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Acciones a golpe de meme o cómo el ‘dinero tonto’ ha vuelto a agitar Wall Street

El regreso de Keith Gill, precursor del rally de Reddit de 2021, relanza Gamestop y pone a los fondos bajistas en aprietos

Pierre Lomba
Un fotograma de la película 'Dumb Money'.
Un fotograma de la película 'Dumb Money'.LANDMARK MEDIA / Alamy

El fundador de un fondo de inversión de 12.500 millones de dólares llama, muy enfadado, al constructor al que ha contratado para derribar la casa que se acaba de comprar frente al mar. Está al lado de su otra mansión y en ella quiere construir una pista de tenis para jugar con su familia, porque estamos a principios de 2021, en plena pandemia, y no se puede salir mucho. A media bronca recibe otra llamada, que le hace cruzar corriendo hasta su escritorio el jardín que separa sus dos propiedades:

—Parece que hay un tío que está moviendo todas las compras.

—¿Qué tío?

—Un tal Roaring Kitty (gatito que ruge, en inglés).

El hombre que mira ojiplático una enorme línea ascendente en una gráfica es el inversor bajista Gabe Plotkin, y la escena es ficción, pero pertenece a una película (Dumb Money, 2023) que cuenta una historia real: la del rally de Reddit, cuando en 2021 un ejército de inversores hizo perder miles de millones a fondos como el de Plotkin, invirtiendo en acciones que parecían condenadas. Estas semanas, el movimiento que logró doblar el brazo de Wall Street ha tenido un efímero resurgir.

Dumb money (dinero tonto, en español) es, además del título de la película, como los banqueros de Wall Street se refieren a los inversores minoristas. Y Roaring Kitty es Keith Gill, un streamer y youtuber que comenzó a defender en 2021 en el foro Reddit que las acciones de la cadena de tiendas de videojuegos Gamestop estaban infravaloradas. En mitad de la pandemia, aseguraba convencido que un negocio de venta física —cuyo principal producto se puede comprar sin tener que levantarse del sofá— tenía mucho potencial. Tuvo razón.

Gill logró que toda una legión de pequeños inversores usara sus ahorros pandémicos para invertir en Gamestop a través de plataformas gratuitas. Esta euforia se trasladó a otras acciones castigadas por los tiempos modernos, como BlackBerry o la cadena de cines AMC, que estaban en el foco de fondos que apostaban a que iban a caer. El movimiento pasó de ser una tendencia inversora motivada por un forero convencido a convertirse en una cruzada social: el dinero tonto, contra las corbatas de Wall Street.

Así, un hombre armado con una webcam hizo desde su sótano que las acciones de Gamestop pasasen de cinco a más de 120 dólares y obligó a los fondos a cerrar posiciones bajistas por más de 10.000 millones. Y, de paso, consiguió que su inversión de 50.000 dólares llegase, por un momento, a casi 50 millones. En junio de ese año, tras declarar ante el Congreso por una investigación sobre manipulación bursátil, Gill desapareció de la vida pública con aproximadamente 30 millones en su bolsillo. Hasta el lunes pasado.

Tres años después, sube una imagen en la que se ve a un hombre que juega a la consola y que se incorpora. Un meme que viene a decir que las cosas se ponen serias. Empieza la euforia: los pequeños inversores ven en ese tuit el retorno de su particular mesías y se lanzan a comprar acciones de Gamestop y otros valores meme, como AMC. La vendedora de videojuegos se dispara y su cotización se suspende decenas de veces. En dos jornadas sube un 170%, y vuelve a poner a en aprietos a unos fondos bajistas que parecen haber olvidado las lecciones de la pandemia.

La herramienta de los bajistas es la posición en corto: toman prestada una acción y la lanzan al mercado. Cuando baja, la recompran y la devuelven al prestamista. La diferencia entre lo pagado y la recompra es su ganancia. Es más arriesgado que invertir al uso: un título solo puede bajar hasta que valga cero —un dique de contención— pero puede dispararse hasta el infinito. Y, a cada céntimo que sube, más pierden los bajistas. Además, al ver que suben, suelen cerrar sus posiciones compensándolas con compras. Y así ayudan, como una bola de nieve, a que la acción siga subiendo.

Las redes y la “infundada sensación de control”

Que un meme mueva millones parece irracional. Así lo defiende Juan José del Valle, responsable de análisis de Activotrade AV. También lo parece que cientos de usuarios analicen cada uno de los vídeos con fragmentos inconexos de películas que Gill ha subido esta semana, como quien lee la palma de una mano. “El uso de la tecnología a través de las redes ha hecho durante los últimos años que los pequeños inversores tengan una sobreconfianza o una infundada sensación de control”, apunta Del Valle, que matiza: “Son los grandes otra vez los que se llevan la mayor y mejor parte del pastel”.

Pero, igual que lo defendía Gill en 2021, otros analistas creen que hay fundamentos para justificar la subida. El principal quizá sea el más básico: la ley de la oferta y la demanda. Una acción muy comprada sube. Y, como ocurre con Elon Musk, hay voces que consiguen mover inversores. Si Gill vuelve, alguien con ojo puede prever que las acciones con las que se le relaciona subirán. Es la racionalidad de lo irracional. “El análisis específico es todo un reto”, subraya Oskar Bernhardtsen, estratega de Inversiones de Saxo Bank. “Si te lanzas, corres el riesgo de perder, pero estas tendencias también pueden seguir subiendo”.

Este nuevo rally no ha tenido, sin embargo, la magnitud del de 2021. Los ingentes ahorros del confinamiento y el bum de las plataformas fueron el entorno perfecto, y ambos están superados. El movimiento languidece: Gamestop tocó un máximo de 64 dólares por acción el martes pasado, y ahora cotiza cerca de los 20. AMC, por su parte, sigue alternando fuertes subidas y bajadas, pero lejos del pico alcanzado ese día, cuando llegó a doblar su valor. Eso sí, sus administradores han aprovechado la inesperada generosidad inversora para reducir su deuda con un acuerdo privado.

Ahora que la euforia se disipa, queda por ver cuál ha sido el alcance de este intento. Aunque han llegado a perder más de 1.200 millones, los bajistas han salido mejor parados que hace tres años: Plotkin, el enfadado inversor con el que abre Dumb Money, acabó cerrando su fondo por las pérdidas que le provocó el rally de Reddit. La nueva pequeña revolución ha pillado más preparados a los banqueros. Y es probable, de hecho, que se hayan abierto nuevas posiciones en corto sobre la empresa, ahora que su valor se ha inflado artificialmente. El rebautizado rally de Reddit, ahora de X, aunque quizá no de la forma esperada, confirma los créditos que cierran la película: “Wall Street no podrá volver a ignorar al llamado dinero tonto”.

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Sobre la firma

Pierre Lomba
Redactor de la sección de Economía. Graduado en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid y la Sorbona de París. Después de ejercer la abogacía, realizó el Máster de Periodismo de EL PAÍS y la Universidad Autónoma de Madrid.
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