Yolanda Díaz dice que reducirá la jornada por vía de urgencia para cumplir los plazos del pacto de Gobierno

Tras la última reunión del Ministerio de Trabajo y de los agentes sociales para reducir la jornada trascendió que el departamento de Yolanda Díaz se abría a flexibilizar los plazos establecidos en el pacto de Gobierno, de manera que el recorte, en vez de aplicar en 2024 a 38 horas y media y a 37 y media en 2025, podría hacerlo en algunos casos el año que viene y el próximo. Fuentes sindicales y patronales confirmaron que el ministerio planteó esta posibilidad, pero el departamento de Díaz se ha esforzado en los últimos días en dejar muy claro que cumplirá con lo que establece el acuerdo de PSOE y Sumar. Este martes Díaz ha asegurado que el recorte de jornada se tramitará como anteproyecto de ley y por la vía de urgencia. “Esto quiere decir que el Gobierno de España va cumplir su acuerdo de gobierno, que señala expresamente cuáles son los plazos de reducción de las 38 horas y media en un primer lugar y 37 y media después”, ha comentado la vicepresidenta segunda.

Lo que dice exactamente el acuerdo de Gobierno es lo siguiente: “Reduciremos la jornada laboral máxima legal sin reducción salarial para establecerla en 37 horas y media semanales. Su aplicación se producirá de forma progresiva reduciéndose hasta las 38,5 horas en 2024 y culminándose en 2025″. Con el literal del texto, el Gobierno cumpliría si las reducciones se dan al final de cada año, una posibilidad que Díaz ha puesto en la mesa: “El acuerdo de Gobierno nos dice que el 31 de diciembre de 2025 toda la población asalariada española, una afectación de más de 12 millones de personas trabajadoras, van a ver reducida su jornada en dos horas y media. Se va a cumplir”.

“En el trámite parlamentario agilizaremos al máximo posible”, ha agregado Díaz. De momento no es seguro que la medida goce de apoyo suficiente para prosperar en el Congreso, dado que ni PP ni Junts han manifestado su respaldo a la medida.

Asimismo, Díaz ha rechazado fijar plazos para finalizar el diálogo con sindicatos y patronales. “Como sabe usted jamás doy un plazo y menos en una mesa de diálogo social. No me levanto de una mesa con el diálogo social, me lo tomo muy en serio y no doy carpetazos en el mismo”. En distintas fases de la negociación el ministerio sí estableció metas específicas, primero antes de las vacaciones veraniegas y después apuntaron a septiembre. Sin embargo, según han ido identificando una mayor predisposición en la patronal, más se han abierto a proseguir el diálogo y a flexibilizar los plazos de aplicacón en función del sector y el tipo de empresa.

“Si yo pensase que uno de los actores sociales está operando extramuros a la buena fe de la negociación actuaría, pero creo que no es así”, ha dicho, en clara referencia a la patronal. Esta posición difiere de la de los sindicatos, que iniciaron a finales de septiembre un calendario de protestas contra la CEOE por la “estrategia dilatoria” que advierten en su forma de abordar esta negociación. “Es importante que en la última mesa hubo avances. Es la primera vez que la patronal se adentra en el núcleo duro de la negociación. Estoy absolutamente convencida de que hay posibilidad de acuerdo en esta materia en nuestro país”. Este viernes se celebra una nueva reunión, que será la undécima desde enero. “Ojalá avancemos, no me voy a levantar de esta mesa. Tengo una paciencia infinita”.

En la última reunión el Gobierno concretó su plan de ayudas a las pymes: propone bonificar casi toda la cotización de las contrataciones que hagan para compensar la reducción de jornada. “Creo que el problema está en las pequeñas empresas. El Gobierno ha puesto un elenco de medidas para acompañar a las nanoempresas que claro que van a tener mayores dificultades para acompasar la reducción de la jornada laboral. Es la clave de lo que estamos trabajando”, ha agregado la vicepresidenta segunda.