El Gobierno plantea mejorar la jubilación de los fijos discontinuos

El Gobierno pactó el año pasado una reforma de las pensiones que incluía una mejora sustancial para los trabajadores parciales. La nueva norma estableció que un día trabajado por estos empleados equivalía a un día cotizado, al igual que para los trabajadores a jornada completa. Es una situación mucho mejor que la que regía cuando se beneficiaban de un coeficiente multiplicador de 1,5. Lo que no se esperaba es que este cambio, por el camino, perjudicase a otro colectivo de empleados, los fijos discontinuos. El Gobierno ha planteado este lunes en la mesa de diálogo de Seguridad Social abordar este asunto. Los sindicatos indican que el departamento de Elma Saiz se ha comprometido a solucionarlo.

El mencionado coeficiente multiplicador también aplicaba a los fijos discontinuos. Y el cambio a “un día de trabajo, un día cotizado” beneficia a los parciales, pero el panorama era mejor para los fijos discontinuos con el sistema anterior. “Perjudica a quien trabaja seis, siete u ocho meses al año y el resto está en paro. Si no se multiplica el periodo trabajado acaban teniendo menor periodo que antes y, por tanto, se encarece acreditar los periodos de acceso a la pensión de jubilación”, explica el negociador de CC OO, Carlos Bravo.

“Se han comprometido a arreglarlo”, reivindica la representante de UGT, Cristina Estévez. “Esto saltó por la queja de algunos de nuestros afiliados, que se dieron cuenta del empeoramiento que se producía en el acceso a la jubilación de los fijos discontinuos”. Esta sindicalista detalla que el Gobierno ha reconocido el problema y les ha prometido que redactará una propuesta para solucionarlo. Fuentes de la Seguridad Social indican que aún no hay un plan concreto sobre cómo abordar este asunto.

Este tema cobra mayor relevancia tomando en cuenta el aumento de fijos discontinuos desde la reforma laboral. El límite que impone a la contratación temporal ha impulsado este modelo de contratación, en una economía tan estacional como la española. Según la Encuesta de Población Activa hay 651.500 fijos discontinuos en España, un 3,6% del total de asalariados. Antes de la reforma laboral eran unos 370.000 y rondaban el 2%.

En la mesa de diálogo de este lunes se han abordado otros temas relacionados con el ministerio que dirige Elma Saiz. Uno de los novedosos es la jubilación activa, es decir, el retorno al mundo laboral de personas que se han jubilado y que combinan prestación y salario. “La jubilación activa es un tema que está sobre la mesa, en que se espera profundizar en las próximas reuniones. Hoy se aportaron algunos datos para su análisis más profundo”, indican fuentes de la Seguridad Social.

Esta modalidad de jubilación es habitual en profesiones como la abogacía o la medicina. Tanto CC OO como UGT han escuchado al Ejecutivo y les parece un asunto importante, pero creen que no debería ser prioritario. “Antes tenemos que hablar de la jubilación anticipada de aquellos que trabajan en condiciones de penosidad”, indica Estévez.

Este es un asunto en el que la conversación está avanzada, según indican los negociadores, pero aún faltan remates. Y no se han cerrado este lunes. Según el primer borrador elaborado por el ministerio, al que tuvo acceso EL PAÍS, plantea que los trabajadores que desempeñan actividades con elevados índices de mortalidad y que acarrean secuelas puedan jubilarse antes sin que su prestación se vea penalizada.

Uno de los objetivos es regular y determinar un procedimiento general que permita establecer coeficientes reductores a fin de anticipar la edad de jubilación para aquellas ocupaciones, categorías o actividades profesionales cuyos trabajos sean de naturaleza penosa, tóxica, peligrosa o insalubre. Según explica Estévez están cerca del acuerdo respecto a la relación de esos coeficientes con la penosidad del puesto, pero no terminan de acordar respecto al factor edad. Defiende que el criterio para medir la penosidad no se limite a las bajas laborales, que también se tenga en cuenta las que se dan por contingencias comunes, que suelen esconder un alto grado de enfermedades profesionales no reconocidas.

En la reunión, explican en CC OO, también se ha hablado de jubilación parcial o de fomentar la colaboración de las mutuas para acelerar los procesos de recuperación de incapacidad transitoria, “siempre bajo la dirección de los médicos de atención primaria o especializada de Seguridad Social”, añade Bravo. No se han concretado novedades al respecto, más allá de lo ya conocido: que esa colaboración se dé en los términos que sindicatos y patronales ya concretaron en el Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva. Es decir, que se limiten a las dolencias de carácter traumatológico.

El detalle del texto es el siguiente: “Las organizaciones firmantes de este acuerdo consideramos que el aprovechamiento de los recursos de las mutuas colaboradoras de la Seguridad Social contribuye al objetivo de mejorar los tiempos de espera, la atención sanitaria de las personas trabajadoras y la recuperación de su salud, así como a reducir la lista de espera en el sistema público. Al objeto de cumplir esta finalidad, las organizaciones signatarias instamos a las administraciones con competencias en la materia a desarrollar convenios con dichas mutuas, encaminados a realizar pruebas diagnósticas y tratamientos terapéuticos y rehabilitadores en procesos de incapacidad temporal por contingencias comunes de origen traumatológico. Todo ello se llevará a cabo con respeto de las garantías de intimidad, sigilo, confidencialidad, consentimiento informado y coordinación con el profesional sanitario del sistema público de salud”. Según los negociadores, lo que se acuerde con el Ejecutivo no se alejará de estos términos.

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