Los desahucios de vivienda habitual siguen a la baja con una caída del 20,7% en el primer trimestre
La mayoría de procedimientos siguen afectando a casas compradas durante la burbuja de principios de siglo
Las ejecuciones hipotecarias sobre vivienda habitual mantienen su tendencia descendente: en el primer trimestre de este año, cayeron un 20,7% comparado con el mismo periodo del año anterior. En cifras absolutas esto se corresponde con 2.394 casos, según los datos publicados este martes por el Instituto Nacional de Estadística (INE). La tasa interanual, es decir la equiparación con los mismos meses del pasado ejercicio, encadena así ocho trimestres a baja en línea con la senda que ha caracterizado todo 2023. Este fue el año con menos desahucios de vivienda habitual desde la pandemia, pese a la subida de los tipos de interés dictada por el Banco Central Europeo (BCE) para moderar la espiral inflacionaria, que ha impactado con fuerza en el coste de los préstamos hipotecarios.
El marcado retroceso de las ejecuciones registrado el año pasado sobre vivienda habitual (9.248 casos) también se debe a que durante la pandemia los juzgados y los registros estuvieron parcialmente paralizados, y cuando la actividad se retomó en 2021 y 2022 se recogieron en las estadísticas todos aquellos procedimientos que se habían quedado atascados. En los años inmediatamente anteriores a la llegada de la covid, además, la normativa sobre desahucios había sido puesta en entredicho tanto por jueces españoles como europeos, posponiendo de hecho el inicio de los trámites por parte de las entidades.
Desde 2019, no solo han cambiado las reglas del juego para iniciar una ejecución —dejar de pagar 12 cuotas o el equivalente al 3% del préstamo—, sino que la banca intenta rehuir de situaciones que puedan volver a causarle el daño reputacional que marcó la crisis financiera y defiende la solvencia de sus clientes. De hecho, a modo recordatorio de los excesos anteriores al gran crac, el 15,8% de las ejecuciones hipotecarias iniciadas sobre viviendas en el primer trimestre de este año se siguen correspondiendo con hipotecas constituidas en pleno bum de la burbuja, en el año 2007, el 14,6% a préstamos formalizados en 2006 y el 9,5% a hipotecas de 2005. “El periodo 2004-2008 concentró el 55,6% de las ejecuciones hipotecarias iniciadas este trimestre”, resume la nota publicada este martes por el INE.
Si la mirada se amplía y se considera el total de fincas (no solo las viviendas), la tendencia es algo distinta. Hubo 5.400 inscripciones de certificaciones por ejecuciones hipotecarias iniciadas en los registros de la propiedad en el primer trimestre de 2024, un aumento del 4,2% con respecto al mismo periodo del año anterior, pero que supone cerca de la mitad del dato registrado en el primer trimestre de 2022.
Volviendo a la vivienda —en este caso, inmuebles que no son domicilio habitual—, las ejecuciones que afectaron a personas físicas descendieron un 10,1% entre enero y marzo, un 13,8% en el caso de personas jurídicas (empresas). La Estadística sobre Ejecuciones Hipotecarias también detalla que el 11,8% de los procesos afectaron a viviendas nuevas, y el 88,2% sobre inmuebles usados, con variaciones al alza del 9,2% y a la baja del 12,8%, respectivamente.
Por comunidad autónoma, el mayor número de certificaciones por ejecuciones hipotecarias sobre el total de fincas se lo apuntó la Comunidad Valenciana (1.112), seguida por Andalucía (963) y Cataluña (839). Estos tres mismos territorios registraron el mayor número de desahucios relacionados con la vivienda. Navarra (21), País Vasco (68) e Islas Baleares (75) se situaron el otro extremo.
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