La fotovoltaica ya cubre la mitad de la nueva demanda de electricidad en el mundo
Las renovables aportarán el año que viene más de la tercera parte de la generación. El consumo crece a su mayor ritmo desde 2007
Una fuerza lo está cambiando todo en el mundo de la energía. Las células fotovoltaicas, una tecnología relativamente sencilla —y barata— que convierte los fotones de luz en electrones está sacudiendo los cimientos de lo fósil: casi la mitad de la nueva demanda mundial de electricidad ya se cubre con energía procedente del sol. Otro cuarto lo aporta el viento, con lo que el gas natural —el combustible menos contaminante, pero aun así sucio— está viéndose arrinconado en la matriz eléctrica del futuro que dibuja este viernes la Agencia Internacional de la Energía (AIE).
Que las renovables cubran casi por sí solas la nueva demanda de electricidad es un hito significativo. Pese a su estancamiento en las economías avanzadas —y, muy particularmente, en Europa—, el organismo con sede en París prevé una aceleración en el consumo de electricidad a escala mundial: aumentará un 4% tanto este año como el que viene, con el crecimiento económico, las olas de calor y la “continua electrificación” —una muy buena noticia, aunque hace falta más— como principales vectores. Es, subraya, el mayor incremento desde 2007 si no se tienen en cuenta los atípicos rebotes de 2010 y 2021, tras la crisis financiera y la pandemia. Y volverá a ser superior al crecimiento del PIB, tras un bienio (2022 y 2023) en el que los altos precios y la eficiencia forzosa condujo a la situación opuesta.
El salto en la demanda de electricidad estará guiado por la trayectoria de los dos países más poblados de la Tierra: India y China. En el primer caso, el consumo cerrará este año con un fortísimo aumento del 8%, “por una mezcla de fuerte crecimiento económico y poderosas olas de calor”. En el segundo caso, el consumo eléctrico repuntará un también notable 6%, “como resultado de una actividad robusta en el sector servicio y en varios sectores industriales, entre ellos el de fabricación de equipos de energías limpias [como paneles solares o baterías]”.
La emergencia climática obliga a un giro drástico a un mix energético todavía muy dependiente de lo fósil. Pero el sector eléctrico está dando señales de cambio de era. La suma de la generación fotovoltaica y la eólica superará por primera vez al carbón el año que viene; un hito inimaginable hasta hace bien poco, cuando ese combustible —el más dañino desde el punto de vista de las emisiones de dióxido de carbono— aún dominaba sobre el resto. Pronto dejará de ser así, pese a su todavía elevado peso en los gigantes emergentes y en Estados Unidos, y de que su quema sigue creciendo —aunque modestamente— a escala global.
“La generación con carbón caerá algo menos del 1% en 2025 y entrará en una suerte de meseta, a medida que se vea crecientemente desplazada por el rápido crecimiento de la eólica y la solar fotovoltaica”, apuntan los técnicos de la AIE en la actualización de su icónico monográfico sobre el sector eléctrico. En poco más de una década, las renovables han pasado de ser un actor de reparto a un personaje principal en la matriz eléctrica mundial. Un peso específico que, además, va a más: si en 2023 las energías limpias (hidroeléctrica incluida) suponían el 30% de la generación total, en 2025 ya será el 35%.
La Agencia prefiere ver el vaso medio lleno. “Aunque tenga que hacerlo a un ritmo mucho mayor para cumplir los objetivos climáticos, es alentador ver cómo la cuota de energía limpia en el mix continúa creciendo”, subraya su director de Mercados Energéticos y Seguridad, Keisuke Sadamori. Llama, también, al “crucial” refuerzo de las redes. Y a prestar aún más atención a la eficiencia para compensar, siquiera parcialmente, el estirón de los aires acondicionados en verano y la inteligencia artificial.
Sigue toda la información de Economía y Negocios en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.