Google denuncia a Microsoft ante la Comisión Europea por sus prácticas comerciales

Lucha entre gigantes tecnológicos estadounidenses con la Unión Europea como escenario: Google ha denunciado este miércoles a Microsoft ante la Comisión Europea por sus prácticas comerciales en los servicios informáticos que ofrece a las empresas en la nube digital. El lamento de la compañía del famoso buscador de Internet, filial de Alphabet, consiste en que Microsoft impide a sus clientes, a través de los contratos de licencias de uso, cambiar de proveedor “a pesar de que no existen barreras técnicas para hacerlo o imponen un sorprendente sobreprecio del 400%”, explica la firma californiana en un comunicado divulgado este miércoles, que añade que esta situación impide a la empresas europeas “aprovechar plenamente” la reducción de costes que permite a las compañías trabajar a través de servicios digitales en la nube.

Google echa mano de la investigación que ha abierto este mismo verano a Microsoft por abuso de posición dominante en el mercado con Teams para ilustrar su demanda: “Durante años, en el ámbito del software de productividad [programas informáticos que facilitan la organización empresarial], Microsoft ha bloqueado a los clientes en Teams, incluso cuando preferían otros proveedores. Ahora, la empresa está aplicando el mismo método para empujar a las empresas a Azure, su plataforma en la nube”. En concreto, la filial de Alphabet se refiere al expediente por el que el servicio de Competencia de la Comisión Europea indaga si la instalación por defecto de Teams en el paquete Office 365 y Microsoft 365 supone una infracción de las reglas del mercado.

En su denuncia, señala Google que su rival es “el único proveedor de servicios en la nube que utiliza estas tácticas”. Y, según sus cálculos, esto tiene un coste para empresas y Gobiernos: No sólo han costado a las empresas europeas al menos 1.000 millones de euros al año, sino que también han provocado efectos secundarios adversos, como el despilfarro de fondos fiscales, la asfixia de la competencia, restricciones a distribuidores y socios de canal, y un mayor riesgo para las organizaciones expuestas a una cultura de seguridad “inadecuada”.

La parte más dura del comunicado que firman dos ejecutivos de Googe, Amit Zavery (jefe de la plataforma Google Cloud) y Tara Brady (presidenta de Google Cloud en Europa, Oriente y África) es en la que cuentan cómo han intentado “dialogar directamente con Microsoft”. “Hemos iniciado un diálogo en el sector sobre licencias en la nube justas y abiertas”, ahondan, señalando que hablan en nombre de “clientes y socios europeos que temen represalias en forma de auditorías o algo peor si alzan la voz”. “Por desgracia, en lugar de cambiar sus prácticas, Microsoft ha llegado a acuerdos puntuales con un pequeño grupo de empresas”, lamenta.

“Para dar voz a las quejas que nos llegan de los clientes -y de todo el sector- y buscar una solución que beneficie a todos, vamos a dar ahora el siguiente paso: presentar una queja formal ante la Comisión Europea”, anuncia.

Desde Microsoft, la visión es, lógicamente, la contraria, pues apuntan que resolvieron las preocupaciones “incluso después de que Google esperara que siguieran litigando”. “Habiendo fracasado en su intento de persuadir a las empresas europeas, esperamos que Google fracase en su intento de persuadir a la Comisión Europea”, explica un portavoz de esta empresa.

Bruselas es, tradicionalmente, el escenario global en el que más se investigan y analizan las prácticas anticompetitivas de los gigantes tecnológicos estadounidenses. Las dos firmas implicadas en este demanda, tanto denunciante como denunciado, tienen un historial largo de expedientes en los que la Comisión Europea ha concluido que abusaban de su posición de dominio en el mercado. Google, a falta de que concluya el recorrido judicial de las sanciones, acumula multas por más de 8.000 millones impuestas por el departamento de Competencia del Ejecutivo europeo.

Microsoft, por su parte, ha vuelto este verano a vérselas con el poderoso departamento que previsiblemente dirigirá pronto la vicepresidenta tercera española Teresa Ribera. Este gigante digital fue uno de los primeros en afrontar el examen de las normas del mercado de la Unión hace más de 20 años. Después, en cambio, no ha sido de las empresas más expedientadas. La investigación por Teams ha cambiado el signo de los últimos años.