España alcanza 3,35 millones de autónomos, récord desde 2008, pero nunca habían sido tan pocos en el total de empleos
El mayor avance de los asalariados hace que los empleados por cuenta propia representen un 16% del total, casi tres puntos menos que en 2013. Los expertos creen que la caída de ese porcentaje es un buen indicador
España no registraba un volumen tan alto de trabajadores autónomos desde 2008. Según los datos de la Seguridad Social del tercer mes del año son 3.352.950, 15.434 más que en febrero y 30.715 que un año antes. Y a la vez, por contradictorio que parezca, nunca habían supuesto una proporción tan baja respecto al total de trabajadores. Ahora son el 16%, un punto menos que en el mismo mes de 2019 (antes de la pandemia) y casi tres puntos menos que en 2013, el peor momento para el mercado laboral en plena Gran Recesión. Los expertos explican que esta variable es contracíclica: cuanto mejor va a la economía, menor porción del mercado laboral para los autónomos. Esto sucede porque muchos que querrían ser asalariados se ven obligados a acudir al autoempleo. Aunque crezca el número de autónomos (0,92% interanual), el de asalariados lo hace a un ritmo (2,92%) tan superior que encoge el peso de los primeros respecto al total.
Los datos de la Seguridad Social indican que España ganó 15.434 autónomos de febrero a marzo. El sector que más aportó fue la hostelería (2.795), seguido de las actividades científicas y técnicas (2.110) y el comercio (2.016). En una mirada anual, mejor para entender la evolución del mercado laboral (ya que esquiva los cambios relacionados con la estacionalidad, tan importantes en marzo por la Semana Santa), lideran las ya mencionadas actividades científicas y técnicas. Aportan 10.286 de los 30.715 nuevos empleos autónomos. El segundo sector que más suma son las actividades sanitarias y de servicios sociales (5.213). Es decir, el acelerón anual se concentra en sectores que por lo general ofrecen mejores condiciones laborales que la media.
“Está claro que la política va por un lado y la vida empresarial por otro. No está afectando al empleo el galimatías político. Cada día de marzo se han registrado 500 autónomos más”, ha valorado el presidente de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA, vinculada a CEOE), Lorenzo Amor, en declaraciones recogidas en una nota de prensa. “Los autónomos y las empresas siguen creando empleo y siguen generando actividad económica con nuevas iniciativas empresariales a pesar de la polarización política y del contexto electoral en el que nos encontramos con tres elecciones en los próximos meses”, ha añadido.
También ha celebrado los datos la Unión de Asociaciones de Trabajadores Autónomos y Emprendedores (UATAE, vinculada a CC OO). “Otro mes más, podemos ver las cifras positivas que se están alcanzando en el trabajo autónomo, pero es imprescindible seguir apostando por la protección social para que estos datos puedan seguir consolidándose”, dice la secretaria general, María José Landaburu.
El análisis de estas organizaciones ha sido muy diferente en meses recientes, cuando la cifra de autónomos permanecía estancada mientras la de asalariados seguía creciendo. El salto de este mes es el mayor de los últimos años: no se veía un acelerón de autónomos de estas características —sin contar los inusuales flujos de la pandemia— desde abril de 2018 (cuando se sumaron 16.454 respecto a marzo).
En comparación con marzo de 2023, hay 30.715 trabajadores por cuenta propia más, un incremento del 0,92%. Es el mayor salto desde abril de 2022, cuando la cifra de autónomos creció un 1,21% respecto al año anterior. Estas cifras chocan con las de 2023, cuando en ningún mes la cifra de autónomos aceleró por encima del 0,5% interanual. En el mismo periodo, el régimen general (el de los asalariados) creció a un ritmo del 3%.
Así, respecto a marzo de 2019, el número de asalariados ha crecido un 13% y el de autónomos, solo un 3%.
Cada vez menos respecto al total del empleo
Este desfase entre la débil evolución del empleo autónomo y la fuerza del régimen general explica cómo se va ensanchando la diferencia entre el peso de unos y otros sobre el total del empleo. Hoy los trabajadores por cuenta propia son el 16,04%, casi el mínimo registrado en los últimos años, solo superado muy levemente por el 16,01% de julio de 2023. Hace una década eran el 18,56% del total. Entonces, en 2013, España atravesaba la peor época para su mercado laboral, con más de seis millones de parados según la Encuesta de Población Activa (más del doble que ahora). Aquel año se registró un máximo en la proporción de autónomos que ha ido cayendo en adelante de forma más o menos paulatina.
Manuel Alejandro Hidalgo, profesor de Economía Aplicada de la Universidad Pablo de Olavide, indicaba en un reportaje reciente dedicado a este fenómeno que esta es una variable contracíclica: cuando las cosas van bien, el empleo autónomo frena o crece menos que el régimen asalariado; y cuando van mal, aguanta o incluso puede mejorar. Durante la burbuja del ladrillo, el número de autónomos sí crecía, pero a un ritmo inferior: por ejemplo, de enero de 2006 al mismo mes de 2007 la primera aumentó un 3% y la segunda, un 4,7%. Sin embargo, en lo peor de la recesión posterior (marzo de 2013), se desplomaron los empleados por cuenta ajena (-5,8% respecto al año anterior) y el régimen de autónomos aguantó el tirón (-1,44%).
Esto sucede, explicaba Hidalgo, porque hay una porción importante de autónomos que lo son por obligación, que preferirían ser asalariados, pero no encuentran trabajo. “Muchas empresas se ponen en marcha sin el conocimiento suficiente, personas que no tienen otras opciones. Muchos no son emprendedores, sino supervivientes”. Es decir, cuanta más capacidad de absorción de mano de obra tenga el mercado laboral, menos personas darán el salto sin red al régimen autónomo. “Tenemos que darle la vuelta a la tortilla. No debería ser un objetivo último alcanzar un alto número de autónomos. El emprendimiento es bueno, pero no el que se hace de forma precaria porque no queda otra. Frente a las voces que dicen que este fenómeno es negativo porque se están destruyendo empresas, la realidad es que ahora más personas consiguen un trabajo por cuenta ajena. Establecer una causa-efecto entre la carga fiscal y las variaciones en el número de autónomos no tiene sentido”.
Los datos de la OCDE indican que los países con mayor proporción de trabajo por cuenta propia son Colombia (53,1%) y Brasil (33,3%), con Noruega (4,7%) y Estados Unidos (6,6%) al otro lado de la balanza. El resto de países con menos autónomos son otros territorios desarrollados económicamente, como Canadá, Dinamarca o Japón. Según las cifras de la OCDE, la proporción en España es del 15,8%, por encima de la media de la Unión Europea (14,5%) y de países como Alemania (8,8%) o Francia (12,6%).
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