, inmerso en una grave crisis financiera y operativa en los últimos años. Además, ambas empresas han establecido una alianza para desarrollar conjuntamente chips para ordenadores personales y servidores.
Bajo el acuerdo, Nvidia pagará 23,28 dólares por cada acción de Intel, precio que supone un descuento del 6,5% con respecto al cierre de la sesión del miércoles.
Tras el anuncio, las acciones de Intel se han disparado más de un 28% en el Nasdaq, llevando la acción por encima de los 31 dólares, nuevo máximo anual. También las acciones de Nvidia se han disparado cerca de un 4%, superando los 176 dólares, y vuelven a acercarse a sus máximos históricos de 184 dólares, marcados en las últimas semanas, en plena euforia por las tecnologías vinculadas a la inteligencia artificial (IA). Nvidia se ha situado como la mayor empresa del mundo por capitalización bursátil, con un valor de mercado de 4,27 billones de dólares. Intel, por su parte, capitaliza 147.000 millones de dólares, gracias al rebote registrado desde principios de agosto. De hecho, sus títulos cotizaban a comienzos del mes pasado por debajo de 20 dólares.
La nueva transacción llega pocas semanas después del acuerdo del Gobierno de Donald Trump para la adquisición de un 10% de Intel, dentro de un amplio proceso de reestructuración para salvar al grupo estadounidense de chips. Precisamente, con la citada subida en Bolsa de este jueves, el valor de la participación del Gobierno de EE UU en Intel ha superado los 14.000 millones de dólares, con una revalorización cercana a los 4.900 millones desde que el acuerdo se anunció en agosto.
El acuerdo con la Administración Trump establecía la compra de 433,3 millones de acciones de Intel, a un precio de 20,47 dólares por título. En un hecho relevante remitido en agosto a la Comisión de Valores de EE UU (SEC), Intel explicó que ya había emitido 274,6 millones de acciones para el Departamento de Comercio estadounidense, y depositado los 158,7 millones de títulos restantes en una cuenta de depósito en garantía, que se liberaría en favor del Gobierno en la medida en que Estados Unidos fuese realizando desembolsos a Intel en virtud de la Ley de Chips.
Dentro de esta reestructuración, también el grupo japonés Softbank realizó una inversión por sorpresa de 2.000 millones de dólares durante el mes de agosto en Intel, que también está recaudando efectivo mediante la venta de activos a grupos de inversión (la pasada primavera acordó la venta de una participación del 51% en su negocio de chips programables Altera a Silver Lake, en una transacción valorada en 4.460 millones de dólares). La firma nipona se ha comprometido a invertir miles de millones de dólares en la fabricación de chips y la infraestructura de cloud en Estados Unidos.
Con el acuerdo, Intel utilizará la tecnología gráfica de Nvidia en los próximos chips para PC y también proporcionará sus procesadores para productos de centros de datos basados en hardware de Nvidia.
Además, ambos socios reforzarán sus respectivas posiciones frente a AMD. De esta manera, Intel ofrecerá chips para PC que combinan procesamiento de propósito general con componentes gráficos de Nvidia, un posicionamiento que permitirá al histórico fabricante reforzar la competencia con su rival AMD, que ha estado ganando cuota de mercado en los últimos tiempos en el ámbito de los ordenadores de sobremesa y portátiles. Al mismo tiempo, AMD es el competidor más fuerte de Nvidia en el segmento de los chips gráficos.
“Esta colaboración histórica une estrechamente la inteligencia artificial y la computación acelerada de Nvidia con las CPU de Intel y el vasto ecosistema x86: una fusión de dos plataformas de clase mundial”, afirmó Jensen Huang, consejero delegado de Nvidia, en un comunicado. “Juntos, expandiremos nuestros ecosistemas y sentaremos las bases para la próxima era de la computación”, añadió.
A su vez, el consejero delegado de Intel, Lip-Bu Tan, señaló que las “plataformas líderes” de su compañía para centros de datos y computación de cliente, combinadas con su tecnología de procesos, fabricación y capacidades avanzadas de empaquetado, complementarán el liderazgo de Nvidia en IA y computación acelerada para impulsar nuevos avances en la industria. “Agradecemos la confianza que Jensen y el equipo de Nvidia han depositado en nosotros con su inversión y esperamos con ilusión el trabajo futuro mientras innovamos para nuestros clientes y expandimos nuestro negocio”, afirmó.
Las dos compañías no un calendario para la venta de los primeros equipos y afirmaron que el anuncio no afecta sus planes futuros individuales.
Crisis de Intel
Las cuentas del segundo trimestre de Intel no lograron despejar las incertidumbres. El grupo registró unos ingresos de 12.860 millones de dólares, por encima de la previsión del mercado, pero sufrió unas pérdidas por acción de 0,10 dólares, frente a unas previsiones de un beneficio por título de 0,01 dólares. Intel contabilizó un deterioro no monetario de 800 millones de dólares y cargos por depreciación acelerada relacionados con “herramientas excedentes sin reutilización identificada”.
En este escenario, Intel comunicó un ajuste de plantilla del 15% para situarla en 75.000 empleados a final de 2025. En abril, la firma ya había adelantado un recorte de la fuerza laboral del 20%. Intel decidió cancelar los planes de construcción de fábricas en Alemania y Polonia, además de ralentizar el desarrollo de la planta de Ohio, en Estados Unidos.
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