La SEC multa con cuatro millones al Santander por el uso indebido de Whatsapp por sus banqueros

Santander US Capital Markets, la filial de banca de inversión del Banco Santander en Estados Unidos, está en el grupo de las últimas entidades multadas por la Comisión de Valores y Bolsa (la SEC) por el uso indebido de aplicaciones de mensajería como Whatsapp entre sus banqueros para tratar negocios. El supervisor le ha impuesto una multa de cuatro millones de dólares (3,9 millones de euros), la segunda más baja de las que ha anunciado este lunes. En la graduación de la sanción, pactada con la entidad, ha ayudado la colaboración del banco con las autoridades. El Santander se compromete además a emprender una auditoría interna y tomar medidas preventivas para que las comunicaciones queden debidamente registradas.

La ley estadounidense obliga desde hace casi un siglo a los empleados de las entidades que negocian con valores a dejar constancia de sus comunicaciones, lo cual previene el uso de información privilegiada y de manipulación de cotizaciones y también facilita las investigaciones posteriores. Los bancos tienen establecidos mecanismos estrictos de grabación de llamadas, registro de correos electrónicos y otras medidas similares en cumplimiento de una regla que la SEC califica de “sacrosanta”, pero que los empleados de muchas entidades financieras empezaron a saltarse con el uso de sus dispositivos personales y aplicaciones de mensajería como Whatsapp y otras.

Los supervisores llevan años persiguiendo esas prácticas e impusieron multas ejemplares de más de 2.000 millones a los gigantes de Wall Street en 2022. El Santander reveló hace unos meses que estaba siendo investigado por el mismo motivo, pero en su caso la sanción ha sido muy pequeña. Forma parte de un grupo de ocho multas por un total de 63,1 millones de dólares anunciadas este lunes por la SEC. De ellas, las mayores son para Blackstone (12 millones de dólares); Kohlberg Kravis Roberts (11 millones de dólares), y Charles Schwab (10 millones de dólares). Les siguen Apollo Capital Management, Carlyle y TPG Capital Advisors, con multas de 8,5 millones de dólares cada uno. La menos es para PJT Partners (600.000 dólares), que denunció por sí misma la violación de las normas.

El grupo que preside Ana Botín ya había advertido de que Santander US Capital Markets (SanCap) estaba siendo investigado por esa práctica en las cuentas trimestrales de Santander USA Holdings, su cabecera en Estados Unidos. SanCap es fruto de la fusión en 2023 de la banca de inversión que se canalizaba a través de Santander Investment Securities y de Amherst Pierpont, el bróker de renta fija que compró en 2022.

El expediente del Santander explica que, en septiembre de 2021, el personal de la SEC comenzó a investigar si los agentes de bolsa estaban reteniendo adecuadamente los mensajes relacionados con la empresa enviados y recibidos en dispositivos personales. SanCap cooperó con la investigación, entrevistando voluntariamente a una muestra de personal directivo y recopilando y revisando los mensajes encontrados en sus dispositivos personales. Entre ellos se encontraban altos ejecutivos y directores generales, incluido el personal directivo.

La investigación de la SEC descubrió comunicaciones irregulares en varios niveles superiores de la entidad. Casi todo el personal seleccionado había participado en al menos algún nivel de comunicaciones fuera de los canales en que quedan registradas las comunicaciones. Esas comunicaciones eran con otros empleados, clientes y otros participantes del mercado de valores. Algunos de esos mensajes afectaban al negocio de intermediación de la firma.

Por ejemplo, un directivo intercambió mensajes relacionados con el negocio de intermediación y negociación con al menos cuatro colegas, tres de los cuales estaban supervisados por el propio directivo y eran jefes de otros grupos. Otro alto directivo y jefe de un grupo intercambió mensajes relacionados con el negocio con al menos diez colegas, cinco de los cuales estaban supervisados por dicho directivo; siete clientes, inversores u otros participantes en el mercado, y al menos cinco personas de otra entidad financiera. Además, un especialista en productos intercambió mensajes de negocio con al menos dos colegas.

La filial de banca de inversión del Santander en Estados Unidos cooperó con el supervisor. Inició una revisión interna sobre el posible uso de comunicaciones no registradas e informó a la SEC de las conclusiones de la revisión. Además, mejoró sus políticas y procedimientos, aumentó la formación sobre el uso de métodos de comunicación aprobados, incluidos los dispositivos personales, y comenzó a implementar cambios significativos en la tecnología disponible para el personal, según se indica en su expediente.

La entidad, además, se ha comprometido a llevar a cabo una profunda auditoría interna o auditorías independientes. Implicará una revisión exhaustiva de las políticas y procedimientos de supervisión, cumplimiento y de otro tipo diseñados para garantizar que sus comunicaciones electrónicas, incluidas las realizadas con dispositivos electrónicos personales como los teléfonos móviles se conservan de conformidad con los requisitos de las leyes federales sobre valores. El banco también dará formación al respecto a sus empleados, que tendrán que certificar trimestralmente que cumplen con los requisitos. Además, establecerá un programa de vigilancia sobre sus empleados para garantizar el cumplimiento, entre otras medidas. El banco tendrá que conservar durante seis años las comunicaciones.