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Navantia negocia la compra de Harland & Wolff, el astillero que construyó el Titanic

La compañía está a punto de cerrar el acuerdo para la adquisición de las instalaciones de Belfast, en dificultades económicas. Se asegura de ese modo el contrato con el Ministerio de Defensa británico para la construcción de tres buques logísticos

Una de las grúas de Harland and Wolff, conocidas popularmente como Sansón y Goliat, son un símbolo de la ciudad de Belfast
Una de las grúas de Harland and Wolff, conocidas popularmente como Sansón y Goliat, son un símbolo de la ciudad de BelfastPAUL FAITH (AFP)
Rafa de Miguel

Esta vez se ha salvado el Titanic, y ha sido gracias a una empresa española. Navantia UK, la filial británica de la sociedad pública española Navantia, ha llegado a un acuerdo, sujeto todavía a negociaciones finales y las autorizaciones regulatorias pertinentes, para la compra de los legendarios astilleros Harland & Wolff (H&W), en cuyas instalaciones de Belfast se construyó el legendario transatlántico de pasajeros.

H&W fue sometida recientemente a administración judicial después de una racha de tres años con pérdidas de decenas de millones de euros. El astillero, con instalaciones en Irlanda del Norte, Inglaterra y Escocia, confiaba en poder remontar su situación al formar parte fundamental del llamado Fleet Solid Support, un programa de construcción naval liderado por Navantia UK. Supone la construcción de tres buques de 216 metros de eslora y 39.000 toneladas destinados a la Real Flota Auxiliar para apoyo logístico al Grupo del Portaaviones de la Royal Navy (Marina Real).

El contrato, participado por Navantia UK, H&W y BMT (el consorcio bautizado como Team Resolute), suponía unos 2.000 millones de euros, y tenía capacidad de generar 1.600 empleos directos e indirectos. Era el mayor contrato de exportación de la historia de Navantia.

El consorcio se comprometió a realizar el proyecto en los astilleros de H&W, en la ciudad de Belfast, donde se construyó el Titanic, y en las instalaciones que BMT tiene en la localidad de Bath. Los buques tendrán una eslora de 216 metros, prácticamente dos campos de fútbol.

Navantia se enfrentó de repente con el dilema de tener que rescatar al astillero norirlandés si quería que el contrato siguiera adelante sin problemas. Durante varios meses de discretas negociaciones, la compañía española ha seguido aportando asistencia a H&W para que las tareas programadas siguieran adelante, con la idea en el horizonte de adquirir la compañía.

El acuerdo, celebrado por el nuevo Gobierno laborista británico, supone asegurar el mantenimiento de mil puestos de trabajo, además del simbolismo que supone que los astilleros de Belfast, cuyas grúas y logotipo son visibles desde muchas zonas de una ciudad vapuleada por el cofnlicto sectario y la violencia en las últimas décadas, y que ven en esas instalaciones un orgulloso pasado.

Navantia UK se ha comprometido a gestionar las capacidades industriales de H&W y aplicar allí su experiencia en construcción naval, gestión de programas complejos y transferir conocimiento. El acuerdo se completará, previsiblemente, a lo largo del próximo mes de enero.

El Gobierno británico ha trabajado estrechamente con Navantia UK para acordar las enmiendas necesarias en el contrato existente, e incorporar así los cambios mínimos necesarios para que se avance sin problemas en la entrega de las embarcaciones.

Aunque no se ha hecho pública la suma total que ha supuesto la adquisición, las informaciones en distintos medios británicos en los últimos meses se aproximaban a los setenta millones de libras (unos ochenta y cinco millones de euros), junto a mejores para Navantia UK en el contrato original.

“Este acuerdo garantiza nuestra capacidad soberana en la construcción de embarcaciones, da un impulso a la Armada y asegura que esta industria pueda seguir aportando al crecimiento económico [del Reino Unido] y reforzando las comunidades costeras de todo el país”, ha dicho el ministro británico de Comercio y Empresas, Jonathan Reynolds.

Los buques logísticos contratados son los encargados de proporcionar munición, almacenaje y provisiones a los destructores, fragatas y portaviones de la Armada Real. Navantia aporta fundamentalmente su tecnología y experiencia.

“El acuerdo mantiene en el Reino Unido una producción de defensa fundamental, y protege puestos de trabajo muy especializados en los astilleros de todas nuestras naciones [Irlanda del Norte, Inglaterra y Escocia]”, ha celebrado John Healey, el ministro británico de Defensa. “Refuerza nuestra capacidad soberana de respaldara las operaciones de la Marina Real por todo el mundo a la vez que se construyen alianzas industriales que ayudarán a impulsar el crecimiento económico”.

“Navantia UK valora positivamente el compromiso del Gobierno británico con el programa de construcción naval FSS y garantiza su ejecución y el fortalecimiento de las capacidades industriales locales, de acuerdo con las necesidades de construcción naval y del mercado de defensa de Reino Unido”, ha dicho la filial de la compañía española en un comunicado público, poco después de hacerse público el principio de acuerdo.








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Sobre la firma

Rafa de Miguel
Es el corresponsal de EL PAÍS para el Reino Unido e Irlanda. Fue el primer corresponsal de CNN+ en EE UU, donde cubrió el 11-S. Ha dirigido los Servicios Informativos de la SER, fue redactor Jefe de España y Director Adjunto de EL PAÍS. Licenciado en Derecho y Máster en Periodismo por la Escuela de EL PAÍS/UNAM.
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