El BBVA eleva su previsión de crecimiento al 2,8%, pero advierte sobre el deterioro exterior por la guerra arancelaria
Considera que el crecimiento global perderá impulso por el proteccionismo y la incertidumbre. Calcula que los aranceles de EEUU podrían restar al PIB de los países desarrollados entre un 0,2% y un 0,4%


El servicio de estudios del BBVA ha elevado para este año sus previsiones de crecimiento sobre la economía española desde el 2,3% hasta el 2,8%. Esta revisión obedece a las ganancias de competitividad observadas por el comportamiento de las exportaciones; una moderación de la inflación que hará que, en un mercado laboral tenso con salarios al alza, las rentas reales crezcan; la bajada de tipos, que permite impulsar sectores que se apoyan más en el crédito como el inmobiliario o el consumo de bienes duraderos; una política fiscal que no será contractiva pese a la entrada en vigor de las nuevas reglas fiscales europeas debido a la falta de medidas de ajuste y a las ayudas por la dana, y la mejora del empleo, que se está incluso acelerando. Sin embargo, los economistas del banco advierten de que está aumentando la probabilidad de que se materialicen escenarios de riesgo, en un contexto de tensiones geopolíticas y elevada incertidumbre, sobre todo por los anuncios de aranceles.
BBVA Research tacha estos de políticas erráticas en cuanto que no se entiende qué se persigue con ellos y cómo se van a concretar. “En ningún modelo de predicción económica se da un impacto positivo por los aranceles”, explican. En opinión de estos analistas, los aranceles están siendo más que una herramienta de negociación y anticipan que habrá unos generales del 10% y del 60% para China. Sería una previsión de guerra arancelaria bastante contenida. Bajo estos supuestos y sin tener en cuenta las represalias, dan una cifra indicativa de una pérdida de entre un 0,2% y un 0,4% del PIB en los países desarrollados. Si bien afectaría algo menos a España por su menor exposición al comercio con Estados Unidos. En consecuencia, el crecimiento global perderá impulso por el proteccionismo y la incertidumbre. Aun así, la inercia es fuerte: Estados Unidos crecerá este año un 2,5% y China, un 4,5%.
También contribuyen a elevar estos riesgos el encarecimiento del gas, el estancamiento de la eurozona sobre todo por Alemania, Francia e Italia, un ahorro muy elevado de los hogares españoles, una política insuficiente para impulsar la construcción de vivienda en España y una política económica nacional incapaz de alcanzar consensos y tomar medidas. El BBVA destaca que hasta siete comunidades no tienen presupuesto y que el Gobierno central opera con los de 2023. De hecho, recuerdan que el Ejecutivo se ha mostrado incapaz de adoptar algunas iniciativas necesarias para cumplir con los compromisos fiscales europeos, como la subida de la tributación del diésel o el impuesto sobre las energéticas. “La magnitud de los ajustes futuros, junto con la necesidad de aumentar el gasto en vivienda, defensa, pensiones o sanidad, requiere de unos presupuestos que den certidumbre sobre cómo se financiarán”, concluye el informe.
Europa se enfrenta a un cambio de modelo de crecimiento, de abastecimiento energético y de política de seguridad. Y será de particular importancia la rapidez y las cuantías de las políticas que se adopten, en especial en Alemania. “Las decisiones que se tomen durante los próximos meses serán clave para determinar si se acelera una salida o si se mantienen las perspectivas de estancamiento secular”, dice el análisis del banco. Y añade que el entorno geopolítico podría acabar haciendo más expansiva la política fiscal en Europa.
En España, los últimos indicadores confirman que el empleo gana fuerza, que el consumo en servicios y bienes duraderos está aumentando y que el consumo público se desacelera por una menor creación de empleo en las administraciones. Respecto a las zonas afectadas por la dana, se aprecia en los datos del banco una recuperación de la actividad más rápida de lo que se preveía gracias a las ayudas. Y la inversión en construcción residencial comienza a trazar una recuperación sostenida, aunque se queda corta respecto a las necesidades de vivienda que se están creando y precisa de más medidas para fomentar la oferta, recalcan los expertos de la entidad. “La falta de consenso sobre cómo abordar el problema de la vivienda supone un obstáculo importante a su resolución”, subraya el documento.
En cualquier caso, el 2024 y el inicio del 2025 han sido mejores de lo esperado. Los analistas del BBVA resaltan que la economía española está exhibiendo un comportamiento diferencial respecto al resto de la eurozona. Se está abriendo una brecha más positiva que las registradas tras otras crisis como la de 2008. Y ello refleja una capacidad de crecimiento mayor, en parte propulsada por un aumento de la población activa protagonizado por los inmigrantes.
Los economistas del banco ven como un riesgo que el ahorro se esté manteniendo muy alto en la economía española. La incertidumbre sobre la situación de las cuentas públicas y la futura generosidad de las pensiones puede estar provocando que aumente el ahorro, que sobre todo se está concentrando en los colectivos de mayor renta. Y si bien los inmigrantes están aumentando la capacidad de producción, estos tienen una menor propensión a consumir, sostienen.
Otro factor de riesgo para BBVA Research es la debilidad de la inversión, “que sigue sin mostrar una respuesta acorde con el ritmo de crecimiento del PIB a pesar de los fondos europeos”. No obstante, ven algunas señales de mejora por la bajada de tipos, los fondos europeos, la recuperación de la construcción y un leve repunte del crédito empresarial.
Respecto a la reducción de por ley de la jornada legal de trabajo, afirman que subiría los costes laborales y por tanto sería un lastre para la creación de empleo y la generación de PIB. Solo un 12% de los trabajadores tienen firmadas jornadas igual o por debajo de las 37,5 horas, dicen.
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