Una de cada tres empresas eleva los precios en los tres primeros meses de 2024

Una de cada tres compañías españolas elevó sus precios de venta entre enero y marzo como consecuencia de la inflación, según la última Encuesta a las empresas sobre la evolución de su actividad, publicada este lunes por el Banco de España. El repunte ha sido generalizado, aunque se ha sentido con más fuerza en el sector servicios, en concreto en el transporte, el ocio, y los servicios de comunicación. El encarecimiento refleja un efecto calendario, puesto que en muchas actividades el ajuste de costes se lleva a cabo el los primeros meses del año. Sin embargo, otra parte de esta alza ha estado condicionada por la evolución del Índice de Precios al Consumidor (IPC), que si bien ha dejado muy atrás esas cifras a doble dígito que hubo en 2022, sigue haciendo mella en los pequeños negocios.

Según este barómetro, la mayoría de las empresas —el 69,8%— creen que de aquí a cierre de año los costes seguirán en aumento, por lo que es posible que se estrechen los márgenes de ganancia y esto termine repercutiendo en los precios de venta. María Jesús Fernández, analista de Funcas, asegura que “a estas alturas, se prevé que los efectos de segunda ronda sean los principales inductores de la inflación, especialmente en el sector servicios. No obstante, habrá que esperar a los próximos meses para ver a detalle la evolución de la tendencia”. Por lo pronto, el supervisor bancario advierte de que en este arranque de año sobre el que pesa un mayor pesimismo es el industrial, que figura como el más golpeado por los bloqueos a los barcos mercantes en el Mar Rojo. En una visión general, el 25% de las sociedades españolas han admitido verse afectadas por esta crisis; de estas, la mitad dice que el principal impacto es el encarecimiento de fletes y seguros a raíz de los cambios de ruta, y un tercio dice tener retrasos en las entregas de la mercancía.

Los salarios también figuran como una de las causas del repunte de precios. De hecho, el 74% de los encuestados espera que se produzcan crecimientos de los costes laborales a lo largo de 2024 como consecuencia de la dificultad que tienen para encontrar trabajadores. Cuatro de cada 10 empresas está preocupada por la poca disponibilidad de mano de obra, en especial en el sector de la hostelería, la agricultura y la construcción, donde más de la mitad de los negocios dicen estar afectados por este problema. El sentir de los empresarios, sin embargo, choca con la exigua tasa de vacantes de empleo existentes. Los registros de Eurostat lo sitúan de hecho a la cola de Europa —el número de puestos de trabajo sin cubrir es del 0,9%, frente a la media de los Veintisiete, del 2,8%—, aunque hay actividades concretas en las que el Gobierno y los agentes sociales coinciden en que hay problemas para captar personal.

En cualquier caso, solo el 8% de los negocios encuestados cree que hay una fuerte vinculación entre la inflación pasada y los salarios, mientras que casi el 20% considera que el nexo es parcial. Es una cifra alejada del pesimismo imperante desde el estallido de la crisis inflacionaria, cuando las patronales advertían de que las alzas salariales iban a traer consigo efectos de segunda ronda, es decir, una espiral de precios. La mejor actitud en esta materia se debe a que la inflación ha ido reduciendo desde sus máximos históricos, según el Banco de España.

Caída en la facturación

La cuesta de enero también afectó al nivel de facturación del primer trimestre del año. Casi un 30% de las empresas reconocieron que sus ventas cayeron en este periodo, lo que supone 4 puntos porcentuales más que en el trimestre anterior. Por contra, el porcentaje de los negocios que notó un aumento en sus ingresos cayó al 22,2%, seis puntos menos que hace tres meses. La gran víctima en este terreno es la agricultura, que encadena ocho trimestres consecutivos de retrocesos. Ya en enero, la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (ASAJA) advirtió de que los agricultores arrastran una situación “preocupante”, condicionada por la sequía de los últimos años que ha mermado las cosechas, así como el encarecimiento de todos los bienes de producción —semillas, piensos, abonos y combustibles— y unos precios de venta que no permiten repercutir costes. Esta situación ha acelerado, según la asociación, el cierre de un gran número de explotaciones.

La construcción y el transporte también han visto mermada la facturación. Por contra, los servicios de información y comunicaciones llevan tres años consecutivos de subidas y continúan exhibiendo un comportamiento muy favorable, según el Banco de España. Sin embargo, para el segundo trimestre del año, las perspectivas de los encuestados apuntan a una notable recuperación de la facturación.

En términos de empleo, las empresas encuestadas declaran un descenso por segundo trimestre consecutivo. Pero al igual que con los ingresos, conforme avancen los meses se espera que la ocupación mejore. “En línea con el patrón sectorial observado en la facturación, cabe destacar la mejora experimentada por el empleo en los servicios de información y comunicación, en contraste con los retrocesos observados en el transporte y la hostelería”, señala el documento. El único que se mantiene en una zona gris es la agricultura, que acumula dos años seguidos con caídas.

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