Juan María Nin, nuevo presidente del Círculo de Empresarios: “España tiene una oportunidad única en el mundo”

Juan María Nin (Barcelona, 1953) ha sido elegido nuevo presidente del Círculo de Empresarios, el centro de pensamiento de la patronal, que se ha distinguido en los últimos años por su marcado acento liberal. Nin vivió como testigo de excepción la pasada crisis financiera desde su posición como consejero delegado de CaixaBank. Ahora, dice, trata de imprimir un nuevo talante a la institución con una mirada más abierta al mundo en los temas de largo alcance. Se muestra optimista respecto al futuro que le depara a España en los próximos años. “Es la mejor plataforma física y cultural” de Europa. “Tiene una oportunidad única”. Y augura que las revoluciones que vivimos van a traer la mejor década de la historia para la humanidad.

Pregunta. El Círculo de Empresarios cambia de timón en un momento convulso, con muchos frentes abiertos y tras unos años de relación conflictiva entre el Gobierno y la élite empresarial. Ha habido palabras muy gruesas por parte de algunos empresarios acusando al Gobierno de crear inseguridad jurídica. Y también señalamientos por miembros del Ejecutivo contra empresarios concretos. ¿Qué posición va a tomar el Círculo en la relación con el Gobierno?

Respuesta. Yo nunca he tenido la percepción del enfrentamiento. El Círculo de Empresarios se constituye en los años setenta y significa un punto de ruptura con el régimen anterior. Nace para promover y desarrollar la democracia liberal y el progreso social y económico. Esos son valores muy profundos que están enraizados en el Círculo de Empresarios. Nosotros hemos colaborado con gobiernos de centroderecha, de izquierdas, de centro izquierda. Quizás en algún caso pueden haber fallado las formas. Los temas de descalificación personal en mi mundo no existen y me molestan profundamente. Creo que la convivencia exige un respeto, pero admite también la confrontación de ideas. El tema de la seguridad jurídica se ha traído a colación de decisiones judiciales o decisiones legales o reglamentarias, o de determinadas prácticas. Y no solamente se ha hecho en España. Pero esto ha mejorado mucho.

P. Pero se percibe cierto grado de desafección del empresariado respecto a este Gobierno. Hace unos días se publicó una encuesta que mostraba que la mitad de los empresarios están muy preocupados por la situación política y advertían de la inseguridad jurídica cuando están ganando más que nunca, su rentabilidad está creciendo, el año pasado se crearon 800.000 empleos y la economía española mejora las expectativas. ¿Cómo se justifica este clima de desconfianza del empresariado con el Gobierno cuando la economía va tan bien?

R. Me gustaría negar la premisa mayor. No creo que sea un factor de falta de confianza. Creo que ha habido un proceso de aprendizaje. En la pasada legislatura hubo componentes nuevos a los que no estábamos habituados que exigían por las dos partes este aprendizaje. Son los socios de gobierno. Ni la ideología, ni la práctica política, ni la experiencia de algunos socios de gobierno es la misma que habíamos tenido en España en los últimos años. En este país hay instituciones públicas y privadas, hay modos, hay costumbres, hay relaciones personales que son importantísimas. Y puede haberse provocado algún fuego artificial. Pero con el paso de los trimestres esto ha mejorado mucho.

P. ¿Ustedes creen que hay un problema de inseguridad jurídica en España?

R. Como concepto global, no, pero como actuaciones concretas en determinados sectores o en determinadas actuaciones, sí. Pero creo que eso se está corrigiendo.

P. En los últimos meses el Gobierno ha aprobado dos impuestos extraordinarios a las energéticas y a la banca que han despertado grandes críticas de las empresas energéticas y las entidades financieras, aludiendo precisamente a la falta de seguridad jurídica.

R. Creo que eso hay que preguntárselo a ellos. La fiscalidad es la que es. Estamos en una economía autónoma, dentro de la Unión Europea. Y en ese entorno, las reglas del juego son las que son. Pero ojo, porque no deberíamos perder competitividad. También ha habido manifestaciones sobre los beneficios caídos del cielo. Eso es un concepto económicamente vago e impreciso.

P. ¿Qué cambios va a impulsar en el Círculo de Empresarios?

R. El Círculo nace en paralelo a la CEOE. Lo impulsamos desde la sociedad civil. La CEOE, era la patronal, encargada de la negociación con los sindicatos y el Círculo, el think tank. Vamos a reforzar la relación con el Círculo de Economía de Cataluña, con el Círculo de Empresarios Vascos o los andaluces y valencianos. También vamos a enfatizar la componente internacional del Círculo de Empresarios. A analizar y actualizar cuál es el propósito de la empresa en el siglo XXI. Creemos que España es una plataforma de una potencia extraordinaria. No hay en estos momentos en el mundo una oportunidad como la que tiene España, como plataforma física y cultural en un momento de gran cambio. En el Círculo tenemos también algunos puntos fijos: la educación, la fiscalidad y el control de la deuda y el déficit público. También tenemos las pensiones y la reforma de las administraciones. Y tenemos que pensar mucho si el modelo que viene de 1978 es un modelo no agotado, sino un poco gripado. Como empresarios, creo que es bueno que también hagamos una reflexión sobre el modelo territorial español. Es perfectamente útil, pero es mejorable.

P. ¿Y qué piensa de la propuesta del modelo de financiación que ha hecho el Gobierno catalán?

R. Creo que el actual modelo de financiación está gripado. Cuando alguien llega a la conclusión de que está gripado, porque es un tema estructural que no da más de sí, lo que hay que hacer es escuchar. Entonces yo escucho la propuesta catalana, conozco cómo funciona el sistema vasco y el navarro español. Hay que atenerse a los principios de justicia social, de igualdad entre españoles. Técnicamente el modelo de financiación es perfectible. Pero creo que el perfeccionamiento del modelo de financiación conduce a un modelo político diferente.

P. Hablaba de la oportunidad de España, ¿a qué se refiere?

R. Soy de los que piensa que estamos viviendo una revolución, la más importante que ha habido en la historia. Voy a proponer que hagamos una seria reflexión sobre el impacto en la sociedad de la inteligencia artificial. Queremos aportar a la sociedad nuestra visión de cómo aprovechar ese nuevo mundo y sobre el impacto en la productividad de la empresa y de la sociedad. Por último, queremos reflexionar sobre la autonomía estratégica de Europa. La globalización se ha interrumpido. Estamos en un mundo que camina hacia la bipolaridad. Pero hay partes de autonomía estratégica donde España vuelve a tener una posición privilegiada. Este es un país que tiene agua abundante. España tiene energía y es un país privilegiado tanto por la energía solar como por las baterías, con toda la construcción de pantanos. España tiene comida, las exportaciones agrícolas están subiendo mucho, y tenemos un clima privilegiado. El último punto que voy a someter a la Junta, que me preocupa mucho, es sobre la juventud y la droga.

P. Es una percepción generalizada que la voz del Círculo en los últimos años se ha oído menos. Ha habido una cierta pérdida de influencia y de protagonismo. ¿Por qué cree que se ha producido esto? Por otra parte, el Círculo ha tenido siempre una imagen mucho más conservadora que otras organizaciones empresariales. ¿Se quiere cambiar la imagen?

R. La respuesta a esta pregunta es esta entrevista. Sí, el Círculo como institución puede haber desarrollado una imagen externa que parece más conservadora. Pero ser conservador también es legítimo. Hay que conservar la naturaleza, hay que conservar los valores éticos, la justicia social... La institución ha tomado la decisión de poner al frente a alguien que no es precisamente conservador. Es una nueva etapa. Nacimos en 1977 para promover y fomentar la democracia liberal, que ha dado el punto máximo de progreso de la humanidad. Fuimos clave en el progreso social y económico de España. Puede haber una imagen conservadora, pero ver la esencia del Círculo desde su fundación muestra que nos hemos apropiado del progreso. Y como yo soy progresista y reencarno el progreso como presidente, este Círculo va a cabalgar sobre el progreso, con luces largas para los grandes temas, mirando al futuro.

P. Europa ha perdido competitividad respecto a otros bloques como Estados Unidos o China. Hay debates en Bruselas sobre cómo recortar esta distancia. Se habla de invertir miles de millones de euros en tecnología, en transición ecológica para reducir esta brecha. Pero eso es a través del endeudamiento y ustedes son muy críticos con la deuda.

R. Con el exceso de la deuda. La pérdida de productividad es clave. Nosotros como España, tenemos un problema estructural. No es un tema de este gobierno ni del anterior. Estamos perdiendo gas respecto a otros territorios. Pues vamos a poner las luces largas otra vez. El Círculo de Empresarios va a mirar al futuro y volver a incorporar esos factores estructurales de productividad que añadan valor. No es algo ideológico, es muy práctico. Voy a poner un ejemplo, un factor muy importante es la descapitalización permanente que supone una balanza energética negativa. ¿Tiene sentido que cerremos las nucleares? ¿Tiene sentido que no hagamos trasvases?

P. ¿Son preguntas retóricas?

R. No, no, son preguntas muy prácticas. Si ahora queremos llevar más agua a Murcia se va a montar un lío. Pero esto es una reflexión de país. Usted está en la cabecera, pero como ciudadano también se beneficia de las políticas públicas, de la justicia, de la seguridad, de la pensión. Y esto no es suyo. Entonces, ¿qué hacemos? Tenemos que reflexionar. Cierro o no las nucleares, hago trasvases, invierto en tecnología, promuevo y fomento educación STEM frente a tanta carrera inútil... Estamos en un punto de ruptura. Las cifras lo dicen. Se puede mejorar la productividad, pero hay que hacer cambios estructurales. Como Círculo haremos una reflexión sobre la productividad que va a ser cómo gestionamos para ganar productividad. Otro ejemplo es que como sigamos así, el primer capítulo del gasto público van a ser los intereses de la deuda. Si queremos ser soberanos, si queremos ser autónomos, si queremos futuro, hay que poner un límite a la deuda. Hay que ser muy cuidadoso. Excepcionalmente, está bien promover y fomentar la demanda pública si estamos en una zona de depresión. Pero hay que hacerlo con cuidado. La deuda sirve para lo que sirve, no para hipotecar a generaciones futuras. Hay unos límites. Nosotros estuvimos al borde del colapso, pero éramos tan grandes que no se nos podía intervenir. Pero hay que tomar nota de qué sucedió en Grecia, Portugal e Irlanda.

P. Menciona las cuentas públicas, ¿qué le parece que el Gobierno haya renunciado a presentar presupuestos en 2024? ¿Cree que puede dificultar el ajuste presupuestario pendiente?

R. Estoy convencido de que hay una sana ambición de ajustar las cuentas públicas por parte del nuevo ministro de Economía y de la ministra de Hacienda. Pero insisto en que ahora tenemos una nueva norma europea sobre reglas fiscales, que es de obligado cumplimiento. Nosotros como Círculo de Empresarios apoyamos el nuevo marco fiscal aprobado bajo la presidencia española.

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