Tesla se hunde en Bolsa ante el temor a que Elon Musk ahuyente a los clientes

“Lo compré antes de que ELON SE VOLVIERA LOCO”. Cada vez más Tesla circulan en Estados Unidos con esa pegatina en su exterior. El hombre más rico del mundo, Elon Musk, ha asumido un papel protagonista en el Gobierno de Donald Trump, con medidas impopulares, acoso y amenazas que lleva a cabo sin habilitación legal para ello. El jueves pasado lucía una motosierra en una conferencia conservadora; el sábado amenazaba con el despido a más de dos millones de empleados federales si no le hacían caso; este martes pedía despedir a los jueces.

Su deriva autoritaria e impopular preocupa a los inversores. Hay manifestaciones en los concesionarios donde se le tacha de nazi y fascista. Las ventas en Europa se han hundido. Con esa avalancha de malas noticias, las acciones de Tesla cayeron este martes más de un 8% en Bolsa y la compañía pasó a valer menos de un billón de dólares por primera vez en varios meses.

Las ventas de Tesla se desplomaron un 45% el mes pasado en toda Europa, según los datos difundidos este martes por la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles. La empresa dirigida por Elon Musk matriculó solo 9.945 coches en enero, frente a los 18.161 de hace un año. El desplome en los países de la Unión Europea fue aún mayor, del 50,3%, hasta las 7.517 unidades. No se trató de un problema del mercado, sino que los fabricantes rivales experimentaron un aumento de la demanda. Las ventas de vehículos eléctricos aumentaron un 37% en el conjunto del sector, y los fabricantes de automóviles registraron grandes ganancias en Alemania y el Reino Unido.

Tesla vendió solo 1.277 coches en enero en Alemania, su total mensual más bajo desde julio de 2021. Las ventas en Francia se desplomaron un 63% en su peor resultado allí desde agosto de 2022. La empresa también registró menos vehículos que la china BYD por primera vez en el Reino Unido, al sufrir una caída de casi un 8% en un mercado de vehículos eléctricos que creció un 42%. En el caso de España, sus matriculaciones se derrumbaron un 75,5%, hasta solo 268 unidades.

YouGov realizó encuestas en Alemania y el Reino Unido a mediados de enero que revelaron que Musk era visto desfavorablemente y que su intromisión en la política de los países era mal recibida. El 71% de los encuestados tenía una opinión negativa sobre el hombre más rico del mundo y menos del 20% la tenía positiva. El consejero delegado de Tesla organizó un debate en directo con la líder del partido Alternativa para Alemania (AfD), Alice Weidel, en su red social X el 9 de enero en un intento de impulsar el partido de extrema derecha y prorruso que terminó segundo en las elecciones de esta semana. En Reino Unido atacó a su primer ministro, Keir Starmer (del que llegó a pedir su encarcelamiento), y a miembros de su Gobierno, difundiendo bulos y desinformación. En España ha mostrado su apoyo a Vox.

En todo caso, el desplome de las ventas en Europa se debe a una serie de factores, no solo a la impopularidad del jefe de la empresa. Entre ellos están problemas de inventario y de transición entre modelos y la dura competencia de otros fabricantes, en especial la china BYD, con coches eléctricos más baratos.

El malestar contra Musk y Tesla se extiende también por Estados Unidos. Las manifestaciones a las puertas de las tiendas donde se venden los coches eléctricos se repiten por todo el país y también hay llamamientos al boicot. Muchos de los clientes de la compañía están concienciados con el cambio climático y las emisiones de dióxido de carbono. Ahora ven que Musk es protagonista en un Gobierno que apoya las energías fósiles y la eliminación de restricciones a las emisiones contaminantes de los coches.

Pero, sobre todo, es el protagonismo que ha asumido Musk en los recortes de gasto social y en los despidos de empleados federales lo que le ha granjeado la animadversión de parte de la ciudadanía. Musk, además, difunde bulos y desinformación sin cesar a través de su red social, X. La contaminación política de la empresa se ha convertido en un riesgo cada vez más evidente.

Desde el jueves pasado, el día en que Musk apareció con una motosierra junto al presidente de Argentina, Javier Milei, en una conferencia política conservadora, las acciones de Tesla han encadenado una caída del 16%. En cuatro sesiones, la empresa ha sufrido una pérdida de valor de mercado de 186.000 millones de dólares, lo que ha dejado la capitalización de la empresa en 974.000 millones, por debajo del billón de dólares por primera vez en varios meses. La mayor caída la sufrió este martes, del 8,4%.

Tesla se disparó en Bolsa tras la victoria de Donald Trump en las urnas. Musk fue el principal financiador de su campaña y dejó muy claro desde el principio que estaba dispuesto a beneficiarse de su cercanía al presidente, por ejemplo, para una regulación del coche autónomo más favorable. Con su equipo del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) ha empezado a despedir empleados de las agencias regulatorias que investigan a Tesla.

Las acciones de Tesla marcaron un máximo de 488 dólares a mediados de diciembre. Desde entonces, la cotización ha caído un 38%, en parte por ese temor de los inversores a que la impopularidad de su jefe le perjudique más de lo que le benefician las contrapartidas por su cercanía al presidente. Con su caída de este martes, las acciones han vuelto prácticamente al nivel en que estaban tras las elecciones presidenciales del pasado 5 de noviembre. Cerraron la sesión de este jueves en 302,80 dólares por título, su mínimo desde el 7 de noviembre.

En un solo día, la fortuna de Elon Musk se ha reducido en 22.200 millones de dólares. En lo que va de año, ha caído en 74.500 millones de dólares. Aun así, según los datos del índice de multimillonarios de Bloomberg, conserva el trono de hombre más rico del mundo por amplio margen. Su riqueza está estimada en 358.000 millones de dólares, frente a los 233.000 millones de dólares de Jeff Bezos, fundador de Amazon, y los 232.000 millones de Mark Zuckerberg, fundador de Meta. La fortuna de Musk llegó a alcanzar los 486.000 millones de dólares a mediados de diciembre.

Elon Musk sigue vendiendo a los inversores un futuro de riqueza ligado el desarrollo de sus humanoides y de sus coches autónomos. En su última conferencia con analistas, a finales de enero, dijo que veía “un camino” no solo para que Tesla fuese la compañía más valiosa del mundo, sino para que superase a las siguientes cinco mayores empresas juntas. “Es un camino difícil, pero alcanzable. Y eso se debe en gran medida a los vehículos autónomos y a los robots humanoides autónomos”, dijo.

“Sentamos las bases para ello en 2024. Seguiremos sentando las bases para ello en 2025. De hecho, más que sentar las bases, empezamos a construir la estructura. Estamos construyendo las líneas de fabricación. Y me gustaría prepararme para lo que creo que será un 2026 épico y un 2027 y un 2028 ridículamente buenos. Esa es mi predicción”, trató de convencer a los analistas e inversores.