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Vivir de alquiler o de prestado: los jóvenes emancipados se alejan cada vez más de la compra

La propiedad entre los menores de 30 años cayó un 29% desde 2007, mientras que el alquiler subió un 24,4%

Luisa Franck, en su piso en Madrid
Luisa Franck, en su piso en MadridSanti Burgos
Luis Paz Villa

El porcentaje de jóvenes con vivienda en propiedad ha caído en picado en los últimos años. Los que logran emanciparse viven principalmente de alquiler o en viviendas cedidas por un tercero, comúnmente un familiar, según constata el Banco de España en un reciente estudio sobre el acceso a la vivienda. Ana Juan García, turolense de 32 años, ha pagado alquiler desde que abandonó la casa de sus padres a los 18 años. “Llevo muchos años así y veo que sigo tirando el dinero; entre la letra del coche y el alquiler se vba la mitad de mi sueldo”, relata. Su propósito era ahorrar para una hipoteca, pero cambió de planes después de que su padre le ofreciera el piso que acababa de heredar. Actualmente, Ana Juan se hace cargo de la reforma de la antigua propiedad de su abuela. “Quería comprar el piso en el que vivo, pero es muy viejo; iba a vivir en unas condiciones peores por encabezonarme en tener algo”, explica. El caso de Ana Juan no es una excepción. El porcentaje de propietarios menores de 30 años se situó en el 29% en 2023, menos de la mitad que en 2007 (58,1%), en plena burbuja inmobiliaria, cuando además el número de hogares jóvenes emancipados era significativamente más elevado.

La otra cara de la moneda es el alquiler, que se ha convertido para el colectivo joven en el régimen de tenencia dominante y cuya expansión parece no tener techo. El porcentaje de hogares en arriendo, cuyo inquilino tipo no suele superar los 30 años, ha repuntado desde un 32,2% en 2007 hasta un 56,6% del total en 2023. Entre las familias que dependen de una persona de entre 30 y los 44 años, este porcentaje se ha elevado en 16 puntos desde el año previo al inicio de la crisis financiera, hasta alcanzar un 34,3% en 2023. Así lo reflejan los datos recogidos por el Banco de España en su documento ocasional sobre el mercado del alquiler de vivienda residencial en España, publicado la semana pasada.

También destaca el porcentaje de jóvenes que habitan en viviendas cedidas de manera gratuita. En el caso de los hogares de personas de hasta 29 años, esta ratio alcanza el 14,3% en 2023. Según Iván Auciello, coordinador del Hub de Vivienda del Centro de Estudios Future Policy Lab y doctorando por la CY Cergy Paris Université, “este fenómeno remarca mucho la dependencia que tienen actualmente los jóvenes del apoyo familiar para emanciparse”, pero matiza que el hecho de “que la familia pueda proveer una vivienda de forma gratuita es una oportunidad que no la tiene mucha gente”.

Entre los principales residentes en viviendas de alquiler en 2023 están los trabajadores asalariados temporales o los desocupados. Un 35,8% de los empleados a tiempo parcial vive en un piso en renta, frente a un 32,9% de los que están en paro, según el informe del supervisor bancario. Para los jóvenes, que generalmente atraviesan mayores dificultades para obtener trabajos indefinidos a tiempo completo, así como una mayor incidencia del desempleo —y, de ahí, mayores dificultades para generar una bolsa de ahorros—, esta situación se exacerba.

La emancipación de Luisa Franck, parisina de 27 años, coincidió con la pandemia. Se considera una afortunada porque paga 670 euros por un piso de 30 metros cuadrados en el barrio de La Latina en Madrid, y su casera no le ha subido más de lo que corresponde a la actualización anual de la renta. Sin embargo, el arriendo diluye la mitad del sueldo que gana trabajando en un banco. Eso afecta en gran medida su capacidad de ahorro para adquirir un espacio propio. “Me encantaría hacerlo, pero con los salarios de hoy en día, los alquileres y las hipotecas que no te las dan fácil, es un poco complicado”, lamenta.

Auciello coincide con el relato de Franck. Detalla que los salarios bajos explican en buena medida esta tendencia que aleja a los jóvenes de la propiedad y los acerca al alquiler o a aceptar una cesión por parte del entorno familiar, si está en sus posibilidades. A todo ello se suma el endurecimiento de los criterios de concesión de préstamos y el incremento del coste de financiación de las nuevas hipotecas, producto del cambio de tono de la política monetaria ocasionado por la fuerte subida de la inflación en los últimos años. Este trasvase es más pronunciado en aquellas zonas geográficas en las que el incremento del precio de la vivienda ha sido mayor que el de la renta media de los nuevos hogares. “Los nuevos hogares con menores ingresos no tienen la capacidad de generar el ahorro necesario para adquirir una vivienda, y su renta tampoco les permite hacer frente a una cuota hipotecaria en niveles prudentes”, detalla el documento del Banco de España.

El contraste con Europa

El supervisor bancario pone de relieve que, pese a que el stock de hogares en alquiler en España está por debajo de las ratios de la eurozona, este régimen de tenencia se ha consolidado como su principal alternativa. El porcentaje de emancipados de hasta 34 años en viviendas de alquiler alcanzó el 33,7% en 2022, según las Estadísticas de la Unión Europea sobre ingresos y condiciones de vida (EU-SILC). Esta cifra se sitúa para este colectivo por encima de la ratio en el promedio de los Veintisiete (28,9%), pero por detrás de Alemania (71%) y Francia (36,9%). Por su parte, si se trata de viviendas cedidas de manera gratuita, la ratio española casi duplica el promedio comunitario, con un 12,3%, frente a la media de 6,5% en 2022.

Auciello detalla que esta situación podría deberse a que la tasa de propiedad de las generaciones anteriores era superior, lo que ha permitido a muchos acumular más de una vivienda, en contraste con lo que ocurría en otros países de Europa. “Eso hace que los hogares [de personas] mayores tengan mayor cantidad de viviendas en propiedad y se la puedan dejar a los hijos”, explica. “De seguir esta tendencia, la brecha entre los que poseen y una gran mayoría que alquila no hará más que crecer”, concluye.

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